jueves, 23 de diciembre de 2010

SABE EL ESPÍRITU CUANDO REENCARNARÁ?



MEDITACIONES ESENCIALES: 330

SABE EL ESPÍRITU CUANDO REENCARNARÁ?

©Giuseppe Isgró C.


Realmente, salvo casos particulares y hasta determinado nivel evolutivo, en línea general, el Espíritu -hasta cierto  momento- no puede conocer en forma exacta la fecha en que le tocará efectuar su siguiente reencarnación, por cuanto, deberá coordinar, con antelación, y con las personas involucradas, los detalles inherentes, lo cual puede precisar su tiempo hacerlo.
·        Empero, una vez realizada la programación de objetivos para el siguiente ciclo de vida, bajo el asesoramiento de los propios guías y protectores espirituales, y de los Regidores cósmicos, del mundo de que se trate, el Espíritu conoce con antelación la fecha en que deberá reencarnar, salvo los eventuales ajustes de última hora. Esto es debido a que, el mismo Espíritu, haciendo uso de su libre albedrío, con las limitantes del propio karma y las interrelaciones de las personas involucradas, tiene una parte activa en la elección de las pruebas y de los detalles respectivos.
·        Una vez efectuado el plan, el Espíritu, al igual que todos aquellos que se les interrelacionan, conoce los detalles generales.
·        Podría haber casos en que los guías y protectores sugieran determinados planes los cuales son aceptados por los Espíritus involucrados, por la confianza que les tienen.
·        Aún, en otros casos, los compromisos kármicos son de tal magnitud que la autonomía queda temporalmente inhibida, sin margen de elección, salvo que por el correspondiente orden prioritario en que las deudas kármicas deben ser liberadas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LA AGUDEZA HISTORICA DE CERVANTES




LA AGUDEZA HISTÓRICA DE CERVANTES

©GIUSEPPE ISGRÓ C.


Cervantes, tanto en el Don Quijote, como en sus demás obras, jamás dejará de asombrarnos por la agudeza de su pensamiento, la sensibilidad de su Espíritu y la profundidad de sus observaciones. Cada generación, por los tiempos de los tiempos, irá descubriendo nuevas realidades que denotan la universalidad de las enseñanzas contenidas en el acervo cervantino.

Hay varios aspectos en la historia universal que precisan ser revisados; tres de ellos son: la reconquista, en España, con la expulsión de los moros y de los judíos; los efectos de la guerra civil española, entre fraternos seres; y la magnitud del descubrimiento de América, donde se encontraron civilizaciones en ningún modo inferiores a las del mundo conocido hasta entonces, que significó el surgimiento de un mestizaje que ha trascendido todas las manifestaciones étnicas, culturales, económicas, espirituales y sociales, en general, constituyendo uno de los ejes esenciales en torno al cual girará el mundo del futuro, conjuntamente con el otro, conformado por la península ibérica: España y Portugal, como puerta de entrada a Europa. Empero, en el desarrollo de esta realidad, han participado África, Asia y el resto de Europa y del Nuevo Mundo, ya que Inglaterra ha tenido incidencia importante en Norte América, Australia y otras regiones; Francia, en algún segmento de Canadá y Estados Unidos; y de los demás países, cada uno ha dado su aporte complementario: Italia, Alemania, y en menor grado, otras naciones. Empero, en la retorta del mundo, el proceso es dinámico y hoy vemos como el movimiento migratorio sigue activo. China, pacíficamente, y comercialmente hablando, está invadiendo al mundo, y su trascendencia solamente se podrá comprender dentro de algunos siglos. La India, se está convirtiendo en la mayor potencia mundial, con un recurso humano de altísimo nivel. Latinoamérica, sin embargo, habrá de aportar el pensamiento universal más trascendente, por la fusión más amplia de grupos étnicos y de culturas. El mundo árabe no ha dicho su última palabra, todavía.

Volviendo a Cervantes y a Don Quijote, hacia el final de la magna obra, cuando Sancha Panza decide abandonar el gobierno de la ínsula Barataria, se encuentra con un grupo de personas, entre quienes reconoce a un antiguo vecino y amigo suyo, el moro Ricote, que le cuenta las peripecias que tanto él como su familia y los de su grupo étnico han tenido que vivir después de la reconquista española y de la expulsión de los árabes y judíos. Le explica como esa gente, en los nuevos lugares a donde iba, seguía añorando a España, por cuanto ellos se sentían españoles; habían nacido allí, y durante incontables generaciones, en los casi ocho siglos que duró la expansión del mundo árabe y la civilización que le caracterizó, todos sus ancestros eran españoles. Después de casi ochocientos años que se van sucediendo las generaciones una tras otra, al final, esa gente, deja de ser del grupo étnico de origen, es decir, el árabe, pasando a ser parte del lugar en que han nacido, tanto ellos como sus antepasados. Sin embargo, son expulsados como gente extraña, y extraños siguen siendo, en mayor grado, aún, en las nuevas tierras a las que van a reubicarse. Veamos lo que le dice Ricote a Sancho Panza: -“Bien sabes, ¡oh Sancho Panza, vecino y amigo mío!, cómo el pregón y bando que…mandó publicar contra los de mi nación puso terror y espanto en todos nosotros; a lo menos, en mí lo puso de suerte, que me parece que antes del tiempo que se nos concedía para que hiciésemos ausencia de España, ya tenía el rigor de la pena ejecutado en mi persona y en la de mis hijos”. Luego agrega: -“Doquiera que estamos lloramos por España; que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patría natural; en ninguna parte hallamos el acogimiento que nuestra desventura desea; y en Berbería, y en todas las partes de África donde esperábamos ser recibidos, acogidos y regalados, allí es donde más nos ofenden y maltratan. No hemos conocido el bien hasta que le hemos perdido, y es el deseo tan grande que casi todos tenemos de volver a España, que los más de aquellos, y son muchos, que saben la lengua como yo, se vuelven a ella”…-. –“Tanto es el amor que le tienen; y agora conozco y experimento lo que suele decirse: que es dulce el amor de la patria”-.

La magnitud de este hecho histórico y las consecuencias, positivas y negativas del mismo, precisan ser estudiadas a la luz de la META-HISTORIA, con una percepción espiritual de la realidad, para percibir la trascendencia que en el concierto planetario ha tenido y sigue teniendo, única manera de interpretar tantos acontecimientos históricos, aparentemente inconexos entre ellos.

Por supuesto, la expulsión de los árabes y judíos, de España, determinó que el Renacimiento emergiera en Italia, primero y en el resto de Europa, después, en vez de la península ibérica, aunque ella jugara un rol importante en el proceso. Y el desplazamiento de los judíos a los países bajos, hizo que allí se desarrollara un comercio que, de otra manera, habría proliferado en España.

Empero, al mismo tiempo que ocurre la reconquista, se lleva a cabo el descubrimiento de América, donde España realiza una labor equivalente a la de Roma en el resto del mundo y en su época. En el espacio y en el tiempo, ocurren determinados acontecimientos que, vistos en conjunto, desde el punto de vista de la Meta-historia, arrojan inmensa luz para interpretar la historia universal. Las riquezas que aportó el Nuevo Mundo a España, y la demanda de bienes y servicios que precisó del resto de Europa, permitió la expansión del mercantilismo mundial, lo cual tuvo incontables efectos positivos en todos los ámbitos de la vida.

América, Australia y el resto del Nuevo Mundo, no han dicho aún la última palabra. En América, antes de la llegada de los descubridores, primero, conquistadores y fundadores de una nueva civilización después, preexistían profecías sobre la llegada del hombre blanco, con barba y penacho en la cabeza, que acabaría con el mundo antiguo pre-coloniano, y erigirían un nuevo grupo étnico. Bernardino de Sahagún, y posteriormente Clavijero, han descrito en profundidad estas profecías, entre ellas la que percibe la hermana de Montezuma II, la princesa Papantzin, antes ligeramente esbozada, que se verificó poco tiempo después, con la llegada de Hernán Cortes a México y los demás colonizadores, en el resto del continente.

Recordemos que ya Séneca, el ilustre cordobés, había profetizado lo siguiente: -“Años vendrán, pasados los siglos, en que el océano rompa la cadena de sus secretos y aparezca extenso territorio, y Tethys, la diosa del mar, nos muestre nuevos mundos y Thule no sea la última de las tierras”-.

La profecía de la hermana de Montezuma II, la princesa Papantzin, a la que antes se hiciera referencia, emitida a raíz de un fenómeno que constituye un notable caso de “experiencias cercanas a la desencarnación” ocurrida en el mundo pre-colonino, en el cual la princesa Papantzin, quien aparentemente había desencarnado, y en tal estado había sido conducida a su última morada, al cuarto día logró salir de la cueva en que se le colocara, removiendo la piedra de la entrada, causando, además, como es de suponer, asombro y terror en quienes le vieron de vuelta a la vida física, comunicándole a Montezuma II, lo siguiente: -“La causa por la que “he vuelto a la vida física” es para decirte que, en tu tiempo, se acabará el señorío de México, y tú eres el último señor porque vienen otras gentes, y ellas tomarán el señorío de la tierras y poblarán a México”. La princesa Papantzin, vivió veintiún años adicionales, teniendo, además, otro hijo. Existen otras profecías de análoga índole, que los acontecimientos posteriores han demostrado su veracidad, y que permiten darse cuenta de como la inmensa bibliografía de los historiadores de indias constituye una fuente digna de revisión y estudio.

La destrucción de poblaciones indígenas enteras, por parte de los españoles e ingleses, en los territorios dominados, pareciera que exterminaron para siempre a esos pueblos aborígenes del nuevo mundo. -Por supuesto, la expresión de nuevo mundo es metafórica, ya que se trata de un mundo tan antiguo como el europeo y con una cultura que en ningún modo le es inferior. Salvo que el fanatismo imperante llevó a muchos de esos “conquistadores” a destruir los vestigios de antiguas civilizaciones que hoy nos asombrarían, de haberse conservado. Sin embargo, allí permanecen los restos arqueológicos que denotan la inmensidad cultural de las civilizaciones: azteca, maya, tolteca, incaica, y de otras denominaciones, además de los vestigios de culturas más antiguas, aún, como las de Lemuria y Atlántida.- Empero, si bien físicamente se exterminó en gran parte al grupo aborigen, visto desde la perspectiva espiritual, dado que el espíritu es eterno e inmortal, y por la acción de la ley de la reencarnación, que ordena a quien quita una vida, reponerla, los indios enviados a mejor vida nacieron como hijos en las familias conquistadoras, mediante el cruce étnico, y los conquistadores despachados de igual modo a la dimensión espiritual, por la acción de los indios, tuvieron albergue en familias, también fruto de dicho cruce étnico, con el emergente mestizaje físico-espiritual resultante, de trascendentales consecuencias dignas de estudio. La naturaleza es sabia, y al conquistador español le gustaba la india, yacía con ella, y tenía hijos cuyos espíritus, según los casos, eran de la familia espiritual aborigen, y en otros, de la de los europeos, dando por fruto el mestizaje, -físico y espiritual- donde en la misma familia convivían espíritus aborígenes y europeos. Antes eran enemigos, ahora, por la ley cósmica, son miembros del mismo entorno familiar.

Lejos de desaparecer la familia espiritual pre-colonina, comenzó a camuflarse en ese nuevo mestizaje donde las familias emergentes, en el nuevo mundo, a partir de entonces, albergaban a espíritus aborígenes y los de los conquistadores, al mismo tiempo. A nivel físico se exterminaban unos con otros; desde el nivel espiritual, la ley cósmica, los integraba en un solo núcleo familiar.

