sábado, 19 de mayo de 2012

LA SABIDURÍA DE HERMES TRISMEGISTO



LA SABIDURÍA
DE HERMES TRISMEGISTO
POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Si Hermes Trismegisto, el tres veces grandes, como se le conoce, hubiese sido contemporáneo de Abraham, como algunos afirman, el personaje descollante de la época lo habría sido aquel y no éste, copando la escena de tal manera que las crónicas históricas, lo habrían registrado, cosa que no ocurre así.
Todas las huellas que nos quedan indican que Hermes es un personaje mucho más antiguo, de las eras mitológicas, pero no es un mito, por cuanto quedan fragmentos importantes de su extensa obra, que les señalan como fundador de las ciencias fundamentales, incluyendo “la invención de la escritura”.  
Ese valioso legado que se conserva, aún, se conoce como el Corpus Hermeticum, entre cuyas obras, todas valiosísimas, se destaca El Kybalión, que contiene una síntesis de los principios herméticos de:  Mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto y generación.
Otra de obras emblemáticas de Hermes, es la Tabla Esmeraldina, que contiene la ley de los reflejos, que expresa: -“Cómo es abajo es arriba y viceversa”, que permite deducir una realidad trascendental con muchas vertientes y variantes. Empero, el “Poimandres”, “El discurso universal de Hermes a Ascelpios”, “El Cráter o la Monada”, en el cual Hermes le habla a su hijo Tat, “El Dios invisible es muy evidente”, “La clave”, “La Inteligencia a Hermes”, “Sobre la Inteligencia común”, “Sobre el pensamiento y la regla del silencio”, “Discurso de iniciación, o Asclepios”, entre otros, indican la variedad de argumentos y la importancia de su repertorio.
Cómo mensajero de Zeus, la antigüedad de Hermes podría remontarse hasta la antigua Atlántida, de donde, bien sea él con su doctrina, o únicamente ésta, trascendieron a Egipto, en primeras instancias, y posteriormente, a los demás países que albergaron su Doctrina.
El libro  “La salida del alma a la luz del día”, mejor conocido como El libro egipcio de los desencarnados, cuyo personaje relevante es el dios Toth, de quien se cree que sea el mismo Hermes, salvo que existan dos Hermes, como algunas teorías asoman, uno de los cuales de épocas más recientes. Hermes es un ser de elevada conciencia que vivió, probablemente, antes del hundimiento de la Atlántida. Esto significaría una antigüedad superior a los 10.500 años.  Este es un punto que requiere ser tratado con la mayor prudencia.
Siendo “El libro egipcio de los desencarnados” de una antigüedad estimada en 5.000 años, o más, si ambos personajes, el dios Toth y Hermes, fuesen el mismo, ya tendría una antigüedad mínima de esa cantidad de tiempo. Empero, tampoco existen registros que indiquen que vivió en esa época, excepto que el mencionado libro se encuentra registrado en láminas que decoran las paredes de una pirámide egipcia.
Así las cosas, y habiendo sido las tres grandes pirámides, conjuntamente con otras, y la Esfinge, contraídas antes de que las aguas se retirasen del Sahara, de acuerdo con la percepción de Paul Brunton, autor del libro El Egipto Secreto, la existencia de Hermes se remonta a la antigua Atlántida y pudiese, su cronología, trascender los 15.000 años la época en que vivió Hermes, el mensajero de Zeus.
Tengamos presente que todos los personajes mitológicos, en su gran mayoría, fueron seres humanos en la remota Atlántida, de lo cual hay muchas evidencias que lo demuestran, y seres mitológicos como Teseo, por ejemplo, que fue amigo de Hermes, y a quien Plutarco confronta como vida paralela de Rómulo, éste como fundador de Roma, en el año 753 antes de nuestra era, y aquel, de Atenas.
Siendo Teseo contemporáneo de Hermes, y si éste tiene una antigüedad mayor de 15.000 años, Atenas se fundó en época tan remota?
El misterio del Minotauro, -y del hilo de Ariadna-, es tan antiguo?
Registros históricos hacen referencias a batallas sostenidas por los atlantes con los antiguos griegos. De ser ciertas las noticias, existían poblaciones más antiguas de lo que se cree tanto en Grecia como en Egipto, lo cual sin duda alguna fue así.
Ciertamente, debe haber una razón lógica por la que estas enseñanzas se preservaron del vulgo, a quien se suponía que no era capaz de asimilarlas.
Es posible que esto fuera cierto; empero, pareciera más bien, que lo fue porque los enemigos de la luz perseguían toda corriente de pensamiento que se opusiera a sus propósitos de dominación, y que, además, jamás tuvieron interés de educarle para emanciparle.
Hoy en día, que muchos grandes iniciados han percibido que las masas si son susceptibles de aprender, si se les enseña, y han puesto al alcance popular las grandes enseñanzas de la antigüedad, a partir del siglo XIX se ha visto como ha ido creciendo el número de estudiantes de la ciencia hermética y de la Verdad Universal.
Pero, la información se sigue ocultando todavía; y algo más importante aún: se continúa tergiversando mediante matrices de opiniones que el vulgo suele aceptar, repitiéndolas, con insuficiente reflexión.
Así como las grandes masas han sido capaces de aprender los errores que se les han inculcado, y se han mantenido fieles en ellos, de generación en generación, si se les transmite la verdad, tal cual es, también serán capaces de asimilarla.
Recordemos, la verdad jamás puede hacer daño; los grandes pensadores de todos los tiempos la han divulgado.
No son las grandes masas que han sido incapaces de asimilar la verdad, sino que la verdad les fue ocultada por quienes estaban encargados de su instrucción.
Ahora empieza una nueva era de enseñanzas acordes con la verdad universal, y la humanidad, aprendiendo a vivir de acuerdo con las leyes y principios de la naturaleza, practicando todas las virtudes y estudiando todas las ciencias, las artes y las filosofías, así como la axiología, o ciencia de los valores, podrá regir mejor sus destinos terrestres para ser mucho, pero mucho más feliz, cumpliendo con su auténtica misión cósmica.
Es preciso dejar de subestimar a las grandes masas en su verdadera capacidad para aprender la ciencia sublime de la vida. Cumplamos nuestra misión de trasmitir la luz, ésta, por sí sola, constituirá un potente faro que iluminará las consciencias, y se proyectará siempre un mayor grado de Luz, cada día mejor, en la medida que cada quien pruebe las delicias de su miel, y experimente la certeza de su pasos, en dirección de la sublime meta de la sabiduría universal.
Sigamos el ejemplo de Hermes Trismegisto, el mensajero de Zeus, o el Escriba divino.
Adelante.


NICOLA PAONE


NICOLA PAONE
POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Una noche, en 1991, Jo se encontraba contemplando un programa en la televisión, vía satélite, desde Argentina, en el que se presentaba a un cantante de nombre: Nicola Paone, muy famoso en ese país y otros de Latinoamérica, además de su país de nacimiento, Estados Unidos.
Jo recordaba que de niño, unos vecinos que vivían exactamente al lado de su abuelo paterno, de apellido Paone, tenían un hijo de nombre: Nicola Paone, que había nacido en Pensilvania, pese a que, a los cinco años regresó al pueblo de sus padres, y con ellos, en Sicilia. Luego, a los quince años, vuelve de nuevo a E.U.A., alcanzado, gradualmente, una inmensa popularidad como cantante, a nivel internacional. Esa noticia circulaba ampliamente en aquel pequeño pueblo siciliano; pero, nada más, y Jo la recordaba.

      En la entrevista que le hacen a Paone, se encuentra en compañía de su esposa, -ya, para esa época él tenía 78 años-, en la cual relata los éxitos  de su vida, y trayectoria profesional desde sus comienzos. Destaca que, con intenso trabajo y preparación, rápidamente, se granjeó la aceptación del público. Una canción muy popular de él se intitula: Uei paesano, come sta?; otras, son: La cafetera, Canta y Argentina. 