La consecuencia de esto, la vamos a observar siglos después, cuando durante la guerra civil española, entre fraternos seres, unos con otros, se envían a mejor vida, en cantidades que aún la historia debe descifrar. Lo mismo que los conquistadores españoles hicieron vivir a los aborígenes americanos durante la conquista, exterminándolos, vivieron ellos, entre sí, en suelo patrio. Experimentaron análoga experiencia, por las razones que fueran. Cada quien suele beber, tarde o temprano, el mismo chocolate que sirve a otros. Es inevitable y justo, además, como acción pedagógica de la vida y expresión del profundo amor de la guía divina que nivela y armoniza a los seres por efecto de las leyes de afinidad, justicia, igualdad y compensación.

Paralelamente, el exilio de una inmensa cantidad de españoles durante la guerra civil, en el siglo XX, donde la flor y nata de España, -una constelación de intelectuales-, tuvo que emigrar de su propia patria, a enriquecer el Nuevo Mundo con sus aportes, se asemeja a la expulsión de los árabes y judíos, durante la reconquista, cuando en el mismo año del descubrimiento de América, en 1492, se expulsó de España el último bastión árabe, en Granada. Lo mismo que hicieron vivir con la reconquista, a los árabes y judíos, vivieron ellos, ahora, con el exilio, en la época franquista. Pero, -¿Quién mueve los hilos de la retorta del mundo? -¿Por qué se suceden los grupos espirituales, unos con otro, en el desarrollo de las civilizaciones? Con estos cambios, detrás de las apariencias, existen movimientos que conducen a los grupos espirituales en el lugar adecuado, en el momento oportuno, para realizar la obra de civilización que corresponde de acuerdo a la inquietud de los tiempos. Ese recurso humano de corte árabe y judío, fue a enriquecer otras regiones del mundo, floreciendo el Renacimiento italiano, primero, y el europeo, después. El contingente humano emergente, en España, con la reconquista y después de ésta, con el descubrimiento y conquista de un Nuevo Mundo, alcanza una trascendencia que supera cualquier acontecimiento ocurrido hasta entonces, equivalente a la expansión macedónica, liderada por Alejando Magno, en primer lugar, y por la de Roma, en segundo lugar. La labor de España, en América, no es inferior a ninguna de las dos, si exceptuamos la destrucción masiva de poblaciones enteras de aborígenes. (Para ser justos con España, los españoles se mezclaron con los aborígenes, y con el grupo étnico africano, en un grado inmensamente superior al de los ingleses en Norte América, -y otras regiones-, de ahí que en Ibero-América, si bien, aparentemente son más tardíos los efectos, las ventajas comparativas, a largo plazo, son de mayor alcance). Empero, el resultado final es equivalente, y visto desde una perspectiva espiritual, los artífices, también. Alejando Magno y Mahoma, personajes claves en épocas diversas, con igual magnitud de labor civilizadora, respectivamente, pese a las divergencias aparentes, son animados por el mismo ente espiritual, en una obra que va más allá de un simple ciclo de vida.

La expulsión árabe y judía, en la reconquista, y la emigración de los discípulos de la escuela platónica, en Constantinopla, por acción de Justiniano, quien ordenara el cierre de aquella magna institución, en el año 529 de nuestra era, por cuyo efecto ese recurso humano se desplaza a la región persa, en el actual Irán, va a representar un aporte enriquecedor, cuando años después, con la expansión árabe, encuentra allí un terreno fértil para el desarrollo de la filosofía, la ciencia, el arte y la espiritualidad islámica y sufí. Tanto Justiniano como el rey Fernando, son animados de un mismo espíritu en una obra equivalente, según los tiempos, de acuerdo a un plan que trasciende la percepción visible, en la dimensión objetiva.

Ese encuentro entre Sancho Panza y el moro Ricote, del que se vale Cervantes para representar los efectos que experimentan incontables seres, árabes y judíos, que se ven desplazados de su propia patria, en una nación que después de casi ocho siglos sigue considerando como a extranjeros a quienes con sus aportes enriquecieron el suelo íbero, es una lección admirable y denota la profunda agudeza histórico-espiritual del autor de Don Quijote. Hoy el mundo entero sigue admirando el legado árabe-judío de España y rindiendo honor a lo que, en suelo patrio, se sigue viendo con menosprecio, o por lo menos, valorándolo en grado inferior a lo que vale.

Cervantes mismo rinde justo homenaje a los árabes y su legado en España, en el capítulo 52 de la segunda parte del Quijote, cuando dice: -“Pensar que en esta vida las cosas della han de durar siempre en un estado es pensar en lo excusado; antes parece que ella anda todo en redondo, digo, a la redonda: la primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continúa; sola la vida humana corre a su fin ligera más que el viento, sin esperar renovarse si no es en la otra, que no tiene términos que la limiten”. Luego, Cervantes agrega: -“Esto dice Cide Hamete, filósofo mahomético; porque esto de entender la ligereza e instabilidad de la vida presente, y la duración de la eterna que se espera, muchos sin lumbre de fe, sino con la luz natural, lo han entendido; pero aquí nuestro autor lo dice por la presteza con que se acabó, se consumió, se deshizo, se fue como en sombra y humo el gobierno de Sancho”. Vemos como Cervantes, a la mayor obra que los tiempos han visto, símbolo y emblema de la nación íbera, que demarca a España en dos etapas claramente definidas, la primera, antes del Quijote, y la segunda, después de él, pone por autor simbólico de su historia a Cide Hamete, el filósofo mahomético. -¿Era Cervantes español, judío o árabe? Muchos estudiosos han querido reflejar su condición de judío, de la cual gran número de españoles se sienten orgullosos, no así de la árabe, aunque ésta le haya dado más lustre. Empero, Cervantes rinde en el Quijote un constante homenaje a la cultura árabe, como justo reconocimiento a una de las civilizaciones más importantes y esplendorosas que ha dado el mundo occidental, conjuntamente con la más sublime y vigente espiritualidad: la sufí. Al margen de la eventual ascendencia judía o árabe de Cervantes, en nuestra opinión era tan español el autor del Quijote como los árabes y judíos expulsados de España después de la reconquista, y así se sentían ellos, al emigrar y llegar como inmigrantes a las nuevas y extrañas tierras que fertilizarían con su aporte étnico-civilizador. Este aspecto relativo a Ricote y su encuentro con Sancho Panza, relatándole la experiencia del exilio árabe desde España, denota la profunda agudeza histórico-espiritual de uno de los más emocionantes personajes de la historia: Miguel de Cervantes y Saavedra. Sin duda una lección para aprender de una de las mentes más preclaras que ha dado España al mundo, aún en la misma España y en Ibero-América, en general.

Igual peripecias, observadas y registradas por Cervantes, vivieron los artífices de aquel entuerto, con el exilio español, en una de las épocas históricas más extrañas, como la franquista, cuyos efectos, aún, los historiadores deben analizar con mayor profundidad. Ciertamente, la historia espera al nuevo Cervantes, que sea capaz de ver más allá de las apariencias y descifrar el hilo conductor que trasciende la dimensión objetiva y revela el plan cósmico, en el concierto de las naciones, en el planeta tierra, y en gran número de mundos, en el universo entero.


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jueves, 28 de octubre de 2010

EL PODER DE LA NADA













EL PODER DE LA NADA

POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.



Homero, en la Odisea, plasma una de las circunstancias más extraordinarias en cuanto a la expresión del poder: la naidad.

La nada no existe. Dentro de la aparente naidad reside la energía y la abundancia universales. Toda la energía eléctrica que hoy mueve el mundo no existía en forma tangible hace apenas dos siglos, empero estaba allí esperando a que alguien la expresase, al igual que se encuentra allí, en la aparente naidad, toda la que será utilizada en la eternidad futura.

Ese fue el poder que manifestó Ulises cuando Polifemo le pregunta: -“¿Quién eres?” “Nadie”, le responde el hombre de fértil ingenio y de incontables recursos o ardides.

Cuando los compañeros, después de que Ulises se ocupa de Polifemo, al acudir en su ayuda y preguntarle quien le hacía daño, le responde: -“Nadie me hace daño”. Si nadie le hacía daño, los compañeros se fueron tranquilos.

-¿Qué habría ocurrido si Ulises le dice quien era? Sus compañeros se habrían aprestado a ayudarle y Ulises no habría podido salir ileso de aquella cueva ubicada en la actual Catania, en Sicilia.

Es el poder de la nada que descubre la persona que teme que se agoten los recursos disponibles; empero, cuando ya no los tiene, momentáneamente, descubre otra clase de poder poco antes desconocido para él. Adquiere conciencia de que necesita mucho menos de que realmente creía, y adquieren importancia las cosas que de verdad sí la tienen, como es la supervivencia física, la conservación de la salud y el propio sustento y seguridad personal y de la familia, centrando la atención en la esencialidad de lo precisado, y la necesidad experimentada expresa el poder potencialmente infinito del ser humano en grado suficiente para resolver la situación que afronta. De la aparente naidad extrae un poder que poco antes era inexistente para él: intuitivamente percibe la solución, y las personas y recursos que habrán de coadyuvar.

La persona se da cuenta de que las cosas que antes temía, al afrontarla, ahora, cara a cara, no son tan terribles como creía. El problema que afronta aisla la situación y centra la atención, canalizando su poder potencialmente infinito. Fuerzas interiores que siempre estuvieron allí, en la nada, emergen como llevándole de la mano hasta la consecución de su objetivo, siempre y cuando cumpla un requisito. Que asuma la realidad, afrontándola. En el instante en que asume su responsabilidad, va tomando control de la realidad y de la situación que le compete.

Luego viene la técnica efectiva para resolver la situación:

El primer secreto: es AQUIETARSE. Una mente serena genera poder.

Luego, hay que redimensionar la situación: es preciso trasladar al papel todas las situaciones que precisan solución, desmenuzándolas en sus partes más pequeñas, y jerarquizándolas por su orden de prioridad. Los antiguos decían: DIVIDE Y VENCERÁS. El ser humano está dotado para resolver situaciones siempre y cuando las aborde una a la vez, en su respectivo orden de prioridad. Al escribir las cosas que requieren solución se dimensionan en su realidad objetiva y se toma control de ellas.

Esa prioridad número uno, a su vez se subdivide, si es necesario.

Luego se buscan todas las posibles o probables soluciones.

Se evalúa cada alternativa, haciéndose cargo probable de su factibilidad, del costo de oportunidad si se aplica la misma, si satisface en el mejor y en el menos favorable de los casos, y si pasando lo peor puede controlar la situación.

Establece las condiciones de certeza, de riesgo y de incertidumbre de la aplicación del curso de acción valuado y procede a su mejor criterio.

Es decir: pasa a la acción, única manera de trasladarse la persona desde el lugar en que se encuentra con la situación hasta el que contiene la solución.

La intuición, la inspiración, la fuerza de empuje y la de bloqueo coadyuvan en el proceso. Por eso se suele decir: Dios abre caminos donde antes inexistían: esos caminos afloran en la mente por la percepción intuitiva y por la inspiración, así como por la energía que acompaña a la percepción, tanto para actuar como para permanecer en quietud creativa, esperando el momento oportuno: EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO.

Es preciso persistir hasta que la mente psiconsciente se haga cargo de la situación. Allí alcanza la trascendencia del ser, descentrando la atención del ego y centrándola en “la nada”: la fuente universal del poder y de la sabiduría de los valores universales. Luego surgen las coincidencias que favorecen la solución o el logro.