A un cierto momento, le piden que interprete una canción de su extenso repertorio, y lo hace con una canción que empezaba así: -“Da Milazzo a Spadafora”, …. Eso produjo en quien esto escribe una gran emoción.
El pueblo de San Pier Marina, que es el de los padres de Paone, y el de los abuelos del autor de este artículo, se encontraba, exactamente, entre Milazzo y Spadafora, en la Provincia de Messina, Sicilia, lo cual despejó toda duda de que se trataba de la misma persona, de la cual oyera hablar en su niñez.
Por irrelevante que parezcan, esas noticias de Nicola Paone tuvieron cierta importancia  para quien esto escribe. Había oído destacar, desde niño, de que él era un cantante importante pero no tenía idea  del verdadero grado de su jerarquía.
Además, es significativo observar como, desde pequeños pueblos que parecieran ser insignificantes en la geografía mundial, se proyectan, en diversas generaciones, personajes que descuellan en países distantes, como, en este caso, Nicola Paone, en Argentina, y otros países latinoamericanos, además del propio U.S.A.  
La moraleja del presente relato se deduce del hecho que, sin importar el lugar donde cada quien nace, la vida le va conduciendo, oportunamente, a aquel otro en que debe desempeñar sus funciones como ser humano; e independientemente de cual sea el sitio en que cada quien se desempeñe, si es competente en algo que pueda ser de utilidad a algunas personas, o a muchas, en un momento dado, las circunstancias les serán favorables para que vayan a buscarle allí.
O, también, como suele ocurrir, por la inspiración de quienes cooperan en la dirección espiritual del mundo, le sugieren desplazarse a otras zonas, y al hacerlo, encuentra la oportunidad que su preparación amerita.
Esto demuestra, una vez más, que ningún lugar está lejos para cooperar en el desarrollo de los planes del Gran Arquitecto del Universo. Gloria al Eterno que lo dispuso así.
Significa, también, que nadie es extranjero en parte alguna, por la ley cósmica. En el globo terráqueo, todos somos terrícolas.  
Las fuerzas morales, como las concibiera José Ingenieros, el maestro de América, oriundo de la Trinacria; los valores universales, percibidos por Ralph Waldo Emerson, en sus Ensayos, y Benjamin Franklin, en su obra: El hombre de bien vivir; y la conciencia de la realidad espiritual del destino humano en la tierra, y en el universo, como lo percibieran Allan Kardec y León Denis, en sus respectivas obras: El Libro de Espíritus y El Problema del Ser y del Destino, servirán de potente faro para quienes quieren aspiran llegar a puertos más seguros, en el largo viaje del eterno retorno en la conciencia evolutiva del ser individual al Ser Universal.
Adelante.





viernes, 18 de mayo de 2012

EL KYBALIÓN I



EL KYBALIÓN
En la senda de Hermes Trismegisto

Autores: TRES INICIADOS
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C.

Capítulo I: LA FILOSOFÍA HERMÉTICA

-“Los labios de la sabiduría únicamente se abren para los oídos de la comprensión”-.
El Kybalión

Las doctrinas herméticas que, por siglos, han dejado su huella en el pensamiento filosófico de los pueblos de todo el mundo, tienen su raíz en el antiguo Egipto.
Allí, detrás de las Pirámides y de la Esfinge, nacieron las Doctrinas Místicas de la Sabiduría Eterna, de cuyos fundamentos se inició toda otra enseñanza, proveniente de la India, Persia, Caldea, Medea, China, Japón, Asiria,  la antigua Grecia y Roma. Todos se nutrieron del fruto del saber que los grandes maestros de Egipto habían acumulado durante milenios para quienes se encontraban en grado de comprenderlo.
Desde la época de Hermes ningún sabio ha logrado alcanzar las vetas de la sabiduría de los maestros del antiguo Egipto, donde se encontraba la Gran Logia de las Logias de la Mística. Es de aquella sublime fuente que llegaron los estudiantes que, transformados en adeptos e instructores, viajaron por el mundo llevando consigo todo el acervo de la Sabiduría oculta. Estaban prontos para hacer partícipes a todos quienes se encontraban dispuestos a recibirlo.
A ellos, y a sus propios méritos se dirige, aún con reverencia, todo estudioso de las ciencias ocultas.
Pero, si bien los maestros del antiguo Egipto fuesen grandes, uno solo de ellos mereció la denominación de “Maestro de Maestros”.
Su memoria se pierde en la noche de los tiempos; parece que fue el padre de la ciencia oculta, así como el fundador de la astrología y de la alquimia.
Dado el enorme número de siglos transcurridos, no se conoce con exactitud su vida, aun si muchos países, ya desde hace miles de años, se disputan el privilegio de haberle visto nacer.
Su última encarnación parece haberse realizado en Egipto, de acuerdo con los registros  de las más remotas dinastías de aquel país, en épocas anteriores a la venida de Moisés.
Algunas fuentes le señalan como contemporáneo de Abraham, de quien fue, quizá, maestro.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Si Hermes hubiese sido contemporáneo de Abraham, el personaje descollante de la época lo habría sido aquel y no éste, copando la escena de tal manera que las crónicas históricas lo habrían registrado, cosa que no ocurre así. Todas las huellas que nos quedan indican que Hermes es un personaje mucho más antiguo, de las eras mitológicas, pero no es un mito. Cómo mensajero de Zeus, su antigüedad podría remontarse a la antigua Atlántida, de donde, bien sea él con su doctrina, o únicamente ésta, trascendieron a Egipto, en primeras instancias, y posteriormente, a los demás países que la albergaron. El libro  “La salida del alma a la luz del día”, mejor conocido como El libro egipcio de los desencarnados, cuyo personaje central es el dios Toth, que se cree que es el mismo Hermes, salvo que existan dos Hermes, como algunas teorías asoman, es un personaje que vivió antes del hundimiento de la Atlántida, y puede tener una antigüedad superior a los 13.500 años. Siendo El libro egipcio de los desencarnados de una antigüedad estimada de 5.000 años, o más, si ambos personajes, el dios Toth y Hermes, fuesen el mismo, ya tendría una antigüedad mínima de esa cantidad de tiempo. Empero, tampoco existen registros que indiquen que vivió en esa época, excepto que el mencionado libro se encuentra registrado en láminas que decoran las paredes de una pirámide egipcia. Así las cosas, y habiendo sido las tres grandes pirámides, conjuntamente con otras, y la Esfinge, contraídas antes de que las aguas se retirasen del Sahara, de acuerdo con la percepción de Paul Brunton, autor del libro El Egipto Secreto, la existencia de Hermes se remonta a la antigua Atlántida y pudiese, su cronología, trascender los 15.000 años la época en que vivió Hermes, el mensajero de Zeus. Tengamos presente que todos los personajes mitológicos, en su gran mayoría, fueron seres humanos en la remota Atlántida, de lo cual hay muchas evidencias que lo demuestran, y seres mitológicos como Teseo, por ejemplo, que fue amigo de Hermes, y a quien Plutarco confronta como vida paralela de Rómulo, éste como fundador de Roma, en el año 753 antes de nuestra era, y aquel, de Atenas. Siendo Teseo contemporáneo de Hermes, y si éste tiene una antigüedad mayor de 15.000 años, Atenas se fundó en época tan remota? El misterio del Minotauro y del hilo de Ariadna es tan antiguo? Registros históricos hacen referencias a batallas sostenidas por los atlantes con los antiguos griegos. De ser ciertas las noticias, existían poblaciones más antiguas de lo que se cree tanto en Grecia como en Egipto, lo cual sin duda alguna fue así.
Según la tradición, su existencia terrestre fue de trescientos años, después pasó al otro plano de vida y fue deificado: se convirtió, de esta manera en el dios Toth, reincorporado, posteriormente, por los griegos entre las otras deidades, como Hermes, dios de la sabiduría.
En cuanto a los egipcios, por siglos lo adoraron llamándolo Escriba de los Dioses, restituyéndole el título de Trismegisto o Tres veces excelso o El Grande de los Grandes. Su nombre fue sinónimo, en cada país, de Fuente de Sabiduría.
Si miramos por un instante nuestro lenguaje podremos notar que está en uso, todavía, el término “hermético”, indicando algo “secreto”, oculto, derivado por el carácter confidencial utilizado por los adeptos de Hermes en la divulgación de sus enseñanzas.
Fue su precaución la de “no botar las perlas a los cerdos” y observar la regla: “Leche a los niños; carne al hombre fuerte”, máximas, del resto, conocidas desde remota antigüedad.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Sin duda que debe haber una razón lógica por la que estas enseñanzas se preservaron del vulgo, a quien se supone que no era capaz de asimilarlas. Es posible que esto sea cierto; empero, pareciera que lo fue, más bien, porque los enemigos de la luz perseguían toda corriente de pensamiento que se opusiera a sus propósitos de dominación, y que jamás tuvieron interés de educarle para emanciparle. Hoy en día, que muchos grandes iniciados han percibido que las masas si son susceptibles de aprender, si se les enseña, y han puesto al alcance popular las grandes enseñanzas de la antigüedad, a partir del siglo XIX se ha visto como ha ido creciendo el número de estudiantes de la ciencia hermética y de la Verdad Universal. Pero, la información se sigue ocultando todavía; y algo más importante aún: se continúa tergiversando. Así como las grandes masas han sido capaces de aprender los errores que se les han inculcado, y se han mantenido fieles en ellos, de generación en generación, si se les transmite la verdad, tal cual es, también serán capaces de asimilarla. Recordemos, la verdad jamás puede hacer daño; los grandes pensadores de todos los tiempos la han divulgado. No son las grandes masas que no han sido capaces de asimilar la verdad, sino que la verdad le fue ocultada por quienes estaban encargados de su instrucción. Ahora empieza una nueva era de enseñanzas acordes con la verdad universal, y la humanidad, aprendiendo a vivir de acuerdo con las leyes y principios de la naturaleza, practicando todas las virtudes y estudiando todas las ciencias, las artes y las filosofías, así como la axiología, o ciencia de los valores, podrá regir mejor sus destinos terrestres para ser mucho, pero mucho más feliz, cumpliendo con su auténtica misión cósmica. Es preciso dejar de subestimar a las grandes masas en su verdadera capacidad para aprender la ciencia sublime de la vida.
Este carácter reservado es la característica principal de la Doctrina hermética. Ella, aún difundiéndose en cada país o espiritualidad, no asumió ninguno como morada fija, por el riesgo, expresado por los primeros Maestros, de cristalizarla en un credo inamovible; consejo bien sabio si se observa bien el antiguo ocultismo Hindú y Persa, que se estancó y casi sale de escena, por cuanto los maestros se transformaron en jerarcas mezclando teología y filosofía, generando supersticiones y sectas inadecuadas. 
Tenemos un claro ejemplo en el Hermetismo de los Gnósticos y de los primeros cristianos, movimiento destruido con el avenimiento de Constantino, que confundiendo teología y filosofía sofocó esta última, quitando la primitiva, más verídica en su esencia. De esta manera, por siglos el cristianismo incurrió en pasos inciertos, ajenos a la pureza de la realidad universal.
Empero, en cada siglo, siempre hubo algún fiel que ha tenido amorosamente encendida la flama, evitando su extinción.
Y es gracias a ellos que la antigua Doctrina de la Verdad no se ha perdido.
Ella no fue escrita, y pasó de boca en boca, de maestro a discípulo, de iniciado a hierofante.
En cuanto se hizo el tentativo de ponerla por escrito, se transformó en vagos términos de alquimia y astrología comprensible solo a pocos. Esto se rindió indispensable para evitar las duras represiones cumplidas por los teólogos medioevales en las hogueras, torturas y otros medios. Sin embargo, si bien la filosofía hermética sea la única clave capaz de esclarecer los secretos de la enseñanza oculta, hoy en día son pocos los buenos libros de filosofía entre los tantos escritos.
La antigua compilación de los fundamentos del Hermetismo continuada de maestro a alumno, tomó el nombre de “Kybalión”, término del cual se perdió el exacto significado.
Sus preceptos, transmitidos oralmente a través de los siglos, no son otra cosa que una colección de máximas, incomprensibles a las masas, y claros únicamente a aquellos estudiosos a quienes le fueron explicados por los iniciados. Ellos constituyen el Arte de la Alquimia que, contrariamente a lo que se cree, se refiere al plano mental y no al material, a la transposición de las ondas mentales en otras especies de vibraciones y no a la transmutación de un metal a otro.
De esta manera la leyenda de la “Piedra Filosofal” con la que se transmutan los metales en oro, no es otra cosa que una alegoría bien clara a los verdaderos estudiosos del hermetismo.
En esta primera lección de Hermetismo, nosotros que no somos más que humildes alumnos frente a la elevación de Hermes, aun cuando se nos asigne el título de iniciados, invitamos a los lectores a reflexionar sobre las doctrinas herméticas. Exponemos las enseñanzas con ilustraciones y explicaciones que esperamos sean capaces de transmitir al moderno estudioso el Pensamiento de la Verdad, dado que el texto original es expresado, intencionalmente, de manera que precisa un esfuerzo dilucidarlo.
En cuanto a los preceptos originales, ellos se reconocen de lo que es nuestro por cuanto se encuentran impresos como citaciones.
Escribimos con la esperanza de que, quienes lean este opúsculo obtengan los respectivos beneficios, como ya ha sucedido con los muchos que nos han precedido en la misma vía, hacia la Sabiduría Infinita, hace tantos siglos, a partir del Grande de los Grandes: HERMES TRISMEGISTO.
Os damos, ahora, una breve muestra de algunas máximas de El Kybalión:
1.      –“Donde quiera que se oiga el ruido de los pasos del maestro, se abren los oídos de quienes se encuentran preparados para recibir su enseñanza”.
El Kybalión
2.     –“Cuando los oídos del estudioso están preparados para escuchar, entonces llegan los labios que le transmiten la sabiduría”.
El Kybalión