Toda adversidad trae un beneficio equivalente o mayor, solía decir Napoleón Hill.

El ejercicio del poder de la naidad otorga un privilegio que en vano la persona buscaría bajo otra modalidad.

Es la libertad que descubre la persona cuando se libera de las cargas innecesarias que les tenían limitado. La libertad es parte del poder de la naidad. Es decir: Nada le ata, le retiene, le absorbe o le obliga, excepto la virtud. Todo lo lleva consigo, como decía Pitaco, uno de los siete sabios. Si no hay nada que cuidar, no hay nada que temer. Aquí entra en juego el desapego: Poseer sin apegarse a nada. El poder de la nada o de la naidad. Hay mucho que reflexionar en la trascendencia del propio ego a la conexión con la fuente universal: con el Creador, dejando que fluyan los sentimientos de los valores universales y el poder creador.

Con esta percepción las cosas que tienes adquieren valor. Te das cuenta de que tienes más de lo que pensabas: vida, poder, sabiduría, conocimiento, energía, vitalidad, amor, comprensión, experiencia y un sin número de virtudes que van aflorando cuando cara a cara te enfrentes con la nada.

Después de todo, hay algo de la cual nadie podrá despojar a ninguna persona: la nada. Pero, en la nada se encuentra la DIVINIDAD. En la nada del espacio vacío de un cuarto se halla la utilidad del mismo. Dentro del vacío de la nada nos encontramos inmersos en el supremo poder que cada día se expresa mejor al afrontar la realidad existencial.

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miércoles, 6 de octubre de 2010

PERCEPCIONES DE VIDAS ANTERIORES



PERCEPCIONES DE VIDAS ANTERIORES

©GIUSEPPE ISGRÓ C.


El ser humano, cuando nace en cada nueva existencia, trae de vidas anteriores, en su espíritu, la aptitud, consistente en la capacidad de hacer o dejar de hacer, y la de comprender, hasta donde alcance el grado evolutivo en el último ciclo de vida.

El nuevo ser no recuerda, a nivel objetivo, salvo excepciones, nada que no haya sido aprendido en este ciclo de vida y percibido por los cinco sentidos físicos, más las deducciones e inducciones lógicas que desde los primeros años realiza el ser.

El alma, que constituye el enlace entre el cuerpo y el espíritu, contiene el archivo espiritual donde se encuentran registrados todos los actos, pensamientos y experiencias como historia de vida; pero el resultado de ese cúmulo de experiencias, en el espíritu, se refleja como aptitud y actitud, visión y capacidad de ser, hacer y dejar de hacer.

Ahora bien, -¿es verdad que no recuerda nada el nuevo ser de sus vidas pasadas?

Durante los primeros tres años, el nuevo ser recuerda todo de su vida pasada, al igual que un adulto lo hace con lo que le aconteció desde que tiene el uso de la razón. Empero, el niño no puede hablar, contando todo lo que recuerda. De poder hacerlo, sería terrible para todos los involucrados, por los secretos que revelaría, capaces de crear traumas al permitir conocer no solamente los casos buenos sino las lacras que se puedan arrastrar y las pruebas de vida que viene a afrontar, que nadie, en condiciones normales, sería capaz de soportar. Algunos podrían ser enemigos de los padres o de otros miembros de la familia y conocer esos detalles constituiría una carga innecesaria.

Esa es la razón por la cual la naturaleza, por bondad divina, evita que el niño pueda hablar hasta determinada edad y hay casos en que esa capacidad de hablar se retarda aún más allá de lo normal.

Pese a todo, esos recuerdos que el niño rememora, quedan registrados en su actual archivo mental, ese es el motivo por el cual la persona experimenta la sensación de haber vivido siempre y se representa, mentalmente, un conocimiento histórico que trasciende los límites del presente ciclo de vida, conociendo, generalmente, mucho más de lo que nadie le enseñó y pese a eso no se da cuenta de que sabe más de lo que nadie le ha enseñado.

Además, en los primeros años de vida, el niño se actualiza, poniéndose al día con lo que dejó de aprender a nivel objetivo desde la desencarnación en el ciclo de vida anterior, a lo cual se suma la experiencia adquirida en la dimensión espiritual, entre vidas.

En torno a los siete años el niño se habrá nivelado y puesto al día y ya alrededor de los diez y ocho años se encuentra a un nivel óptimo como si nunca hubiese interrumpido ningún ciclo de vida, a nivel de aptitud, es decir: capacidad de ser, hacer o dejar de hacer, traducido esto como visión de vida y actitud, reflejado todo en el carácter de la persona.

A través de las proyecciones espirituales, de la estadía en la dimensión espiritual durante el sueño, de los períodos de meditación y los de relajación, permiten la UNIFICACIÓN DE LA CONCIENCIA, facilitando que cada ser sepa, en un momento dado, mucho más de lo que realmente aprendió en el presente ciclo de vida.

A esto se suma el conocimiento percibido mediante la intuición y la inspiración, entre otras inmensas facultades espirituales que posee el ser humano y cada uno de los integrantes de los tres reinos naturales.

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viernes, 1 de octubre de 2010

UN MAESTRO DE LÍDERES


UN MAESTRO DE LÍDERES
POR GIUSEPPE ISGRÓ C.
Isgrocattafi@yahoo.es

Dion de Prusa, relata el diálogo imaginario entre Felipe de Macedonia y Alejandro Magno, en el cual el padre le explicaba a su hijo porque consideraba a Hesiodo maestro de líderes por excelencia. El joven le rebatía con argumentos razonados, explicando que Hesiodo les enseñaba a los artesanos como debían cultivar la tierra y en que época del año efectuar la siembra. Por ejemplo, les sugería hacerlo cuando la grulla pasaba en su viaje hacia África, buscando mejor clima, antes de la llegada del invierno. De igual manera, les indicaba cuales eran los mejores días para ir al mercado para vender los frutos de su cosecha, y muchos otros secretos del arte relativo a los artesanos. Mientras que Homero, en cambio, ensañaba el arte integral del liderazgo y los valores que debían cultivar los conductores de hombres, que él solía denominar pastores de hombres. Le demostró, al padre, que el auténtico maestro de líderes, o de reyes, era Homero, dejando en claro que Hesiodo lo era, en su opinión, como fue dicho, de artesanos.
Al final del diálogo, el padre, orgulloso, expresa que bien valió la pena haber rodeado a su hijo de ilustres maestros como Aristóteles, bajo cuya égida tantos progresos había hecho.
Cabe destacar que en el certamen en el cual se enfrentaron Hesiodo y Homero, pese a que todos aclamaron a Homero, lo ganó Hesiodo, por cuanto, al final, cuando el rey le pregunta a ambos que es lo que consideraban como más importante, el primer expresó que era el cultivo de la tierra por cuanto proporcionaba el alimento suficiente, mientras que Homero se refirió a la guerra y a las ventajas que proporcionaba, reflejo, ambas respuestas, de las actividades respectivas de cada uno, tal como lo señalaba Alejandro, por lo cual, el maestro de líderes por excelencia era Homero.
Dion de Prusa, también se planteaba, en otro de sus diálogos, quien era el maestro de Sócrates, el hombre a quien la pitonisa del oráculo de Apolo, en Delfos de la antigua Grecia, había señalado como el más sabio de su época, tanto entre los griegos como entre los bárbaros. Sin duda, Sócrates representa otra variante de liderazgo, pero Dion de Prusa, en esta oportunidad como opinión suya personal, sigue anteponiendo a Homero como maestro y paradigma por encima de cualquier otro.
Podría decirse que la edad de oro griega tuvo como maestro fundamental a Homero, por cuanto, los jóvenes, durante varios siglos, se afanaban en emular las cualidades y virtudes de los héroes homéricos, con lo cual floreció el esplendor de esa época dorada; Solón, Pisistrato, Pericles, Sócrates, Platón, Aristóteles y Alejandro Magno, son sólo algunos entre las tantas generaciones que se educaron con la lectura de las obras de Homero, -cuyo verdadero nombre era Demodoco, el aeda inspirado del País de los Feacios, antigua Camerina, actual Rágusa, Sicilia, Italia,- es decir, la Ilíada y la Odisea, que han seguido acaparando la atención de los pensadores más importantes de todos los tiempos. Fue Solón, en el siglo VI antes de nuestra era, quien ordenó los poemas homéricos en su estado actual.
Es por todos sabido que las hazañas de Alejandro las realizó emulando las de Aquiles, que le inspiraron, relatadas por Homero en la Ilíada.
Pero Homero aún reserva ocultos tesoros para quienes osaren leerle con sostenido y repetido empeño. La Ilíada y la Odisea, sobre todo ésta última, deberían ser libros de cabecera de todo líder que aspira a las grandes realizaciones. Las virtudes heroicas en acción que describe el mayor poeta de todos los tiempos, a quien el oráculo define: “con mucho, el varón más sabio entre los humanos”, han inspirado, y seguirán haciéndolo, a incontables generaciones de líderes y pensadores.
Adelante.

viernes, 24 de septiembre de 2010

POTENCIALMENTE, SIN LÍMITES



POTENCIALMENTE, SIN LÍMITES
©GIUSEPPE ISGRÓ C.