Por lo cual, este libro será inmediatamente captado únicamente por quienes se encuentren preparados para comprender sus esencia. En cuanto el estudiante esté pronto para la Verdad, este trabajo llegará a sus manos.
De esta manera se desea que ocurra, por el principio hermético de causa y efecto, en su específico aspecto de: Ley de atracción.

Continúa próximamente…….
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martes, 15 de mayo de 2012

BAJO LA ÉGIDA DE DIOS





BAJO LA ÉGIDA DE DIOS

-Un relato basado en un hecho real-.

Por ©Giuseppe Isgró C.

Corría la primavera del año 1991; Jo atendió a un matrimonio con dos niñas, que querían adquirir una villa en Puerto Morro, un conjunto residencial a la orilla del mar, en Lechería. No era lo que los prospectos deseaban; se despidieron y Jo no pensó más en ellos. Estas personas venían, según le dijeron, de San Fernando de Apure, capital del Estado Apure, en Venezuela.
En el mes de junio del mismo año, un joven de nombre Francisco, llama a Jo desde Barquisimeto, ciudad distante, solicitando información sobre un apartamento, (Piso), en Residencias Parque Beethoven, -uno de los mejores en su época, construido por el empresario Giulio Paladino, y que Jo estaba comercializando; se la da, y el chaval le dice que su madre irá un mes después, para adquirirlo, cosa que, efectivamente, hace.
Doña Blanca, que así es como se llama aquella señora, adquiere el apartamento. Después de la negociación, le hace una visita a Jo, en su despacho, y le dice que acaba de pasar por un Despacho de Abogados, contiguo a su oficina, en el Centro Comercial Regina, en la ciudad de Puerto La Cruz, a quienes le solicitó asesoramiento sobre un caso de inquilinato, pero sobre el cual, además de no darle ninguna perspectiva favorable, el costo para  intentarlo era muy elevado.
Jo, obtenida la información sobre el caso en cuestión, le da sus apreciaciones y la manera de cómo él lo enfocaría, si estuviese en su lugar, es decir:  por la única vía factible y con exiguas posibilidades, como se verá más adelante. Después de lo cual, Doña Blanca se regresa a su ciudad de origen.
Un par de meses después, en el mes de agosto, Jo recibe la visita de Don Manolo, aquel señor que, junto con su familia, había sido atendido por él en la demostración de la villa de Puerto Morro.
Don Manolo le dice a Jo que él le había conocido con motivo de aquella demostración, y que, aunque no le comprase, quedó satisfecho de la magnífica atención que le brindara, razón por la cual, ahora le volvía a visitar, requiriendo sus servicios, pero en esta oportunidad con un motivo diferente.
Don Manolo le explica a Jo que él es dueño de un Hotel en Apure, que desea vender, y que, siendo la zona de Oriente, en la que se encuentra Jo, muy prospera, estima que de allí podría salir un comprador para su Hotel, y le agradaría que él se ocupara de la gestión de venta.
Jo le explica a Don Manolo que él no puede tomar el mandato de venta, para su empresa, -entonces líder en el ramo-, por la distancia que mediaba entre ambas ciudades, es decir, unas nueve horas de viaje en coche, y que eso haría muy onerosas las eventuales demostraciones a los prospectos interesados. Le indica que debe buscar de colocarlo en el mercado de Caracas, y por ende, otorgarle el mandato de venta a una inmobiliaria de la capital venezolana.  
Don Manolo insiste en que sea Jo quien tome el mandato, y éste lo rechaza una y otra vez. En ese tira y encoge transcurren 45 minutos, o más. Al final, Don Manolo, casi para irse, le insiste una vez más, a Jo,  de que, por lo menos, tome nota de sus datos y los del Hotel, con el fin de que, -nadie lo puede saber-, si le saliese alguien interesado, por casualidad, tuviese la información precisada.
Jo, por mera cortesía, y para no ser descortés, comienza a anotar los datos, y le va haciendo preguntas pertinentes. Esto, por la razón de que, cuando Jo hace algo, lo suele hacer bien, y no por salir del paso, como suele decirse.
A un cierto momento, Jo le pregunta a Don Manolo: -“Y cuánto tiempo le queda de vigencia al contrato de arrendamiento?”
Don Manolo, le responde: -“El contrato no tiene término, es a tiempo indeterminado; puedo estar en el edificio todo el tiempo que quiera, por sólo Ocho Mil Bolívares al mes de canon de arrendamiento.
-Cómo es eso?, –le pregunta Jo-, explíqueme.
Entonces, Don Manolo, le aclara: Es que el contrato se hizo, originalmente, por cinco años, el cual se venció y comencé a depositarle, a la propietaria, el importe del canon de arrendamiento en el Tribunal. Mientras yo pague puntualmente, la dueña no me puede sacar y puedo estar en el inmueble todo el tiempo que quiera, de por vida.
Jo se quedó mirando a Don Manolo, y de repente todo se le hizo claro en su mente. Se percató de que detrás de todo esto se encuentra la mano de Dios. Entonces, Jo le dice:
-Don Manolo, creo que Dios lo envío aquí. Fíjese, hace un mes, una señora que debe ser la dueña del Edificio donde se encuentra su Hotel, me compró un apartamento (Piso), y me hizo referencia de un caso con su inquilino, -que pareciera ser usted-, que si ella aplicaba lo que le sugería usted, en dos meses, estaría fuera del inmueble.
-Usted me tiene que decir lo que le recomendó, –le inquiere Don Manolo a Jo-.
-No puedo hacer eso, Don Manolo, por ética profesional, –le responde Jo-.
-Pero, vea, -sigue diciendo Jo-, haré algo mejor que eso; le tomaré el mandato de venta, porque creo que Dios lo está enviando aquí para que  yo le solucione el caso. Luego, haré un análisis del negocio, y, si los resultados son convincentes, le ofreceré en venta  el Hotel, –Fondo de comercio-, a Doña Blanca; si ella lo adquiere, se habrá resuelto el caso para ambos. Pero, si ella no estuviese interesada, le negociaré un nuevo contrato de arrendamiento, a cinco años, con un canon justo, para que usted pueda vender su Hotel sin obstáculos. Así como está el contrato, nadie le comprará el negocio, por cuanto le dará temor hacerlo.   
                                                                                                                                                                                                                                                                     