-¿Es verdad que Dios ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones?
De ser cierto, -¿cuáles son?
En primer lugar, potencialmente hablando, Dios no ha puesto límites de ninguna naturaleza, para nadie, excepto el de la evolución personal y los estados de conciencias inherentes, que por propio mérito se van desarrollando, en la espiral evolutiva, en el eterno presente.
Ese y solamente ese es el único límite; es decir, podemos llegar hasta donde alcanzan nuestras propias fuerzas; empero, ellas son factibles de ser incrementadas por el propio desarrollo evolutivo, en forma gradual y constante.
En la medida en que se va alcanzando una visión más amplia de la realidad que nos circunda, podemos emprender investigaciones y tareas de mayores envergaduras.
Evidentemente, existe un orden universal que es preciso seguir, siendo imposible saltar determinados grados, pero, lejos de ser un límite, implica una guía del orden que deben orientar nuestros trabajos.
La actitud correcta debe ser, siempre, la de rechazar cualquier imposición de límites de quien quiera que sea.
Si el Creador Universal ha dispuesto que, en el eterno presente, encontremos siempre un más allá de progreso, sin límites algunos, -¿por qué razón deberíamos aceptar ese tipo de imposiciones de quienes, en un momento dado, pudiesen tener motivos para inhibir una tendencia natural de los seres, aún en los tres reinos naturales, es decir, hacia el avance constante hasta donde alcance la infinita imaginación, que es la visión del espíritu.
De encontrar una barrera, es preciso, también, descubrir la manera de superarla, sin importar el tiempo que se pueda requerir ni el esfuerzo o trabajos necesarios a tales efectos.
Todo es posible de lograr si tenemos la idea clara de lo que queremos y, paralelamente, se emprende la acción suficiente y sostenida en el tiempo, hasta alcanzar el grado de conocimiento o logro anhelado.
A través del progreso, el hombre ha encontrado la manera de ver más lejos inventando el telescopio. Con el microscopio, descubrió un mundo inmensamente pequeño, que escapa a simple vista. Se la ha ingeniado para idear aparatos que le permiten volar y desplazarse a lejanos lugares, a gran velocidad, que solamente unos pocos siglos antes eran apenas sueños en mentes prodigiosas como la de Leonardo Da Vinci. Se puede uno sentar frente a un ordenador y comunicarse en pocos segundos con un sinnúmero de personas, simultáneamente. Se podría enumerar una gran cantidad de otros instrumentos que han extendido en forma prodigiosa la inmensa capacidad de crear del ser humano, y nos asombraríamos todavía más si pudiésemos percibir lo que realizan cada uno de los entes respectivos en los tres reinos naturales, incluyendo el mineral.
¿Aprenderemos a viajar, también, en proyección espiritual, a la velocidad del pensamiento, por el inmenso universo, y percatarnos de lo que existe allí? Muchas pruebas al respecto demuestran que en un día no muy lejano, en cuanto el factor moral alcance el nivel de madurez óptimo, eso será una realidad al alcance de todos, sin excepción.
El ser humano ha descubierto, también, que cuando su capacidad de razonamiento, utilizando la lógica inductiva y deductiva, alcanza al límite de sus posibilidades, se activan las facultades de la intuición y de la inspiración, entrando con una fuente de sabiduría que le permiten percibir lo que apenas unos minutos antes le era desconocido. ¿Dónde se encontraba ese conocimiento?
El ser humano, también, ha observado que, interiorizándose, entra en conexión divina con el Creador Universal, en una práctica de espiritualidad directa, sin intermediarios, y se transforma en un instrumento activo de su voluntad, fluyendo en su conciencia la sabiduría expresada mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales, guía infalible en la práctica de todas las virtudes.
De igual manera, ha efectuado un asombroso descubrimiento: el de que posee un poder potencialmente infinito que se expresa en el mismo grado en que va afrontando situaciones para resolver u objetivos por realizar.
Sin importar cuan elevada pueda ser la dificultad encerrada en la situación por resolver o el objetivo por resolver, en cualquier orden, desde una minúscula bagatela familiar hasta un viaje espacial, el ser humano va expresando el poder creador suficiente para alcanzar el respectivo logro, oportunamente.
El ser humano ha efectuado, ya, otro de los grandes descubrimientos trascendentales, como es el de que posee un espíritu eterno e inmortal, que vivirá en una infinidad de ciclos de vidas, en éste y en incontables mundos del universo, en el eterno presente, donde siempre encontrará un más allá de progreso, de sabiduría y de poder creador.
Finalmente, en la medida en que profundiza en el potencialmente infinito poder creador del cual dispone y en el conocimiento más íntimo de sí mismo, percibe que él, es el caminante y el camino que conduce a la fuente, en una espiral evolutiva infinita, y a un determinado momento, descubre también, que él es la fuente, formando una unidad perfecta e indisoluble con el SER UNIVERSAL, del cual ha emanado –en el instante preciso- a la conciencia del Ser Individual. Si los hijos de los gatos, son también gatos. Los seres humanos, como emanación de la DIVINIDAD, -¿qué son?
No deja de ser asombroso que tantos seres que forman una UNIDAD perfecta e indisoluble con la DIVINIDAD y las bondades inherentes que eso implica, mantengan el interruptor de la luz de la conciencia apagado, cuando con un simple toque transformarían la noche oscura en un dorado amanecer. Es preciso VIVIR EN CONEXIÓN ESPIRITUAL CON EL CREADOR UNIVERSAL, sin intermediarios, transformándose en un activo instrumento de su voluntad divina.
A Kabir le resultaba inconcebible que en el mar los peces tuvieran sed.
En un universo lleno de abundancia para todos, pensado en grande por el SER UNIVERSAL, con un plan divino de vida para cada quien, -¿por qué no abrir los ojos y así descubrir las inmensas riquezas al alcance de las manos, mediante el SERVICIO, asumiendo tu respectiva cuota en la realización de la gran obra?
Escuchar la voz de la conciencia permite descubrir la propia identidad, por cuanto ella es una réplica de la del Creador, y en ella se expresa ÉL mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales. Allí reside tu sabiduría y el poder potencialmente infinito, que te permiten el usufructo de la riqueza integral que espera por ti, aquí y ahora, en el eterno presente.
Adelante.

martes, 24 de agosto de 2010

PÁEZ, EL HÉROE DE LAS QUESERAS DEL MEDIO



PÁEZ,
EL HÉROE DE “LAS QUESERAS DEL MEDIO”

©Giuseppe Isgró C.



El 13 de junio de 1790, nació uno de los máximos héroes de la Patria y uno de sus hijos más ilustres: José Antonio Páez. La hazaña cuyo recuerdo emocionaba más al General Páez, era la de “las Queseras del Medio”, donde con un selecto grupo de 153 hombres, logró una de las más grandes victorias militares de la historia.

Estando Bolívar en Apure, y los realistas, al mando de Pablo Morillo, en las cercanías del río Arauca, en la margen izquierda del sitio conocido como “las Queseras del Medio”, llamó a Páez, a quien, -según relato del General Guzmán Blanco, que le contara uno de los héroes-, le dijo, frente a los demás jefes patriotas: -“Qué clase de valor es el suyo, General Páez? -¿Qué especie de jinetes tiene usted que no puede hacer una simple diversión al enemigo, una recorrida siquiera para tantear sus posiciones?

A lo cual, Páez, le respondió: -“Mi General, yo no sabía que en un Campamento en que “Vuecencia” es el Jefe me fuese permitida ninguna iniciativa: excúseme “Vuecencia”, que yo espero reparar la falta que involuntariamente haya cometido”. –“Diga usted, le contestó Bolívar”. –“Yo conozco, le refiere Páez-, un vado que está más arriba, y, si “Vuecencia” me deja escoger 150 jinetes y los jefes y oficiales que me acompañen, saldré esta misma noche, y mañana, antes del mediodía, espero estar inquietando a Morillo”. –“Muy bien, muy bien, respondió Bolívar; eso es lo que yo esperaba de usted”.

Era el dos de abril de 1819, y en la madrugada siguiente estaría cumplida la hazaña; constituyendo fecha gloriosa en los anales del valor, del heroísmo y de la libertad patria. Páez escogió 153 hombres, los dividió en siete grupos, puso al mando de cada uno a: los coroneles: Francisco Carmona; Francisco Arismendi; Cornelio Muñoz; los Tenientes coroneles: Juan Antonio Mina, Juan Gómez, Fernando Figueredo y Juan José Rondón. Su jefe de Estado Mayor era el General Justo Briceño; reservándose un grupo que dirigió personalmente él.

En primer lugar, atraviesa el río, se acerca a un lugar donde se encontraba una avanzada del ejercito realista, tomándola prisionera; luego, encuentra una segunda avanzada, denominada Gran Guardia, con iguales resultados. Acto seguido, realizaría la gran hazaña de las Queseras del Medio. Páez estaba fuertemente motivado, debido a que se encontraba ofendido en su amor propio, por cuanto, un realista pasado al bando patriota le había referido que Pablo Morillo planeaba capturarlo y hacerlo prisionero, en una de esas tantas escaramuzas, mediante las cuales, -con pleno dominio del arte de guerrear, y emulando al gran estratega romano Fabio Máximo, quien para desgastar al enemigo de Roma, Aníbal, empleó estrategia similar a la que usaba Páez, indicio certero de que éste, en 1819, ya había leído las Vidas Paralelas, de Plutarco, tal como conocía ya La Ilíada y La Odisea, de Homero. Por ejemplo, Páez, para privar al enemigo el acceso a pertrechos, provisiones y refugio, previa consulta con la Población de San Fernando, quemó el pueblo completo. Luego, prendía fuego a grandes extensiones de pastos, con exterminio del ganado yacente, lo cual privaba de alimento a los realistas y a la vez los corría de los lugares donde acampaban. De noche, amarrando cueros secos a las colas de caballos salvajes, -al igual que Aníbal utilizaba bueyes-, los lanzaba a los campamentos realistas, creando grandes estragos y alarmas, que los mantenían en vilo, y, además, en constante inquietud.

Igualmente, Páez, regularmente, atacaba a los realistas con un puñado de hombres, pero sin involucrarse en la batalla, hacía que huía, llevando a los realistas a lugares peligrosos dentro de los morichales, donde, tanto los caballos como los jinetes, generalmente, quedaban atrapados.

Morillo estaba claro que sin Páez como líder los llaneros dejarían de ser tan peligrosos. Dentro del plan del día, Páez calculó hasta donde llegarían los proyectiles enemigos, mandó a poner señales después de las cuales, en el ataque, no se debía pasar; y, atacando, al acercarse a la señal, los realistas dispararon, perdiéndose el efecto de la carga, para acto seguido, Páez y los suyos, simulaban un escape, yendo en pos de ellos Morillo y los suyos, por considerar que abandonaban la batalla.

Páez, intenta inducirlos hacia el sitio donde le tendía una emboscada con uno de sus grupos. Morillo, trata de envolver a Páez y los suyos, con dos alas laterales, para hacerlo prisionero, lo cual estuvo muy cerca de lograr. Luego, a una orden de Páez, con voz de trueno, diciendo: -“vuelvan cara..s”, esos intrépidos héroes se volvieron al ataque, lanzas en manos, introduciéndose en las desconcertadas filas realistas por el centro, a quienes, en lucha cuerpo a cuerpo, fueron diezmando, una parte por la lucha directa, y, la mayor parte, por cuanto los llaneros, conocedores del terreno, fueron llevando a los realistas a los lugares peligrosos por los morichales y del río Arauca, en los cuales, -los realistas-, por lo regular, entraban pero no salían.

El gran desconcierto que tal estrategia provocó entre los soldados realistas, creó tal terror que los indujo a un abandono desordenado de la batalla, causando, ellos mismos, gran estrago entre sus propias filas.

Morillo, al resguardo de un bosque, llegada la noche, pudo salvar buena parte del ejercito, y recuperar el ánimo de los suyos; pero, sus bajas fueron cuantiosas, mientras que, en las filas patriotas, sólo hubo dos bajas y seis heridos; con deceso de uno de ellos al día siguiente.

Ya estaba sellada la gran victoria. Un puñado de 153 hombres puso en jaque, diezmándolo, a un ejercito de 7.000 hombres entrenados en la guerra contra Napoleón.

Nada igual relata la historia. Pero, el impacto psicológico fue aún mayor. Morillo comenzaba a ver la “imbatibilidad” del ejército patriota. Páez y sus hombres, cual Aquiles, esperan su Homero para relatar tales hechos heroicos. Todo este prodigio de valor, heroicidad, patriotismo y habilidad, tenía por testigos, montados sobre las copas de los árboles, a Bolívar y al resto del ejercito patriota, quienes expectantes, con gran admiración, contemplaban tan sorprendente e incomparable hazaña.

Al regreso de Páez, con sus soldados, Bolívar lo abraza, felicitándolo y, en seguida, los premia a todos, con la Cruz de los Libertadores, lanzando la proclama: -“A los bravos del ejercito de Apure”, en cuya parte final, expresa: -“¡Soldados, lo que se ha hecho no es más que el preludio de lo que podéis hacer. Preparaos al combate, y contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y de vuestras bayonetas”.

El profesor José A. Febres Guevara, en su excelente obra: “Los héroes de las Queseras del Medio”·, ha sintetizado, en un bien documentado trabajo, la vida de los 153 héroes. Muchos de ellos, participarían, después, de las batallas de Boyacá, Carabobo, la toma de Puerto Cabello, Junin y Ayacucho. La proyección de “las Queseras del Medio”, su efecto glorioso y estímulo electrizante en la elevada auto-estima del ejército patriota, hay que verlo en la globalidad de la Guerra de la Independencia.

Páez, con el pasar del tiempo, seguiría prestando sus valiosos servicios a la Patria.

Adelante.





EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 23 de diciembre de 2010

SABE EL ESPÍRITU CUANDO REENCARNARÁ?