-Ahora mismo, Don Manolo, llamaré a Doña Blanca, -continua diciendo Jo-. Acto seguido levanta el auricular, marca un número, y dice:
-Aló, buenos días; se encuentra la señora Blanca?
Quien le atiende, después de preguntar quien le llamaba, le dice: -Un momento, por favor, Sr. Jo.
Casi inmediatamente, Jo escucha la voz de Doña Blanca, diciéndole:
-Buenos días, señor Jo, cómo está usted?
-Bien, Doña Blanca, -responde Jo-, -y usted?
-Bien, señor Jo; en que puedo servirle?
-Sra. Blanca, -le dice Jo-, creo que hoy Dios está metiendo las manos en esto. Tengo, en estos momentos, en mi oficina, la visita de Don Manolo, que vino a darme el mandato de venta de su Hotel, el cual no quería tomárselo hasta que me di cuenta de que se trataba del mismo que se encuentra en su edificio.
-Doña Blanca casi no puede creer lo que está oyendo.
-Mi idea, Sra. Blanca, -continúa diciendo Jo-, es la de hacer un análisis de la rentabilidad del negocio, y si es interesante, proponerle a usted que lo adquiera, con lo cual resolvería el caso definitivamente. En el supuesto de que no sea rentable, negociamos un nuevo contrato de arrendamiento, con un canon justo, a cinco años, a los fines de que Don Manolo pueda vender su Hotel. Le parece bien, Sra. Blanca?
-Me parece bien, Sr. Jo, -responde Doña Blanca-.
-Bien, Sra. Blanca, dentro de dos días iré a San Fernando de Apure, y pasaré allí el tiempo necesario para hacer un análisis del Hotel, y le llamo.
Así quedaron los tres: la Sra. Blanca, Don Manolo y Jo.
El viernes siguiente, con el primer vuelo de la mañana, Jo llega a San Fernando de Apure. Se trata de una ciudad ubicada en los llanos venezolanos, dotada de hermosos morichales, equiparables al paisaje de las pampas argentinas. Además, es una región imbuida de historia. Por una parte, relativa a la Guerra de Independencia. Es el escenario del General José Antonio Páez, el Centauro de los Llanos, uno de los máximos héroes, y estadistas, de ese período histórico, en el siglo XIX. En los alrededores de San Fernando, se realizaron acciones heroicas, como las de: El Yagual, Mucurita, las Queseras del Medio, -a orillas del Río Arauca-, donde, en las acciones de Vuelvan Caras, Páez, con 153 hombres, diezma, y pone en fuga, a un ejército de 7.000 hombres al mando de Pablo Morillo. Recordemos que no eran cualquier cosa los soldados realistas; sino gente altamente entrenada que ya había luchado en contra de los ejércitos de Napoleón. Además, también era el escenario de Doña Bárbara y de Santos Luzardo, los personajes verídicos de la novela Doña Bárbara, del gran escritor venezolano Rómulo Gallegos. La prosa de Gallegos es una de las más hermosas de las letras venezolanas, y continentales, repleta de valores morales y virtudes, y a la vez, de contenido forjador de una nueva gesta, e  intérprete de la realidad nacional, en lo que se ha calificado como un proceso que va de la “barbarie” a la “civilización”.  
Era viernes por la noche; Don Manolo invita a Jo a cenar en el restaurante del Hotel, que era uno de los mejores de la ciudad. El lugar se encuentra lleno de clientes. Jo percibe que el mismo, de por sí, justifica que Doña Blanca adquiera el negocio.
Al día siguiente, Jo completa el análisis de la rentabilidad del Hotel, con todas sus anexidades, y llega al convencimiento de la conveniencia de sugerirle a la Sra. Blanca, la compra. Levanta el auricular, y marca el número.
Luego del saludo inicial, Jo le dice:
-Sra. Blanca, anoche estuve en el restaurante, y se encontraba full de gente, lo cual parece que eso es una constante. Sumando la rentabilidad que el restaurante tiene a la del Hotel, me parece que es ventajoso, para usted, adquirir el Fondo de comercio del Hotel, con lo cual obtendría dos claras ventajas: La primera, hacerse de un negocio interesante, y lucrativo; la segunda, resolver el caso de la única, y a la vez, de la mejor manera posible, dadas las circunstancias, en las cuales parecería verse las manos de Dios, por la forma en que se ha realizado el encuentro de los tres.
Doña Blanca estuvo de acuerdo, y establecieron un día de la semana siguiente, en que ambos irían a San Fernando para darle el informe que había preparado, e intercambiar ideas sobre la oferta de compra a Don Manolo.
El día acordado, Doña Blanca, acompañada de su hijo Francisco, un estudiante de medicina, y Jo, se encuentran en San Fernando. Se ubican en un lugar tranquilo, en un restaurante, y allí entran en conversaciones, de las cuales sale el planteamiento de la adquisición del negocio, que, finalmente se concretó, previo acuerdo de una rebaja razonable en el precio de venta solicitado por Don Manolo.
El acuerdo de compra venta se autentica en una de las Notaría de Puerto La Cruz, que era la ciudad en que se encontraba la oficina de Jo. Esto quiere decir que ambos, Doña Blanca y Don Manolo, viajaron para formalizar el acto del compromiso bilateral de compra venta, que concluye, finalmente, en forma satisfactoria, en los treinta días siguientes, una vez dado cumplimiento a las tres publicaciones de rigor en un diario seleccionado a tales efectos, de acuerdo a la legislación vigente.
Esto ameritará un tercer viaje de Jo a San Fernando para formalizar el acto final de compra venta del Fondo de comercio del Hotel, en el cual Jo le brindó un servicio adicional, y ad honoren, a Don Manolo, al manejarle el acuerdo de la liquidación de las prestaciones sociales de sus trabajadores. Finalmente, en ese tercer viaje a San Fernando, se formaliza el traslado de la propiedad del Fondo de comercio, en términos satisfactorios, a Doña Blanca.
El día de la firma en el Registro Público, con función notarial, era excesivamente caluroso. Empero, las tres partes involucradas experimentaban el sentimiento interior de que algo extraordinario había ocurrido, y estaban agradecidos por la cooperación divina que, albergaban la certeza, habían recibido desde la dimensión espiritual. Ya Homero, el aeda inspirado, en el siglo XII antes de nuestra era había percibido, con profunda agudeza, la intervención de los dioses, –espíritus-, en los actos de los hombres


Este caso está repleto de circunstancias que son dignas de ser reseñadas.
La primera de ellas, es que este era, realmente, un caso insoluble. Por la legislación vigente, mientras Don Manolo depositara puntualmente el importe del canon de arrendamiento en el Tribunal, nadie le hubiera podido sacar del inmueble. Además, él se lo dijo en el encuentro del primer día, cuando fue a ofrecerle el mandato de venta: El juez de la ciudad era su compadre, y le había recomendado que, todos los meses revisara los referenciales relativos al traslado de propiedades, en el Registro Subalterno, a los fines de ver si había sido vendido el Edificio donde funcionaba el Hotel.  Esto a los efectos de que, en caso de venta, debía hacerse el depósito del pago del canon de arrendamiento a nombre del nuevo propietario, caso contrario constituía una causal para rescindir el contrato de arrendamiento y solicitar el desalojo del inmueble ante las autoridades competentes, con dos meses de atraso en el pago.
-Jo, en esa primera entrevista, al sugerirle de negociar un nuevo contrato por un canon de arrendamiento justo, le dijo, y le preguntó, a la vez,  a Don Manolo: -Usted es un hombre serio. -está consciente de que ese edificio no vale 8.000 Bolívares al mes, no es cierto? A lo cual, Don Manolo asintió, en señal de estar de acuerdo, estimando que el verdadero canon oscilaba alrededor de 40.000 Bolívares.
Lo sorprendente del caso es que, la Sra. Blanca va a Puerto La Cruz para comprarle a Jo un apartamento, (piso), que no necesita y que nunca va a ocupar, con lo cual conoce a Jo, y le cuenta el caso con su inquilino, por una parte. Pero, destaquemos que Barquisimeto, la ciudad donde vive Doña Blanca, se encuentra a diez horas, aproximadamente, de viaje en coche.
Por la otra, Don Manolo, queriendo su familia trasladarse a la ciudad de Lechería, adyacente a Puerto La Cruz, en el oriente venezolano, visita a Jo para que le enseñe una villa en Puerto Morro, que no llega a adquirir, pero le agrada el trato de Jo, y cuando decide vender el Hotel, lo primero que hace es buscarle para que sea él quien le maneje el proceso de la gestión de venta. Destaquemos, por otra parte, que San Fernando de Apure, la ciudad donde vive Don Manolo, se encuentra a 9 horas de distancia, por carretera, de Puerto La Cruz.
Ambos visitan a Jo, por motivos diferentes, y resulta que Jo le aporta la solución a un caso virtualmente insoluble desde el punto de vista jurídico, excepto por la vía transaccional, pacífica y amistosa, como fue la que utilizó Jo.
Qué elementos espirituales confluyeron para que ocurra esa interrelación de personas tan distantes las unas de las otras, para encontrar, en un lugar lejano, paralelamente, a la persona indicada que pudiese resolverle, satisfactoriamente, el caso?
Son las coincidencias que ocurren a diario, en el mundo, en las vidas de incontable número de personas, por la acción de la Providencia Divina, por efecto de la Ley Cósmica y la cooperación espiritual, que coordinan una serie de interrelaciones que permiten que las personas que deben encontrarse lo hagan en las condiciones idóneas, en el lugar adecuado, en el tiempo perfecto de Dios, a los fines pertinentes, y sin importar cuál fuere el punto de origen de las personas involucradas.
Desde la primera visita, Don Manolo y Jo intercambiaron ideas sobre diferentes temas. Don Manolo era un gran admirador de Wilhem Reich, un psicólogo autor de un cierto número de obras sobre Psicología, que tanto el uno como el otro habían leído, lo cual le sirvió a ambos de punto de común interés en las reiteradas conversaciones que mantuvieron durante el lapso que duró el proceso de venta. Don Manolo le prometió a Jo un librito escrito por Reich intitulado: ESCUCHA HOMBRESITO!, el cual, al final del proceso, efectivamente, le obsequió.

En el segundo viaje de Jo a San Fernando, en la noche, encontrándose en el Hotel en que se hospedaba (diferente al que era objeto de la negociación, para mantener la independencia), al bajar a la planta baja, frente a la Plaza Bolívar, en el lado opuesto de la misma, Jo observa que se encuentra una Logia Masónica, con una hermosa arquitectura. Percibe que en el recinto de aquella institución se encuentran varias estatuas, una de ellas es la del Ciudadano esclarecido, o León de Payara, como también se le conoce: el General José Antonio Páez, que además de Prócer y Estadista, fue el Fundador del Poder Civil en Venezuela, y que, además, fue el máximo jerarca de la Masonería Venezolana, por muchos años. Páez fue, también, el fundador del Supremo Consejo del Grado 33, en fecha 24 de junio de 1824, en cuyo rol le acompañaron otros ilustres personajes, entre ellos el General Carlos Soublete y el Lic. Diego Bautista Urbaneja.

Jo, esa noche, desde el lado opuesto de la Plaza Bolívar, en un acto de trasporte espiritual en el tiempo, se imaginaba como llegaba a la Logia el I.: y P.: QH.: Páez, con su aureola de héroe legendario y, a la vez hombre de gran cultura, y ser bien acogido por los queridos hermanos, en aquellos lejanos años, en tempranas décadas del siglo XIX. Sin duda, Páez participó en el movimiento masónico apureño de la época, previamente a la fundación de esa Logia, que era, y sigue siendo, una de las más hermosas de Venezuela.

A lo lejos, Jo observa que hay gente en la Logia, se acerca y saluda. Conoce a varios QH.:, y siendo Jo un admirador de la vida y obra de Páez, solicita al Venerable Maestro la oportunidad de que, a la siguiente semana, al volver a San Fernando, dar una conferencia sobre el ilustre Prócer: José Antonio Páez, cosa que efectivamente hace, en la cual, además, describe su visita a los sitios en que se realizaron diversas batallas, y la que efectúo en una Finca, en la vía de San Fernando a El Yagual, en la que un ganadero de la Zona creó varias avenidas que llenó de estatuas de próceres venezolanos. Jo visitó ese lugar, en compañía de su familia, el cual desde la carretera, a lo lejos, causaba admiración con tantas estatuas de próceres juntas, con sus hileras respectivas de chaguaramos, que hermoseaban el paisaje, y le atendió uno de los hijos de aquel ciudadano admirador de Páez, cuyo nombre, si recuerdo bien, era Antonio García. Le fue enseñada la oficina en que solía retirarse esta persona a meditar, cuyas paredes estaban repletas con aforismos de Páez, escritos con su propia letra, denotando la justa admiración que le profesaba al paradigmático héroe. Esa noche, en la Logia, Jo hace referencia a la Obra: Las Memorias de O´Leary, de 34 tomos, uno de los mejores documentos en torno a la historia de la Independencia Latinoamericana. Al término de la conferencia, el Venerable llama a Jo, que se encuentra en el Or.: y le enseñó una correspondencia que acababa de recibir, en la que se le obsequiaba las Memorias de O´Leary. Recordemos que Daniel Florencio O´Leary había sido un joven inglés que llegó a Venezuela a los 18 años, y desde el primer instante de su llegada se enroló al servicio de Simón Bolívar, de quien fue Edecán, y a quien, el Libertador, solía encargarle las misiones menos fáciles, las cuales O´Leary siempre cumplía exitosamente. Simón Bolívar, con frecuencia elogiaba inteligencia desplegada por O´Leary en cada una de sus misiones, diciendo: -“Este inglesito  tiene una cabeza admirable”-. Cuando en 1842 O´Leary, en compañía de Soublette visita a Pablo Morillo, en España, éste le confiesa que era un admirador de Bolívar, lo cual, sin duda, es un elogio que pocos héroes suelen merecer, es decir, ser admirados por sus propios contrincantes. Gracia a la vinculación masónica de Pablo Morillo y la de sus inmediatos colaboradores, y la de Bolívar, y sus jefes patriotas, fue que la Guerra de la Independencia concluyó más rápidamente, sobre todo después del Tratado de Trujillo y la Entrevista de Santa Ana, que magistralmente organizara el futuro Gran Mariscal de Ayacucho, el General Antonio José de Sucre. Morillo, al enterarse de que O´Leary proyectaba escribir las Memorias de Bolívar, le hizo entrega de incontables documentos que los patriotas, al salir rápidamente de un lugar por la cercanía del enemigo, o por los ataques de éste, solían dejar abandonados en el campo de batalla, y que Morillo y su gente habían recogido. Esa es la razón por la que las Memorias de O´Leary sean la recopilación de la mayor suma de documentos relacionados con la historia de la Independencia. Los tomos 27 y 28 que contienen las memorias propiamente dichas, son una auténtica obra maestra de la literatura universal. Igual maestría desplegó O´Leary en algunas de las cartas de viajes recogidas en el primer tomo, con motivo de su visita a la ciudad de Granada, y a la de Florencia. O´Leary efectúa unas descripciones magistrales que denotan su elevado nivel en el desarrollo de la cultura clásica.
De regreso del tercer viaje, desde San Fernando a Puerto La Cruz, que Jo hizo en compañía de su esposa e hijos, y la pequeñísima mascota de la casa, una perrita de raza pitcher, de nombre Nina, pasaron por un pueblo ubicado entre los Estados Guárico y Anzoátegui, denominado Km. 133, o San Rafael de Laya, población que había conocido épocas de esplendor antes de la construcción de la Carretera de la Costa, que hacían de EL CIENTO, que es como se le denomina en lenguaje coloquial, un pueblo de paso obligado para ir del oriente venezolano a Caracas y otras regiones del país. Jo había vivido en el 133, durante casi un año, en 1960, recién llegado a Venezuela, desde Italia, población de la que tenía hermosos recuerdos. Allí Jo visitó a varias personas que había conocido 30 años antes, con quienes conversó, rememorando antiguos recuerdos de personas y hechos; fue a la casa donde había vivido, y a la que había construido su padre, que la familia no llegó a ocupar,  y que, aún, se encontraba allí, tal como había sido dejada, abandonada. Paradójicamente, nadie la había invadido, después de tanto tiempo, y seguía igual, todavía, en el año 2006, según informaciones que obtuvo Jo de alguien que vivía dos casas más arriba. El pueblo de El Ciento, tuvo varios personajes importantes, tanto oriundos como llegados de diversas partes; por ejemplo: de Italia, entre ellos el Sr. Pizani, el Sr. Lillí y el Sr. Sergio, este último fundador del único cine del pueblo, para la época, y que, felizmente, pudo contactar, ese día, para saludarle. Paradójicamente, Sergio, al ser, también propietario de una Estación de Servicio, o gasolinera, todas las semana visitaba la sede de la compañía que le surtía combustible, la cual se encontraba en el mismo nivel de la oficina de Jo, pero que Sergio desconocía, dado el largo tiempo transcurrido desde que había tratado al chaval. Ese día Jo encontró, también, a un hombre, ya de edad, a quien había conocido y tratado ampliamente, quien le dio noticias de un gran número de personas, entre ellos de dos jóvenes, uno de apellido Talavera, y el otro de nombre Margarito, que habían llegado a ser Alcaldes de dos poblaciones del Estado Guárico. Jo encontró que El Ciento había crecido mucho, en las últimas tres décadas, pero le dio inmensa nostalgia y le pareció que el pueblo se encontraba perdido en el fin del mundo. Con todo, el Gobernador Ovidio González, el que instituyera el juego del Ajedrez obligatorio en las Escuelas Públicas, y amigo de Jo, que compartieron actividades en torno a importantes eventos de ajedrez, en Venezuela, por esa época, había ordenado la construcción de un tramo del la carretera que unía El Ciento con Onoto, lo cual facilitaba su acceso por el Estado Anzoátegui.
Para concluir, un detalle de interés: en su segundo viaje a San Fernando, una noche, contemplando un programa en la televisión, vía satélite, desde Argentina, en el que se presentaba a un cantante italiano de nombre: Nicola Paone, muy famoso en ese país y otros de Latinoamérica.
Jo recordaba que de niño, unos vecinos que vivían exactamente al lado de su abuelo paterno, de apellido Paoone, tenían un hijo de nombre: Nicola Paone, que había nacido en Pensilvania, USA, y había llegado a ser un cantante famoso. Esa noticia circulaba ampliamente; pero, nada más, y Jo la recordaba.