MEDITACIONES ESENCIALES: 330

SABE EL ESPÍRITU CUANDO REENCARNARÁ?

©Giuseppe Isgró C.


Realmente, salvo casos particulares y hasta determinado nivel evolutivo, en línea general, el Espíritu -hasta cierto  momento- no puede conocer en forma exacta la fecha en que le tocará efectuar su siguiente reencarnación, por cuanto, deberá coordinar, con antelación, y con las personas involucradas, los detalles inherentes, lo cual puede precisar su tiempo hacerlo.
·        Empero, una vez realizada la programación de objetivos para el siguiente ciclo de vida, bajo el asesoramiento de los propios guías y protectores espirituales, y de los Regidores cósmicos, del mundo de que se trate, el Espíritu conoce con antelación la fecha en que deberá reencarnar, salvo los eventuales ajustes de última hora. Esto es debido a que, el mismo Espíritu, haciendo uso de su libre albedrío, con las limitantes del propio karma y las interrelaciones de las personas involucradas, tiene una parte activa en la elección de las pruebas y de los detalles respectivos.
·        Una vez efectuado el plan, el Espíritu, al igual que todos aquellos que se les interrelacionan, conoce los detalles generales.
·        Podría haber casos en que los guías y protectores sugieran determinados planes los cuales son aceptados por los Espíritus involucrados, por la confianza que les tienen.
·        Aún, en otros casos, los compromisos kármicos son de tal magnitud que la autonomía queda temporalmente inhibida, sin margen de elección, salvo que por el correspondiente orden prioritario en que las deudas kármicas deben ser liberadas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LA AGUDEZA HISTORICA DE CERVANTES




LA AGUDEZA HISTÓRICA DE CERVANTES

©GIUSEPPE ISGRÓ C.


Cervantes, tanto en el Don Quijote, como en sus demás obras, jamás dejará de asombrarnos por la agudeza de su pensamiento, la sensibilidad de su Espíritu y la profundidad de sus observaciones. Cada generación, por los tiempos de los tiempos, irá descubriendo nuevas realidades que denotan la universalidad de las enseñanzas contenidas en el acervo cervantino.

Hay varios aspectos en la historia universal que precisan ser revisados; tres de ellos son: la reconquista, en España, con la expulsión de los moros y de los judíos; los efectos de la guerra civil española, entre fraternos seres; y la magnitud del descubrimiento de América, donde se encontraron civilizaciones en ningún modo inferiores a las del mundo conocido hasta entonces, que significó el surgimiento de un mestizaje que ha trascendido todas las manifestaciones étnicas, culturales, económicas, espirituales y sociales, en general, constituyendo uno de los ejes esenciales en torno al cual girará el mundo del futuro, conjuntamente con el otro, conformado por la península ibérica: España y Portugal, como puerta de entrada a Europa. Empero, en el desarrollo de esta realidad, han participado África, Asia y el resto de Europa y del Nuevo Mundo, ya que Inglaterra ha tenido incidencia importante en Norte América, Australia y otras regiones; Francia, en algún segmento de Canadá y Estados Unidos; y de los demás países, cada uno ha dado su aporte complementario: Italia, Alemania, y en menor grado, otras naciones. Empero, en la retorta del mundo, el proceso es dinámico y hoy vemos como el movimiento migratorio sigue activo. China, pacíficamente, y comercialmente hablando, está invadiendo al mundo, y su trascendencia solamente se podrá comprender dentro de algunos siglos. La India, se está convirtiendo en la mayor potencia mundial, con un recurso humano de altísimo nivel. Latinoamérica, sin embargo, habrá de aportar el pensamiento universal más trascendente, por la fusión más amplia de grupos étnicos y de culturas. El mundo árabe no ha dicho su última palabra, todavía.

Volviendo a Cervantes y a Don Quijote, hacia el final de la magna obra, cuando Sancha Panza decide abandonar el gobierno de la ínsula Barataria, se encuentra con un grupo de personas, entre quienes reconoce a un antiguo vecino y amigo suyo, el moro Ricote, que le cuenta las peripecias que tanto él como su familia y los de su grupo étnico han tenido que vivir después de la reconquista española y de la expulsión de los árabes y judíos. Le explica como esa gente, en los nuevos lugares a donde iba, seguía añorando a España, por cuanto ellos se sentían españoles; habían nacido allí, y durante incontables generaciones, en los casi ocho siglos que duró la expansión del mundo árabe y la civilización que le caracterizó, todos sus ancestros eran españoles. Después de casi ochocientos años que se van sucediendo las generaciones una tras otra, al final, esa gente, deja de ser del grupo étnico de origen, es decir, el árabe, pasando a ser parte del lugar en que han nacido, tanto ellos como sus antepasados. Sin embargo, son expulsados como gente extraña, y extraños siguen siendo, en mayor grado, aún, en las nuevas tierras a las que van a reubicarse. Veamos lo que le dice Ricote a Sancho Panza: -“Bien sabes, ¡oh Sancho Panza, vecino y amigo mío!, cómo el pregón y bando que…mandó publicar contra los de mi nación puso terror y espanto en todos nosotros; a lo menos, en mí lo puso de suerte, que me parece que antes del tiempo que se nos concedía para que hiciésemos ausencia de España, ya tenía el rigor de la pena ejecutado en mi persona y en la de mis hijos”. Luego agrega: -“Doquiera que estamos lloramos por España; que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patría natural; en ninguna parte hallamos el acogimiento que nuestra desventura desea; y en Berbería, y en todas las partes de África donde esperábamos ser recibidos, acogidos y regalados, allí es donde más nos ofenden y maltratan. No hemos conocido el bien hasta que le hemos perdido, y es el deseo tan grande que casi todos tenemos de volver a España, que los más de aquellos, y son muchos, que saben la lengua como yo, se vuelven a ella”…-. –“Tanto es el amor que le tienen; y agora conozco y experimento lo que suele decirse: que es dulce el amor de la patria”-.

La magnitud de este hecho histórico y las consecuencias, positivas y negativas del mismo, precisan ser estudiadas a la luz de la META-HISTORIA, con una percepción espiritual de la realidad, para percibir la trascendencia que en el concierto planetario ha tenido y sigue teniendo, única manera de interpretar tantos acontecimientos históricos, aparentemente inconexos entre ellos.

Por supuesto, la expulsión de los árabes y judíos, de España, determinó que el Renacimiento emergiera en Italia, primero y en el resto de Europa, después, en vez de la península ibérica, aunque ella jugara un rol importante en el proceso. Y el desplazamiento de los judíos a los países bajos, hizo que allí se desarrollara un comercio que, de otra manera, habría proliferado en España.

Empero, al mismo tiempo que ocurre la reconquista, se lleva a cabo el descubrimiento de América, donde España realiza una labor equivalente a la de Roma en el resto del mundo y en su época. En el espacio y en el tiempo, ocurren determinados acontecimientos que, vistos en conjunto, desde el punto de vista de la Meta-historia, arrojan inmensa luz para interpretar la historia universal. Las riquezas que aportó el Nuevo Mundo a España, y la demanda de bienes y servicios que precisó del resto de Europa, permitió la expansión del mercantilismo mundial, lo cual tuvo incontables efectos positivos en todos los ámbitos de la vida.

América, Australia y el resto del Nuevo Mundo, no han dicho aún la última palabra. En América, antes de la llegada de los descubridores, primero, conquistadores y fundadores de una nueva civilización después, preexistían profecías sobre la llegada del hombre blanco, con barba y penacho en la cabeza, que acabaría con el mundo antiguo pre-coloniano, y erigirían un nuevo grupo étnico. Bernardino de Sahagún, y posteriormente Clavijero, han descrito en profundidad estas profecías, entre ellas la que percibe la hermana de Montezuma II, la princesa Papantzin, antes ligeramente esbozada, que se verificó poco tiempo después, con la llegada de Hernán Cortes a México y los demás colonizadores, en el resto del continente.

Recordemos que ya Séneca, el ilustre cordobés, había profetizado lo siguiente: -“Años vendrán, pasados los siglos, en que el océano rompa la cadena de sus secretos y aparezca extenso territorio, y Tethys, la diosa del mar, nos muestre nuevos mundos y Thule no sea la última de las tierras”-.

La profecía de la hermana de Montezuma II, la princesa Papantzin, a la que antes se hiciera referencia, emitida a raíz de un fenómeno que constituye un notable caso de “experiencias cercanas a la desencarnación” ocurrida en el mundo pre-colonino, en el cual la princesa Papantzin, quien aparentemente había desencarnado, y en tal estado había sido conducida a su última morada, al cuarto día logró salir de la cueva en que se le colocara, removiendo la piedra de la entrada, causando, además, como es de suponer, asombro y terror en quienes le vieron de vuelta a la vida física, comunicándole a Montezuma II, lo siguiente: -“La causa por la que “he vuelto a la vida física” es para decirte que, en tu tiempo, se acabará el señorío de México, y tú eres el último señor porque vienen otras gentes, y ellas tomarán el señorío de la tierras y poblarán a México”. La princesa Papantzin, vivió veintiún años adicionales, teniendo, además, otro hijo. Existen otras profecías de análoga índole, que los acontecimientos posteriores han demostrado su veracidad, y que permiten darse cuenta de como la inmensa bibliografía de los historiadores de indias constituye una fuente digna de revisión y estudio.

La destrucción de poblaciones indígenas enteras, por parte de los españoles e ingleses, en los territorios dominados, pareciera que exterminaron para siempre a esos pueblos aborígenes del nuevo mundo. -Por supuesto, la expresión de nuevo mundo es metafórica, ya que se trata de un mundo tan antiguo como el europeo y con una cultura que en ningún modo le es inferior. Salvo que el fanatismo imperante llevó a muchos de esos “conquistadores” a destruir los vestigios de antiguas civilizaciones que hoy nos asombrarían, de haberse conservado. Sin embargo, allí permanecen los restos arqueológicos que denotan la inmensidad cultural de las civilizaciones: azteca, maya, tolteca, incaica, y de otras denominaciones, además de los vestigios de culturas más antiguas, aún, como las de Lemuria y Atlántida.- Empero, si bien físicamente se exterminó en gran parte al grupo aborigen, visto desde la perspectiva espiritual, dado que el espíritu es eterno e inmortal, y por la acción de la ley de la reencarnación, que ordena a quien quita una vida, reponerla, los indios enviados a mejor vida nacieron como hijos en las familias conquistadoras, mediante el cruce étnico, y los conquistadores despachados de igual modo a la dimensión espiritual, por la acción de los indios, tuvieron albergue en familias, también fruto de dicho cruce étnico, con el emergente mestizaje físico-espiritual resultante, de trascendentales consecuencias dignas de estudio. La naturaleza es sabia, y al conquistador español le gustaba la india, yacía con ella, y tenía hijos cuyos espíritus, según los casos, eran de la familia espiritual aborigen, y en otros, de la de los europeos, dando por fruto el mestizaje, -físico y espiritual- donde en la misma familia convivían espíritus aborígenes y europeos. Antes eran enemigos, ahora, por la ley cósmica, son miembros del mismo entorno familiar.

Lejos de desaparecer la familia espiritual pre-colonina, comenzó a camuflarse en ese nuevo mestizaje donde las familias emergentes, en el nuevo mundo, a partir de entonces, albergaban a espíritus aborígenes y los de los conquistadores, al mismo tiempo. A nivel físico se exterminaban unos con otros; desde el nivel espiritual, la ley cósmica, los integraba en un solo núcleo familiar.

La consecuencia de esto, la vamos a observar siglos después, cuando durante la guerra civil española, entre fraternos seres, unos con otros, se envían a mejor vida, en cantidades que aún la historia debe descifrar. Lo mismo que los conquistadores españoles hicieron vivir a los aborígenes americanos durante la conquista, exterminándolos, vivieron ellos, entre sí, en suelo patrio. Experimentaron análoga experiencia, por las razones que fueran. Cada quien suele beber, tarde o temprano, el mismo chocolate que sirve a otros. Es inevitable y justo, además, como acción pedagógica de la vida y expresión del profundo amor de la guía divina que nivela y armoniza a los seres por efecto de las leyes de afinidad, justicia, igualdad y compensación.

Paralelamente, el exilio de una inmensa cantidad de españoles durante la guerra civil, en el siglo XX, donde la flor y nata de España, -una constelación de intelectuales-, tuvo que emigrar de su propia patria, a enriquecer el Nuevo Mundo con sus aportes, se asemeja a la expulsión de los árabes y judíos, durante la reconquista, cuando en el mismo año del descubrimiento de América, en 1492, se expulsó de España el último bastión árabe, en Granada. Lo mismo que hicieron vivir con la reconquista, a los árabes y judíos, vivieron ellos, ahora, con el exilio, en la época franquista. Pero, -¿Quién mueve los hilos de la retorta del mundo? -¿Por qué se suceden los grupos espirituales, unos con otro, en el desarrollo de las civilizaciones? Con estos cambios, detrás de las apariencias, existen movimientos que conducen a los grupos espirituales en el lugar adecuado, en el momento oportuno, para realizar la obra de civilización que corresponde de acuerdo a la inquietud de los tiempos. Ese recurso humano de corte árabe y judío, fue a enriquecer otras regiones del mundo, floreciendo el Renacimiento italiano, primero, y el europeo, después. El contingente humano emergente, en España, con la reconquista y después de ésta, con el descubrimiento y conquista de un Nuevo Mundo, alcanza una trascendencia que supera cualquier acontecimiento ocurrido hasta entonces, equivalente a la expansión macedónica, liderada por Alejando Magno, en primer lugar, y por la de Roma, en segundo lugar. La labor de España, en América, no es inferior a ninguna de las dos, si exceptuamos la destrucción masiva de poblaciones enteras de aborígenes. (Para ser justos con España, los españoles se mezclaron con los aborígenes, y con el grupo étnico africano, en un grado inmensamente superior al de los ingleses en Norte América, -y otras regiones-, de ahí que en Ibero-América, si bien, aparentemente son más tardíos los efectos, las ventajas comparativas, a largo plazo, son de mayor alcance). Empero, el resultado final es equivalente, y visto desde una perspectiva espiritual, los artífices, también. Alejando Magno y Mahoma, personajes claves en épocas diversas, con igual magnitud de labor civilizadora, respectivamente, pese a las divergencias aparentes, son animados por el mismo ente espiritual, en una obra que va más allá de un simple ciclo de vida.

La expulsión árabe y judía, en la reconquista, y la emigración de los discípulos de la escuela platónica, en Constantinopla, por acción de Justiniano, quien ordenara el cierre de aquella magna institución, en el año 529 de nuestra era, por cuyo efecto ese recurso humano se desplaza a la región persa, en el actual Irán, va a representar un aporte enriquecedor, cuando años después, con la expansión árabe, encuentra allí un terreno fértil para el desarrollo de la filosofía, la ciencia, el arte y la espiritualidad islámica y sufí. Tanto Justiniano como el rey Fernando, son animados de un mismo espíritu en una obra equivalente, según los tiempos, de acuerdo a un plan que trasciende la percepción visible, en la dimensión objetiva.

Ese encuentro entre Sancho Panza y el moro Ricote, del que se vale Cervantes para representar los efectos que experimentan incontables seres, árabes y judíos, que se ven desplazados de su propia patria, en una nación que después de casi ocho siglos sigue considerando como a extranjeros a quienes con sus aportes enriquecieron el suelo íbero, es una lección admirable y denota la profunda agudeza histórico-espiritual del autor de Don Quijote. Hoy el mundo entero sigue admirando el legado árabe-judío de España y rindiendo honor a lo que, en suelo patrio, se sigue viendo con menosprecio, o por lo menos, valorándolo en grado inferior a lo que vale.

Cervantes mismo rinde justo homenaje a los árabes y su legado en España, en el capítulo 52 de la segunda parte del Quijote, cuando dice: -“Pensar que en esta vida las cosas della han de durar siempre en un estado es pensar en lo excusado; antes parece que ella anda todo en redondo, digo, a la redonda: la primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continúa; sola la vida humana corre a su fin ligera más que el viento, sin esperar renovarse si no es en la otra, que no tiene términos que la limiten”. Luego, Cervantes agrega: -“Esto dice Cide Hamete, filósofo mahomético; porque esto de entender la ligereza e instabilidad de la vida presente, y la duración de la eterna que se espera, muchos sin lumbre de fe, sino con la luz natural, lo han entendido; pero aquí nuestro autor lo dice por la presteza con que se acabó, se consumió, se deshizo, se fue como en sombra y humo el gobierno de Sancho”. Vemos como Cervantes, a la mayor obra que los tiempos han visto, símbolo y emblema de la nación íbera, que demarca a España en dos etapas claramente definidas, la primera, antes del Quijote, y la segunda, después de él, pone por autor simbólico de su historia a Cide Hamete, el filósofo mahomético. -¿Era Cervantes español, judío o árabe? Muchos estudiosos han querido reflejar su condición de judío, de la cual gran número de españoles se sienten orgullosos, no así de la árabe, aunque ésta le haya dado más lustre. Empero, Cervantes rinde en el Quijote un constante homenaje a la cultura árabe, como justo reconocimiento a una de las civilizaciones más importantes y esplendorosas que ha dado el mundo occidental, conjuntamente con la más sublime y vigente espiritualidad: la sufí. Al margen de la eventual ascendencia judía o árabe de Cervantes, en nuestra opinión era tan español el autor del Quijote como los árabes y judíos expulsados de España después de la reconquista, y así se sentían ellos, al emigrar y llegar como inmigrantes a las nuevas y extrañas tierras que fertilizarían con su aporte étnico-civilizador. Este aspecto relativo a Ricote y su encuentro con Sancho Panza, relatándole la experiencia del exilio árabe desde España, denota la profunda agudeza histórico-espiritual de uno de los más emocionantes personajes de la historia: Miguel de Cervantes y Saavedra. Sin duda una lección para aprender de una de las mentes más preclaras que ha dado España al mundo, aún en la misma España y en Ibero-América, en general.

Igual peripecias, observadas y registradas por Cervantes, vivieron los artífices de aquel entuerto, con el exilio español, en una de las épocas históricas más extrañas, como la franquista, cuyos efectos, aún, los historiadores deben analizar con mayor profundidad. Ciertamente, la historia espera al nuevo Cervantes, que sea capaz de ver más allá de las apariencias y descifrar el hilo conductor que trasciende la dimensión objetiva y revela el plan cósmico, en el concierto de las naciones, en el planeta tierra, y en gran número de mundos, en el universo entero.


Adelante.

jueves, 28 de octubre de 2010

EL PODER DE LA NADA













EL PODER DE LA NADA

POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.



Homero, en la Odisea, plasma una de las circunstancias más extraordinarias en cuanto a la expresión del poder: la naidad.

La nada no existe. Dentro de la aparente naidad reside la energía y la abundancia universales. Toda la energía eléctrica que hoy mueve el mundo no existía en forma tangible hace apenas dos siglos, empero estaba allí esperando a que alguien la expresase, al igual que se encuentra allí, en la aparente naidad, toda la que será utilizada en la eternidad futura.

Ese fue el poder que manifestó Ulises cuando Polifemo le pregunta: -“¿Quién eres?” “Nadie”, le responde el hombre de fértil ingenio y de incontables recursos o ardides.

Cuando los compañeros, después de que Ulises se ocupa de Polifemo, al acudir en su ayuda y preguntarle quien le hacía daño, le responde: -“Nadie me hace daño”. Si nadie le hacía daño, los compañeros se fueron tranquilos.

-¿Qué habría ocurrido si Ulises le dice quien era? Sus compañeros se habrían aprestado a ayudarle y Ulises no habría podido salir ileso de aquella cueva ubicada en la actual Catania, en Sicilia.

Es el poder de la nada que descubre la persona que teme que se agoten los recursos disponibles; empero, cuando ya no los tiene, momentáneamente, descubre otra clase de poder poco antes desconocido para él. Adquiere conciencia de que necesita mucho menos de que realmente creía, y adquieren importancia las cosas que de verdad sí la tienen, como es la supervivencia física, la conservación de la salud y el propio sustento y seguridad personal y de la familia, centrando la atención en la esencialidad de lo precisado, y la necesidad experimentada expresa el poder potencialmente infinito del ser humano en grado suficiente para resolver la situación que afronta. De la aparente naidad extrae un poder que poco antes era inexistente para él: intuitivamente percibe la solución, y las personas y recursos que habrán de coadyuvar.

La persona se da cuenta de que las cosas que antes temía, al afrontarla, ahora, cara a cara, no son tan terribles como creía. El problema que afronta aisla la situación y centra la atención, canalizando su poder potencialmente infinito. Fuerzas interiores que siempre estuvieron allí, en la nada, emergen como llevándole de la mano hasta la consecución de su objetivo, siempre y cuando cumpla un requisito. Que asuma la realidad, afrontándola. En el instante en que asume su responsabilidad, va tomando control de la realidad y de la situación que le compete.

Luego viene la técnica efectiva para resolver la situación:

El primer secreto: es AQUIETARSE. Una mente serena genera poder.

Luego, hay que redimensionar la situación: es preciso trasladar al papel todas las situaciones que precisan solución, desmenuzándolas en sus partes más pequeñas, y jerarquizándolas por su orden de prioridad. Los antiguos decían: DIVIDE Y VENCERÁS. El ser humano está dotado para resolver situaciones siempre y cuando las aborde una a la vez, en su respectivo orden de prioridad. Al escribir las cosas que requieren solución se dimensionan en su realidad objetiva y se toma control de ellas.

Esa prioridad número uno, a su vez se subdivide, si es necesario.

Luego se buscan todas las posibles o probables soluciones.

Se evalúa cada alternativa, haciéndose cargo probable de su factibilidad, del costo de oportunidad si se aplica la misma, si satisface en el mejor y en el menos favorable de los casos, y si pasando lo peor puede controlar la situación.

Establece las condiciones de certeza, de riesgo y de incertidumbre de la aplicación del curso de acción valuado y procede a su mejor criterio.

Es decir: pasa a la acción, única manera de trasladarse la persona desde el lugar en que se encuentra con la situación hasta el que contiene la solución.

La intuición, la inspiración, la fuerza de empuje y la de bloqueo coadyuvan en el proceso. Por eso se suele decir: Dios abre caminos donde antes inexistían: esos caminos afloran en la mente por la percepción intuitiva y por la inspiración, así como por la energía que acompaña a la percepción, tanto para actuar como para permanecer en quietud creativa, esperando el momento oportuno: EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO.

Es preciso persistir hasta que la mente psiconsciente se haga cargo de la situación. Allí alcanza la trascendencia del ser, descentrando la atención del ego y centrándola en “la nada”: la fuente universal del poder y de la sabiduría de los valores universales. Luego surgen las coincidencias que favorecen la solución o el logro.