      En la entrevista que le hacen a Paone, se encuentra en compañía de su esposa, -ya, para esa época él tenía 78 años-, en la cual relata un poco de su vida, y trayectoria profesional desde sus comienzos y la manera de cómo, rápidamente, se granjeara la aceptación del público.
A un cierto momento, le piden que interprete una canción de su extenso repertorio, y lo hace con una canción que empezaba así: -“Da Milazzo a Spadafora”, …. Eso produjo en quien esto escribe una gran emoción.
El pueblo de San Pier Marina, que es el de los padres de Paone, y el del abuelo del autor de este artículo, se encontraba, exactamente, entre Milazzo y Spadafora, en la Provincia de Messina, Sicilia, lo cual despejó toda duda de que se trataba de la misma persona, de la cual oyera hablar en su niñez. Durante cuatro años, mañana y noche, de niño, pasaba por Spadafora, todos los días, en un recorrido que iba desde San Pier Marina, pueblo mejor conocido como Puente Mudo, y Rometta Marea, población en la cual, mediodía cursaba sus estudios de primaria y por las tardes asistía al negocio, de múltiples actividades,  de su tío Antonino. De manera que la canción de Paone, le despertó a Jo emocionados recuerdos. 
Por irrelevante que parezca, esas noticias de Nicola Paone tuvo cierta importancia  para quien esto escribe. Había oído destacar, desde niño, de que él había llegado a ser un cantante importante pero no tenía idea  del verdadero grado en que lo era.
Además, es significativo observar como, desde pequeños pueblos que parecieran ser insignificantes en la geografía mundial, surgen personajes que descuellan en países distantes, como en este acaso Nicola Paone, en Argentina, y otros países latinoamericanos, y Estados Unidos, país donde nació, de padres sicilianos.   
La moraleja del presente relato pareciera deducirse del hecho que, sin importar el lugar donde cada quien nace, la vida le conduce a aquel otro en que debe desempeñar sus funciones como ser humano; e independientemente de cual sea el sitio en que cada quien se desempeñe, si es competente en algo que pueda ser de utilidad a algunas personas, o a muchas, en un momento dado, las circunstancias les serán favorables para que vayan a buscarle allí.
O, también, como suele ocurrir que, por la inspiración de quienes cooperan en la dirección espiritual del mundo, le sugieren desplazarse a otras zonas, y al hacerlo, encuentra la oportunidad que su preparación amerita.
Esto demuestra, una vez más, que ningún lugar está lejos para cooperar en el desarrollo de los planes del Gran Arquitecto del Universo. Gloria al Eterno que lo dispuso así.
Significa, también, que nadie es extranjero en parte alguna, excepto en la expresión de  determinados grados de  ignorancia de los destinos humanos, en el planeta tierra.
Los xenófobos, que son más de lo que se piensa, aunque cada día serán menos, Dios mediante, se parecen a aquellos gerentes que buscan de cerrarle el paso a los que emergen de los mandos inferiores. Al buscar de permanecer en el mismo cargo o lugar, sin desarrollarse para seguir ascendiendo, se estarían privando, a sí mismos, de que la vida les conduzca a los nuevos lugares que les propiciarán las oportunidades inherentes a su crecimiento. Esto sin descartar el hecho que todos aquellos que menosprecien a algunos grupos étnicos, en su siguiente ciclo de vida, pudiesen nacer, como medio de aprendizaje, precisamente en alguno de esos grupos por los que se haya manifestado animadversión. Se atrae tanto lo que se ama, como lo opuesto. Un tema para reflexionar, en el momento histórico en que, los países supuestamente civilizados están dando muestra irrefutable de la necesidad de enfocar la proa del propio barco hacia puertos más seguros de la fraternidad universal, expresando el amor genuino, y por ende, la justicia, la igualdad, la solidaridad, el respeto, la armonía y el orden perfecto. Una cuestión de conciencia, en tiempos que, por las vueltas de la rueda de la vida, de la luz se pasa a la oscuridad, espíritus de menor nivel evolutivo, y de ésta nuevamente a la luz, en una eterna polarización. La historia se repite cada vez en niveles más elevados de manifestación; es cíclica. Los seres que vuelven repiten los actos que sus conciencias les dictan. Revisemos la historia, con el fin de evitar que vuelvan a repetirse cosas que ya se creían superadas, y que necesariamente volverán a hacerlo al volver sus protagonistas en un nuevo ciclo de vida, continuando su trayectoria desde el punto en que la interrumpieron en el viaje terrestre anterior. Los ciudadanos conscientes del mundo deben tomar cartas en el asunto; es preciso prepararse para propiciar el nuevo contrato social. Para que eso sea posible, se requiere, antes, que las personas adquieran mayor grado de conciencia de la nueva realidad que esperan manifestar. Existe una pugna constante entre los sustentadores del oscurantismo y los difusores de la Luz. Una batalla que siempre ganará la Luz, el bien, la justicia, la prudencia, el valor, la templanza, la belleza y el amor.

Las fuerzas morales, como las concibiera José Ingenieros, el maestro de América, oriundo de la Trinacria; los valores universales, percibidos por Ralph Waldo Emerson, en sus Ensayos, y Benjamin Franklin, en su obra: El hombre de bien vivir; y la conciencia de la realidad espiritual del destino humano en la tierra, y en el universo, como lo percibieran Allan Kardec y León Denis, en sus respectivas obras: El Libro de Espíritus y El Problema del Ser y del Destino, servirán de potente faro para quienes quieren aspiran llegar a puertos más seguros, en el largo viaje del eterno retorno en la conciencia evolutiva del ser individual al Ser Universal.

Adelante.




EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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sábado, 19 de mayo de 2012

LA SABIDURÍA DE HERMES TRISMEGISTO



LA SABIDURÍA
DE HERMES TRISMEGISTO
POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Si Hermes Trismegisto, el tres veces grandes, como se le conoce, hubiese sido contemporáneo de Abraham, como algunos afirman, el personaje descollante de la época lo habría sido aquel y no éste, copando la escena de tal manera que las crónicas históricas, lo habrían registrado, cosa que no ocurre así.
Todas las huellas que nos quedan indican que Hermes es un personaje mucho más antiguo, de las eras mitológicas, pero no es un mito, por cuanto quedan fragmentos importantes de su extensa obra, que les señalan como fundador de las ciencias fundamentales, incluyendo “la invención de la escritura”.  
Ese valioso legado que se conserva, aún, se conoce como el Corpus Hermeticum, entre cuyas obras, todas valiosísimas, se destaca El Kybalión, que contiene una síntesis de los principios herméticos de:  Mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto y generación.
Otra de obras emblemáticas de Hermes, es la Tabla Esmeraldina, que contiene la ley de los reflejos, que expresa: -“Cómo es abajo es arriba y viceversa”, que permite deducir una realidad trascendental con muchas vertientes y variantes. Empero, el “Poimandres”, “El discurso universal de Hermes a Ascelpios”, “El Cráter o la Monada”, en el cual Hermes le habla a su hijo Tat, “El Dios invisible es muy evidente”, “La clave”, “La Inteligencia a Hermes”, “Sobre la Inteligencia común”, “Sobre el pensamiento y la regla del silencio”, “Discurso de iniciación, o Asclepios”, entre otros, indican la variedad de argumentos y la importancia de su repertorio.
Cómo mensajero de Zeus, la antigüedad de Hermes podría remontarse hasta la antigua Atlántida, de donde, bien sea él con su doctrina, o únicamente ésta, trascendieron a Egipto, en primeras instancias, y posteriormente, a los demás países que albergaron su Doctrina.
El libro  “La salida del alma a la luz del día”, mejor conocido como El libro egipcio de los desencarnados, cuyo personaje relevante es el dios Toth, de quien se cree que sea el mismo Hermes, salvo que existan dos Hermes, como algunas teorías asoman, uno de los cuales de épocas más recientes. Hermes es un ser de elevada conciencia que vivió, probablemente, antes del hundimiento de la Atlántida. Esto significaría una antigüedad superior a los 10.500 años.  Este es un punto que requiere ser tratado con la mayor prudencia.
Siendo “El libro egipcio de los desencarnados” de una antigüedad estimada en 5.000 años, o más, si ambos personajes, el dios Toth y Hermes, fuesen el mismo, ya tendría una antigüedad mínima de esa cantidad de tiempo. Empero, tampoco existen registros que indiquen que vivió en esa época, excepto que el mencionado libro se encuentra registrado en láminas que decoran las paredes de una pirámide egipcia.
Así las cosas, y habiendo sido las tres grandes pirámides, conjuntamente con otras, y la Esfinge, contraídas antes de que las aguas se retirasen del Sahara, de acuerdo con la percepción de Paul Brunton, autor del libro El Egipto Secreto, la existencia de Hermes se remonta a la antigua Atlántida y pudiese, su cronología, trascender los 15.000 años la época en que vivió Hermes, el mensajero de Zeus.
Tengamos presente que todos los personajes mitológicos, en su gran mayoría, fueron seres humanos en la remota Atlántida, de lo cual hay muchas evidencias que lo demuestran, y seres mitológicos como Teseo, por ejemplo, que fue amigo de Hermes, y a quien Plutarco confronta como vida paralela de Rómulo, éste como fundador de Roma, en el año 753 antes de nuestra era, y aquel, de Atenas.
Siendo Teseo contemporáneo de Hermes, y si éste tiene una antigüedad mayor de 15.000 años, Atenas se fundó en época tan remota?
El misterio del Minotauro, -y del hilo de Ariadna-, es tan antiguo?
Registros históricos hacen referencias a batallas sostenidas por los atlantes con los antiguos griegos. De ser ciertas las noticias, existían poblaciones más antiguas de lo que se cree tanto en Grecia como en Egipto, lo cual sin duda alguna fue así.
Ciertamente, debe haber una razón lógica por la que estas enseñanzas se preservaron del vulgo, a quien se suponía que no era capaz de asimilarlas.
Es posible que esto fuera cierto; empero, pareciera más bien, que lo fue porque los enemigos de la luz perseguían toda corriente de pensamiento que se opusiera a sus propósitos de dominación, y que, además, jamás tuvieron interés de educarle para emanciparle.
Hoy en día, que muchos grandes iniciados han percibido que las masas si son susceptibles de aprender, si se les enseña, y han puesto al alcance popular las grandes enseñanzas de la antigüedad, a partir del siglo XIX se ha visto como ha ido creciendo el número de estudiantes de la ciencia hermética y de la Verdad Universal.
Pero, la información se sigue ocultando todavía; y algo más importante aún: se continúa tergiversando mediante matrices de opiniones que el vulgo suele aceptar, repitiéndolas, con insuficiente reflexión.
Así como las grandes masas han sido capaces de aprender los errores que se les han inculcado, y se han mantenido fieles en ellos, de generación en generación, si se les transmite la verdad, tal cual es, también serán capaces de asimilarla.
Recordemos, la verdad jamás puede hacer daño; los grandes pensadores de todos los tiempos la han divulgado.
No son las grandes masas que han sido incapaces de asimilar la verdad, sino que la verdad les fue ocultada por quienes estaban encargados de su instrucción.
Ahora empieza una nueva era de enseñanzas acordes con la verdad universal, y la humanidad, aprendiendo a vivir de acuerdo con las leyes y principios de la naturaleza, practicando todas las virtudes y estudiando todas las ciencias, las artes y las filosofías, así como la axiología, o ciencia de los valores, podrá regir mejor sus destinos terrestres para ser mucho, pero mucho más feliz, cumpliendo con su auténtica misión cósmica.
Es preciso dejar de subestimar a las grandes masas en su verdadera capacidad para aprender la ciencia sublime de la vida. Cumplamos nuestra misión de trasmitir la luz, ésta, por sí sola, constituirá un potente faro que iluminará las consciencias, y se proyectará siempre un mayor grado de Luz, cada día mejor, en la medida que cada quien pruebe las delicias de su miel, y experimente la certeza de su pasos, en dirección de la sublime meta de la sabiduría universal.
Sigamos el ejemplo de Hermes Trismegisto, el mensajero de Zeus, o el Escriba divino.
Adelante.


NICOLA PAONE


NICOLA PAONE
POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Una noche, en 1991, Jo se encontraba contemplando un programa en la televisión, vía satélite, desde Argentina, en el que se presentaba a un cantante de nombre: Nicola Paone, muy famoso en ese país y otros de Latinoamérica, además de su país de nacimiento, Estados Unidos.
Jo recordaba que de niño, unos vecinos que vivían exactamente al lado de su abuelo paterno, de apellido Paone, tenían un hijo de nombre: Nicola Paone, que había nacido en Pensilvania, pese a que, a los cinco años regresó al pueblo de sus padres, y con ellos, en Sicilia. Luego, a los quince años, vuelve de nuevo a E.U.A., alcanzado, gradualmente, una inmensa popularidad como cantante, a nivel internacional. Esa noticia circulaba ampliamente en aquel pequeño pueblo siciliano; pero, nada más, y Jo la recordaba.

      En la entrevista que le hacen a Paone, se encuentra en compañía de su esposa, -ya, para esa época él tenía 78 años-, en la cual relata los éxitos  de su vida, y trayectoria profesional desde sus comienzos. Destaca que, con intenso trabajo y preparación, rápidamente, se granjeó la aceptación del público. Una canción muy popular de él se intitula: Uei paesano, come sta?; otras, son: La cafetera, Canta y Argentina. 

A un cierto momento, le piden que interprete una canción de su extenso repertorio, y lo hace con una canción que empezaba así: -“Da Milazzo a Spadafora”, …. Eso produjo en quien esto escribe una gran emoción.
El pueblo de San Pier Marina, que es el de los padres de Paone, y el de los abuelos del autor de este artículo, se encontraba, exactamente, entre Milazzo y Spadafora, en la Provincia de Messina, Sicilia, lo cual despejó toda duda de que se trataba de la misma persona, de la cual oyera hablar en su niñez.
Por irrelevante que parezcan, esas noticias de Nicola Paone tuvieron cierta importancia  para quien esto escribe. Había oído destacar, desde niño, de que él era un cantante importante pero no tenía idea  del verdadero grado de su jerarquía.
Además, es significativo observar como, desde pequeños pueblos que parecieran ser insignificantes en la geografía mundial, se proyectan, en diversas generaciones, personajes que descuellan en países distantes, como, en este caso, Nicola Paone, en Argentina, y otros países latinoamericanos, además del propio U.S.A.  
La moraleja del presente relato se deduce del hecho que, sin importar el lugar donde cada quien nace, la vida le va conduciendo, oportunamente, a aquel otro en que debe desempeñar sus funciones como ser humano; e independientemente de cual sea el sitio en que cada quien se desempeñe, si es competente en algo que pueda ser de utilidad a algunas personas, o a muchas, en un momento dado, las circunstancias les serán favorables para que vayan a buscarle allí.
O, también, como suele ocurrir, por la inspiración de quienes cooperan en la dirección espiritual del mundo, le sugieren desplazarse a otras zonas, y al hacerlo, encuentra la oportunidad que su preparación amerita.
Esto demuestra, una vez más, que ningún lugar está lejos para cooperar en el desarrollo de los planes del Gran Arquitecto del Universo. Gloria al Eterno que lo dispuso así.
Significa, también, que nadie es extranjero en parte alguna, por la ley cósmica. En el globo terráqueo, todos somos terrícolas.  
Las fuerzas morales, como las concibiera José Ingenieros, el maestro de América, oriundo de la Trinacria; los valores universales, percibidos por Ralph Waldo Emerson, en sus Ensayos, y Benjamin Franklin, en su obra: El hombre de bien vivir; y la conciencia de la realidad espiritual del destino humano en la tierra, y en el universo, como lo percibieran Allan Kardec y León Denis, en sus respectivas obras: El Libro de Espíritus y El Problema del Ser y del Destino, servirán de potente faro para quienes quieren aspiran llegar a puertos más seguros, en el largo viaje del eterno retorno en la conciencia evolutiva del ser individual al Ser Universal.
Adelante.





viernes, 18 de mayo de 2012

EL KYBALIÓN I



EL KYBALIÓN
En la senda de Hermes Trismegisto

Autores: TRES INICIADOS
Versión castellana y comentarios exegéticos:
Giuseppe Isgró C.

Capítulo I: LA FILOSOFÍA HERMÉTICA

-“Los labios de la sabiduría únicamente se abren para los oídos de la comprensión”-.
El Kybalión