Toda adversidad trae un beneficio equivalente o mayor, solía decir Napoleón Hill.

El ejercicio del poder de la naidad otorga un privilegio que en vano la persona buscaría bajo otra modalidad.

Es la libertad que descubre la persona cuando se libera de las cargas innecesarias que les tenían limitado. La libertad es parte del poder de la naidad. Es decir: Nada le ata, le retiene, le absorbe o le obliga, excepto la virtud. Todo lo lleva consigo, como decía Pitaco, uno de los siete sabios. Si no hay nada que cuidar, no hay nada que temer. Aquí entra en juego el desapego: Poseer sin apegarse a nada. El poder de la nada o de la naidad. Hay mucho que reflexionar en la trascendencia del propio ego a la conexión con la fuente universal: con el Creador, dejando que fluyan los sentimientos de los valores universales y el poder creador.

Con esta percepción las cosas que tienes adquieren valor. Te das cuenta de que tienes más de lo que pensabas: vida, poder, sabiduría, conocimiento, energía, vitalidad, amor, comprensión, experiencia y un sin número de virtudes que van aflorando cuando cara a cara te enfrentes con la nada.

Después de todo, hay algo de la cual nadie podrá despojar a ninguna persona: la nada. Pero, en la nada se encuentra la DIVINIDAD. En la nada del espacio vacío de un cuarto se halla la utilidad del mismo. Dentro del vacío de la nada nos encontramos inmersos en el supremo poder que cada día se expresa mejor al afrontar la realidad existencial.

Adelante.

miércoles, 6 de octubre de 2010

PERCEPCIONES DE VIDAS ANTERIORES



PERCEPCIONES DE VIDAS ANTERIORES

©GIUSEPPE ISGRÓ C.


El ser humano, cuando nace en cada nueva existencia, trae de vidas anteriores, en su espíritu, la aptitud, consistente en la capacidad de hacer o dejar de hacer, y la de comprender, hasta donde alcance el grado evolutivo en el último ciclo de vida.

El nuevo ser no recuerda, a nivel objetivo, salvo excepciones, nada que no haya sido aprendido en este ciclo de vida y percibido por los cinco sentidos físicos, más las deducciones e inducciones lógicas que desde los primeros años realiza el ser.

El alma, que constituye el enlace entre el cuerpo y el espíritu, contiene el archivo espiritual donde se encuentran registrados todos los actos, pensamientos y experiencias como historia de vida; pero el resultado de ese cúmulo de experiencias, en el espíritu, se refleja como aptitud y actitud, visión y capacidad de ser, hacer y dejar de hacer.

Ahora bien, -¿es verdad que no recuerda nada el nuevo ser de sus vidas pasadas?

Durante los primeros tres años, el nuevo ser recuerda todo de su vida pasada, al igual que un adulto lo hace con lo que le aconteció desde que tiene el uso de la razón. Empero, el niño no puede hablar, contando todo lo que recuerda. De poder hacerlo, sería terrible para todos los involucrados, por los secretos que revelaría, capaces de crear traumas al permitir conocer no solamente los casos buenos sino las lacras que se puedan arrastrar y las pruebas de vida que viene a afrontar, que nadie, en condiciones normales, sería capaz de soportar. Algunos podrían ser enemigos de los padres o de otros miembros de la familia y conocer esos detalles constituiría una carga innecesaria.

Esa es la razón por la cual la naturaleza, por bondad divina, evita que el niño pueda hablar hasta determinada edad y hay casos en que esa capacidad de hablar se retarda aún más allá de lo normal.

Pese a todo, esos recuerdos que el niño rememora, quedan registrados en su actual archivo mental, ese es el motivo por el cual la persona experimenta la sensación de haber vivido siempre y se representa, mentalmente, un conocimiento histórico que trasciende los límites del presente ciclo de vida, conociendo, generalmente, mucho más de lo que nadie le enseñó y pese a eso no se da cuenta de que sabe más de lo que nadie le ha enseñado.

Además, en los primeros años de vida, el niño se actualiza, poniéndose al día con lo que dejó de aprender a nivel objetivo desde la desencarnación en el ciclo de vida anterior, a lo cual se suma la experiencia adquirida en la dimensión espiritual, entre vidas.

En torno a los siete años el niño se habrá nivelado y puesto al día y ya alrededor de los diez y ocho años se encuentra a un nivel óptimo como si nunca hubiese interrumpido ningún ciclo de vida, a nivel de aptitud, es decir: capacidad de ser, hacer o dejar de hacer, traducido esto como visión de vida y actitud, reflejado todo en el carácter de la persona.

A través de las proyecciones espirituales, de la estadía en la dimensión espiritual durante el sueño, de los períodos de meditación y los de relajación, permiten la UNIFICACIÓN DE LA CONCIENCIA, facilitando que cada ser sepa, en un momento dado, mucho más de lo que realmente aprendió en el presente ciclo de vida.

A esto se suma el conocimiento percibido mediante la intuición y la inspiración, entre otras inmensas facultades espirituales que posee el ser humano y cada uno de los integrantes de los tres reinos naturales.

Adelante.

viernes, 1 de octubre de 2010

UN MAESTRO DE LÍDERES


UN MAESTRO DE LÍDERES
POR GIUSEPPE ISGRÓ C.
Isgrocattafi@yahoo.es

Dion de Prusa, relata el diálogo imaginario entre Felipe de Macedonia y Alejandro Magno, en el cual el padre le explicaba a su hijo porque consideraba a Hesiodo maestro de líderes por excelencia. El joven le rebatía con argumentos razonados, explicando que Hesiodo les enseñaba a los artesanos como debían cultivar la tierra y en que época del año efectuar la siembra. Por ejemplo, les sugería hacerlo cuando la grulla pasaba en su viaje hacia África, buscando mejor clima, antes de la llegada del invierno. De igual manera, les indicaba cuales eran los mejores días para ir al mercado para vender los frutos de su cosecha, y muchos otros secretos del arte relativo a los artesanos. Mientras que Homero, en cambio, ensañaba el arte integral del liderazgo y los valores que debían cultivar los conductores de hombres, que él solía denominar pastores de hombres. Le demostró, al padre, que el auténtico maestro de líderes, o de reyes, era Homero, dejando en claro que Hesiodo lo era, en su opinión, como fue dicho, de artesanos.
Al final del diálogo, el padre, orgulloso, expresa que bien valió la pena haber rodeado a su hijo de ilustres maestros como Aristóteles, bajo cuya égida tantos progresos había hecho.
Cabe destacar que en el certamen en el cual se enfrentaron Hesiodo y Homero, pese a que todos aclamaron a Homero, lo ganó Hesiodo, por cuanto, al final, cuando el rey le pregunta a ambos que es lo que consideraban como más importante, el primer expresó que era el cultivo de la tierra por cuanto proporcionaba el alimento suficiente, mientras que Homero se refirió a la guerra y a las ventajas que proporcionaba, reflejo, ambas respuestas, de las actividades respectivas de cada uno, tal como lo señalaba Alejandro, por lo cual, el maestro de líderes por excelencia era Homero.
Dion de Prusa, también se planteaba, en otro de sus diálogos, quien era el maestro de Sócrates, el hombre a quien la pitonisa del oráculo de Apolo, en Delfos de la antigua Grecia, había señalado como el más sabio de su época, tanto entre los griegos como entre los bárbaros. Sin duda, Sócrates representa otra variante de liderazgo, pero Dion de Prusa, en esta oportunidad como opinión suya personal, sigue anteponiendo a Homero como maestro y paradigma por encima de cualquier otro.
Podría decirse que la edad de oro griega tuvo como maestro fundamental a Homero, por cuanto, los jóvenes, durante varios siglos, se afanaban en emular las cualidades y virtudes de los héroes homéricos, con lo cual floreció el esplendor de esa época dorada; Solón, Pisistrato, Pericles, Sócrates, Platón, Aristóteles y Alejandro Magno, son sólo algunos entre las tantas generaciones que se educaron con la lectura de las obras de Homero, -cuyo verdadero nombre era Demodoco, el aeda inspirado del País de los Feacios, antigua Camerina, actual Rágusa, Sicilia, Italia,- es decir, la Ilíada y la Odisea, que han seguido acaparando la atención de los pensadores más importantes de todos los tiempos. Fue Solón, en el siglo VI antes de nuestra era, quien ordenó los poemas homéricos en su estado actual.
Es por todos sabido que las hazañas de Alejandro las realizó emulando las de Aquiles, que le inspiraron, relatadas por Homero en la Ilíada.
Pero Homero aún reserva ocultos tesoros para quienes osaren leerle con sostenido y repetido empeño. La Ilíada y la Odisea, sobre todo ésta última, deberían ser libros de cabecera de todo líder que aspira a las grandes realizaciones. Las virtudes heroicas en acción que describe el mayor poeta de todos los tiempos, a quien el oráculo define: “con mucho, el varón más sabio entre los humanos”, han inspirado, y seguirán haciéndolo, a incontables generaciones de líderes y pensadores.
Adelante.

viernes, 24 de septiembre de 2010

POTENCIALMENTE, SIN LÍMITES



POTENCIALMENTE, SIN LÍMITES
©GIUSEPPE ISGRÓ C.

-¿Es verdad que Dios ha puesto ciertos límites a nuestras investigaciones?
De ser cierto, -¿cuáles son?
En primer lugar, potencialmente hablando, Dios no ha puesto límites de ninguna naturaleza, para nadie, excepto el de la evolución personal y los estados de conciencias inherentes, que por propio mérito se van desarrollando, en la espiral evolutiva, en el eterno presente.
Ese y solamente ese es el único límite; es decir, podemos llegar hasta donde alcanzan nuestras propias fuerzas; empero, ellas son factibles de ser incrementadas por el propio desarrollo evolutivo, en forma gradual y constante.
En la medida en que se va alcanzando una visión más amplia de la realidad que nos circunda, podemos emprender investigaciones y tareas de mayores envergaduras.
Evidentemente, existe un orden universal que es preciso seguir, siendo imposible saltar determinados grados, pero, lejos de ser un límite, implica una guía del orden que deben orientar nuestros trabajos.
La actitud correcta debe ser, siempre, la de rechazar cualquier imposición de límites de quien quiera que sea.
Si el Creador Universal ha dispuesto que, en el eterno presente, encontremos siempre un más allá de progreso, sin límites algunos, -¿por qué razón deberíamos aceptar ese tipo de imposiciones de quienes, en un momento dado, pudiesen tener motivos para inhibir una tendencia natural de los seres, aún en los tres reinos naturales, es decir, hacia el avance constante hasta donde alcance la infinita imaginación, que es la visión del espíritu.
De encontrar una barrera, es preciso, también, descubrir la manera de superarla, sin importar el tiempo que se pueda requerir ni el esfuerzo o trabajos necesarios a tales efectos.
Todo es posible de lograr si tenemos la idea clara de lo que queremos y, paralelamente, se emprende la acción suficiente y sostenida en el tiempo, hasta alcanzar el grado de conocimiento o logro anhelado.
A través del progreso, el hombre ha encontrado la manera de ver más lejos inventando el telescopio. Con el microscopio, descubrió un mundo inmensamente pequeño, que escapa a simple vista. Se la ha ingeniado para idear aparatos que le permiten volar y desplazarse a lejanos lugares, a gran velocidad, que solamente unos pocos siglos antes eran apenas sueños en mentes prodigiosas como la de Leonardo Da Vinci. Se puede uno sentar frente a un ordenador y comunicarse en pocos segundos con un sinnúmero de personas, simultáneamente. Se podría enumerar una gran cantidad de otros instrumentos que han extendido en forma prodigiosa la inmensa capacidad de crear del ser humano, y nos asombraríamos todavía más si pudiésemos percibir lo que realizan cada uno de los entes respectivos en los tres reinos naturales, incluyendo el mineral.
¿Aprenderemos a viajar, también, en proyección espiritual, a la velocidad del pensamiento, por el inmenso universo, y percatarnos de lo que existe allí? Muchas pruebas al respecto demuestran que en un día no muy lejano, en cuanto el factor moral alcance el nivel de madurez óptimo, eso será una realidad al alcance de todos, sin excepción.
El ser humano ha descubierto, también, que cuando su capacidad de razonamiento, utilizando la lógica inductiva y deductiva, alcanza al límite de sus posibilidades, se activan las facultades de la intuición y de la inspiración, entrando con una fuente de sabiduría que le permiten percibir lo que apenas unos minutos antes le era desconocido. ¿Dónde se encontraba ese conocimiento?
El ser humano, también, ha observado que, interiorizándose, entra en conexión divina con el Creador Universal, en una práctica de espiritualidad directa, sin intermediarios, y se transforma en un instrumento activo de su voluntad, fluyendo en su conciencia la sabiduría expresada mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales, guía infalible en la práctica de todas las virtudes.
De igual manera, ha efectuado un asombroso descubrimiento: el de que posee un poder potencialmente infinito que se expresa en el mismo grado en que va afrontando situaciones para resolver u objetivos por realizar.
Sin importar cuan elevada pueda ser la dificultad encerrada en la situación por resolver o el objetivo por resolver, en cualquier orden, desde una minúscula bagatela familiar hasta un viaje espacial, el ser humano va expresando el poder creador suficiente para alcanzar el respectivo logro, oportunamente.
El ser humano ha efectuado, ya, otro de los grandes descubrimientos trascendentales, como es el de que posee un espíritu eterno e inmortal, que vivirá en una infinidad de ciclos de vidas, en éste y en incontables mundos del universo, en el eterno presente, donde siempre encontrará un más allá de progreso, de sabiduría y de poder creador.
Finalmente, en la medida en que profundiza en el potencialmente infinito poder creador del cual dispone y en el conocimiento más íntimo de sí mismo, percibe que él, es el caminante y el camino que conduce a la fuente, en una espiral evolutiva infinita, y a un determinado momento, descubre también, que él es la fuente, formando una unidad perfecta e indisoluble con el SER UNIVERSAL, del cual ha emanado –en el instante preciso- a la conciencia del Ser Individual. Si los hijos de los gatos, son también gatos. Los seres humanos, como emanación de la DIVINIDAD, -¿qué son?
No deja de ser asombroso que tantos seres que forman una UNIDAD perfecta e indisoluble con la DIVINIDAD y las bondades inherentes que eso implica, mantengan el interruptor de la luz de la conciencia apagado, cuando con un simple toque transformarían la noche oscura en un dorado amanecer. Es preciso VIVIR EN CONEXIÓN ESPIRITUAL CON EL CREADOR UNIVERSAL, sin intermediarios, transformándose en un activo instrumento de su voluntad divina.
A Kabir le resultaba inconcebible que en el mar los peces tuvieran sed.
En un universo lleno de abundancia para todos, pensado en grande por el SER UNIVERSAL, con un plan divino de vida para cada quien, -¿por qué no abrir los ojos y así descubrir las inmensas riquezas al alcance de las manos, mediante el SERVICIO, asumiendo tu respectiva cuota en la realización de la gran obra?
Escuchar la voz de la conciencia permite descubrir la propia identidad, por cuanto ella es una réplica de la del Creador, y en ella se expresa ÉL mediante el lenguaje de los sentimientos de los valores universales. Allí reside tu sabiduría y el poder potencialmente infinito, que te permiten el usufructo de la riqueza integral que espera por ti, aquí y ahora, en el eterno presente.
Adelante.

martes, 24 de agosto de 2010

PÁEZ, EL HÉROE DE LAS QUESERAS DEL MEDIO



PÁEZ,
EL HÉROE DE “LAS QUESERAS DEL MEDIO”

©Giuseppe Isgró C.



El 13 de junio de 1790, nació uno de los máximos héroes de la Patria y uno de sus hijos más ilustres: José Antonio Páez. La hazaña cuyo recuerdo emocionaba más al General Páez, era la de “las Queseras del Medio”, donde con un selecto grupo de 153 hombres, logró una de las más grandes victorias militares de la historia.

Estando Bolívar en Apure, y los realistas, al mando de Pablo Morillo, en las cercanías del río Arauca, en la margen izquierda del sitio conocido como “las Queseras del Medio”, llamó a Páez, a quien, -según relato del General Guzmán Blanco, que le contara uno de los héroes-, le dijo, frente a los demás jefes patriotas: -“Qué clase de valor es el suyo, General Páez? -¿Qué especie de jinetes tiene usted que no puede hacer una simple diversión al enemigo, una recorrida siquiera para tantear sus posiciones?

A lo cual, Páez, le respondió: -“Mi General, yo no sabía que en un Campamento en que “Vuecencia” es el Jefe me fuese permitida ninguna iniciativa: excúseme “Vuecencia”, que yo espero reparar la falta que involuntariamente haya cometido”. –“Diga usted, le contestó Bolívar”. –“Yo conozco, le refiere Páez-, un vado que está más arriba, y, si “Vuecencia” me deja escoger 150 jinetes y los jefes y oficiales que me acompañen, saldré esta misma noche, y mañana, antes del mediodía, espero estar inquietando a Morillo”. –“Muy bien, muy bien, respondió Bolívar; eso es lo que yo esperaba de usted”.

Era el dos de abril de 1819, y en la madrugada siguiente estaría cumplida la hazaña; constituyendo fecha gloriosa en los anales del valor, del heroísmo y de la libertad patria. Páez escogió 153 hombres, los dividió en siete grupos, puso al mando de cada uno a: los coroneles: Francisco Carmona; Francisco Arismendi; Cornelio Muñoz; los Tenientes coroneles: Juan Antonio Mina, Juan Gómez, Fernando Figueredo y Juan José Rondón. Su jefe de Estado Mayor era el General Justo Briceño; reservándose un grupo que dirigió personalmente él.

En primer lugar, atraviesa el río, se acerca a un lugar donde se encontraba una avanzada del ejercito realista, tomándola prisionera; luego, encuentra una segunda avanzada, denominada Gran Guardia, con iguales resultados. Acto seguido, realizaría la gran hazaña de las Queseras del Medio. Páez estaba fuertemente motivado, debido a que se encontraba ofendido en su amor propio, por cuanto, un realista pasado al bando patriota le había referido que Pablo Morillo planeaba capturarlo y hacerlo prisionero, en una de esas tantas escaramuzas, mediante las cuales, -con pleno dominio del arte de guerrear, y emulando al gran estratega romano Fabio Máximo, quien para desgastar al enemigo de Roma, Aníbal, empleó estrategia similar a la que usaba Páez, indicio certero de que éste, en 1819, ya había leído las Vidas Paralelas, de Plutarco, tal como conocía ya La Ilíada y La Odisea, de Homero. Por ejemplo, Páez, para privar al enemigo el acceso a pertrechos, provisiones y refugio, previa consulta con la Población de San Fernando, quemó el pueblo completo. Luego, prendía fuego a grandes extensiones de pastos, con exterminio del ganado yacente, lo cual privaba de alimento a los realistas y a la vez los corría de los lugares donde acampaban. De noche, amarrando cueros secos a las colas de caballos salvajes, -al igual que Aníbal utilizaba bueyes-, los lanzaba a los campamentos realistas, creando grandes estragos y alarmas, que los mantenían en vilo, y, además, en constante inquietud.

Igualmente, Páez, regularmente, atacaba a los realistas con un puñado de hombres, pero sin involucrarse en la batalla, hacía que huía, llevando a los realistas a lugares peligrosos dentro de los morichales, donde, tanto los caballos como los jinetes, generalmente, quedaban atrapados.

Morillo estaba claro que sin Páez como líder los llaneros dejarían de ser tan peligrosos. Dentro del plan del día, Páez calculó hasta donde llegarían los proyectiles enemigos, mandó a poner señales después de las cuales, en el ataque, no se debía pasar; y, atacando, al acercarse a la señal, los realistas dispararon, perdiéndose el efecto de la carga, para acto seguido, Páez y los suyos, simulaban un escape, yendo en pos de ellos Morillo y los suyos, por considerar que abandonaban la batalla.

Páez, intenta inducirlos hacia el sitio donde le tendía una emboscada con uno de sus grupos. Morillo, trata de envolver a Páez y los suyos, con dos alas laterales, para hacerlo prisionero, lo cual estuvo muy cerca de lograr. Luego, a una orden de Páez, con voz de trueno, diciendo: -“vuelvan cara..s”, esos intrépidos héroes se volvieron al ataque, lanzas en manos, introduciéndose en las desconcertadas filas realistas por el centro, a quienes, en lucha cuerpo a cuerpo, fueron diezmando, una parte por la lucha directa, y, la mayor parte, por cuanto los llaneros, conocedores del terreno, fueron llevando a los realistas a los lugares peligrosos por los morichales y del río Arauca, en los cuales, -los realistas-, por lo regular, entraban pero no salían.

El gran desconcierto que tal estrategia provocó entre los soldados realistas, creó tal terror que los indujo a un abandono desordenado de la batalla, causando, ellos mismos, gran estrago entre sus propias filas.

Morillo, al resguardo de un bosque, llegada la noche, pudo salvar buena parte del ejercito, y recuperar el ánimo de los suyos; pero, sus bajas fueron cuantiosas, mientras que, en las filas patriotas, sólo hubo dos bajas y seis heridos; con deceso de uno de ellos al día siguiente.

Ya estaba sellada la gran victoria. Un puñado de 153 hombres puso en jaque, diezmándolo, a un ejercito de 7.000 hombres entrenados en la guerra contra Napoleón.

Nada igual relata la historia. Pero, el impacto psicológico fue aún mayor. Morillo comenzaba a ver la “imbatibilidad” del ejército patriota. Páez y sus hombres, cual Aquiles, esperan su Homero para relatar tales hechos heroicos. Todo este prodigio de valor, heroicidad, patriotismo y habilidad, tenía por testigos, montados sobre las copas de los árboles, a Bolívar y al resto del ejercito patriota, quienes expectantes, con gran admiración, contemplaban tan sorprendente e incomparable hazaña.

Al regreso de Páez, con sus soldados, Bolívar lo abraza, felicitándolo y, en seguida, los premia a todos, con la Cruz de los Libertadores, lanzando la proclama: -“A los bravos del ejercito de Apure”, en cuya parte final, expresa: -“¡Soldados, lo que se ha hecho no es más que el preludio de lo que podéis hacer. Preparaos al combate, y contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y de vuestras bayonetas”.

El profesor José A. Febres Guevara, en su excelente obra: “Los héroes de las Queseras del Medio”·, ha sintetizado, en un bien documentado trabajo, la vida de los 153 héroes. Muchos de ellos, participarían, después, de las batallas de Boyacá, Carabobo, la toma de Puerto Cabello, Junin y Ayacucho. La proyección de “las Queseras del Medio”, su efecto glorioso y estímulo electrizante en la elevada auto-estima del ejército patriota, hay que verlo en la globalidad de la Guerra de la Independencia.

Páez, con el pasar del tiempo, seguiría prestando sus valiosos servicios a la Patria.

Adelante.