Las doctrinas herméticas que, por siglos, han dejado su huella en el pensamiento filosófico de los pueblos de todo el mundo, tienen su raíz en el antiguo Egipto.
Allí, detrás de las Pirámides y de la Esfinge, nacieron las Doctrinas Místicas de la Sabiduría Eterna, de cuyos fundamentos se inició toda otra enseñanza, proveniente de la India, Persia, Caldea, Medea, China, Japón, Asiria,  la antigua Grecia y Roma. Todos se nutrieron del fruto del saber que los grandes maestros de Egipto habían acumulado durante milenios para quienes se encontraban en grado de comprenderlo.
Desde la época de Hermes ningún sabio ha logrado alcanzar las vetas de la sabiduría de los maestros del antiguo Egipto, donde se encontraba la Gran Logia de las Logias de la Mística. Es de aquella sublime fuente que llegaron los estudiantes que, transformados en adeptos e instructores, viajaron por el mundo llevando consigo todo el acervo de la Sabiduría oculta. Estaban prontos para hacer partícipes a todos quienes se encontraban dispuestos a recibirlo.
A ellos, y a sus propios méritos se dirige, aún con reverencia, todo estudioso de las ciencias ocultas.
Pero, si bien los maestros del antiguo Egipto fuesen grandes, uno solo de ellos mereció la denominación de “Maestro de Maestros”.
Su memoria se pierde en la noche de los tiempos; parece que fue el padre de la ciencia oculta, así como el fundador de la astrología y de la alquimia.
Dado el enorme número de siglos transcurridos, no se conoce con exactitud su vida, aun si muchos países, ya desde hace miles de años, se disputan el privilegio de haberle visto nacer.
Su última encarnación parece haberse realizado en Egipto, de acuerdo con los registros  de las más remotas dinastías de aquel país, en épocas anteriores a la venida de Moisés.
Algunas fuentes le señalan como contemporáneo de Abraham, de quien fue, quizá, maestro.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Si Hermes hubiese sido contemporáneo de Abraham, el personaje descollante de la época lo habría sido aquel y no éste, copando la escena de tal manera que las crónicas históricas lo habrían registrado, cosa que no ocurre así. Todas las huellas que nos quedan indican que Hermes es un personaje mucho más antiguo, de las eras mitológicas, pero no es un mito. Cómo mensajero de Zeus, su antigüedad podría remontarse a la antigua Atlántida, de donde, bien sea él con su doctrina, o únicamente ésta, trascendieron a Egipto, en primeras instancias, y posteriormente, a los demás países que la albergaron. El libro  “La salida del alma a la luz del día”, mejor conocido como El libro egipcio de los desencarnados, cuyo personaje central es el dios Toth, que se cree que es el mismo Hermes, salvo que existan dos Hermes, como algunas teorías asoman, es un personaje que vivió antes del hundimiento de la Atlántida, y puede tener una antigüedad superior a los 13.500 años. Siendo El libro egipcio de los desencarnados de una antigüedad estimada de 5.000 años, o más, si ambos personajes, el dios Toth y Hermes, fuesen el mismo, ya tendría una antigüedad mínima de esa cantidad de tiempo. Empero, tampoco existen registros que indiquen que vivió en esa época, excepto que el mencionado libro se encuentra registrado en láminas que decoran las paredes de una pirámide egipcia. Así las cosas, y habiendo sido las tres grandes pirámides, conjuntamente con otras, y la Esfinge, contraídas antes de que las aguas se retirasen del Sahara, de acuerdo con la percepción de Paul Brunton, autor del libro El Egipto Secreto, la existencia de Hermes se remonta a la antigua Atlántida y pudiese, su cronología, trascender los 15.000 años la época en que vivió Hermes, el mensajero de Zeus. Tengamos presente que todos los personajes mitológicos, en su gran mayoría, fueron seres humanos en la remota Atlántida, de lo cual hay muchas evidencias que lo demuestran, y seres mitológicos como Teseo, por ejemplo, que fue amigo de Hermes, y a quien Plutarco confronta como vida paralela de Rómulo, éste como fundador de Roma, en el año 753 antes de nuestra era, y aquel, de Atenas. Siendo Teseo contemporáneo de Hermes, y si éste tiene una antigüedad mayor de 15.000 años, Atenas se fundó en época tan remota? El misterio del Minotauro y del hilo de Ariadna es tan antiguo? Registros históricos hacen referencias a batallas sostenidas por los atlantes con los antiguos griegos. De ser ciertas las noticias, existían poblaciones más antiguas de lo que se cree tanto en Grecia como en Egipto, lo cual sin duda alguna fue así.
Según la tradición, su existencia terrestre fue de trescientos años, después pasó al otro plano de vida y fue deificado: se convirtió, de esta manera en el dios Toth, reincorporado, posteriormente, por los griegos entre las otras deidades, como Hermes, dios de la sabiduría.
En cuanto a los egipcios, por siglos lo adoraron llamándolo Escriba de los Dioses, restituyéndole el título de Trismegisto o Tres veces excelso o El Grande de los Grandes. Su nombre fue sinónimo, en cada país, de Fuente de Sabiduría.
Si miramos por un instante nuestro lenguaje podremos notar que está en uso, todavía, el término “hermético”, indicando algo “secreto”, oculto, derivado por el carácter confidencial utilizado por los adeptos de Hermes en la divulgación de sus enseñanzas.
Fue su precaución la de “no botar las perlas a los cerdos” y observar la regla: “Leche a los niños; carne al hombre fuerte”, máximas, del resto, conocidas desde remota antigüedad.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: Sin duda que debe haber una razón lógica por la que estas enseñanzas se preservaron del vulgo, a quien se supone que no era capaz de asimilarlas. Es posible que esto sea cierto; empero, pareciera que lo fue, más bien, porque los enemigos de la luz perseguían toda corriente de pensamiento que se opusiera a sus propósitos de dominación, y que jamás tuvieron interés de educarle para emanciparle. Hoy en día, que muchos grandes iniciados han percibido que las masas si son susceptibles de aprender, si se les enseña, y han puesto al alcance popular las grandes enseñanzas de la antigüedad, a partir del siglo XIX se ha visto como ha ido creciendo el número de estudiantes de la ciencia hermética y de la Verdad Universal. Pero, la información se sigue ocultando todavía; y algo más importante aún: se continúa tergiversando. Así como las grandes masas han sido capaces de aprender los errores que se les han inculcado, y se han mantenido fieles en ellos, de generación en generación, si se les transmite la verdad, tal cual es, también serán capaces de asimilarla. Recordemos, la verdad jamás puede hacer daño; los grandes pensadores de todos los tiempos la han divulgado. No son las grandes masas que no han sido capaces de asimilar la verdad, sino que la verdad le fue ocultada por quienes estaban encargados de su instrucción. Ahora empieza una nueva era de enseñanzas acordes con la verdad universal, y la humanidad, aprendiendo a vivir de acuerdo con las leyes y principios de la naturaleza, practicando todas las virtudes y estudiando todas las ciencias, las artes y las filosofías, así como la axiología, o ciencia de los valores, podrá regir mejor sus destinos terrestres para ser mucho, pero mucho más feliz, cumpliendo con su auténtica misión cósmica. Es preciso dejar de subestimar a las grandes masas en su verdadera capacidad para aprender la ciencia sublime de la vida.
Este carácter reservado es la característica principal de la Doctrina hermética. Ella, aún difundiéndose en cada país o espiritualidad, no asumió ninguno como morada fija, por el riesgo, expresado por los primeros Maestros, de cristalizarla en un credo inamovible; consejo bien sabio si se observa bien el antiguo ocultismo Hindú y Persa, que se estancó y casi sale de escena, por cuanto los maestros se transformaron en jerarcas mezclando teología y filosofía, generando supersticiones y sectas inadecuadas. 
Tenemos un claro ejemplo en el Hermetismo de los Gnósticos y de los primeros cristianos, movimiento destruido con el avenimiento de Constantino, que confundiendo teología y filosofía sofocó esta última, quitando la primitiva, más verídica en su esencia. De esta manera, por siglos el cristianismo incurrió en pasos inciertos, ajenos a la pureza de la realidad universal.
Empero, en cada siglo, siempre hubo algún fiel que ha tenido amorosamente encendida la flama, evitando su extinción.
Y es gracias a ellos que la antigua Doctrina de la Verdad no se ha perdido.
Ella no fue escrita, y pasó de boca en boca, de maestro a discípulo, de iniciado a hierofante.
En cuanto se hizo el tentativo de ponerla por escrito, se transformó en vagos términos de alquimia y astrología comprensible solo a pocos. Esto se rindió indispensable para evitar las duras represiones cumplidas por los teólogos medioevales en las hogueras, torturas y otros medios. Sin embargo, si bien la filosofía hermética sea la única clave capaz de esclarecer los secretos de la enseñanza oculta, hoy en día son pocos los buenos libros de filosofía entre los tantos escritos.
La antigua compilación de los fundamentos del Hermetismo continuada de maestro a alumno, tomó el nombre de “Kybalión”, término del cual se perdió el exacto significado.
Sus preceptos, transmitidos oralmente a través de los siglos, no son otra cosa que una colección de máximas, incomprensibles a las masas, y claros únicamente a aquellos estudiosos a quienes le fueron explicados por los iniciados. Ellos constituyen el Arte de la Alquimia que, contrariamente a lo que se cree, se refiere al plano mental y no al material, a la transposición de las ondas mentales en otras especies de vibraciones y no a la transmutación de un metal a otro.
De esta manera la leyenda de la “Piedra Filosofal” con la que se transmutan los metales en oro, no es otra cosa que una alegoría bien clara a los verdaderos estudiosos del hermetismo.
En esta primera lección de Hermetismo, nosotros que no somos más que humildes alumnos frente a la elevación de Hermes, aun cuando se nos asigne el título de iniciados, invitamos a los lectores a reflexionar sobre las doctrinas herméticas. Exponemos las enseñanzas con ilustraciones y explicaciones que esperamos sean capaces de transmitir al moderno estudioso el Pensamiento de la Verdad, dado que el texto original es expresado, intencionalmente, de manera que precisa un esfuerzo dilucidarlo.
En cuanto a los preceptos originales, ellos se reconocen de lo que es nuestro por cuanto se encuentran impresos como citaciones.
Escribimos con la esperanza de que, quienes lean este opúsculo obtengan los respectivos beneficios, como ya ha sucedido con los muchos que nos han precedido en la misma vía, hacia la Sabiduría Infinita, hace tantos siglos, a partir del Grande de los Grandes: HERMES TRISMEGISTO.
Os damos, ahora, una breve muestra de algunas máximas de El Kybalión:
1.      –“Donde quiera que se oiga el ruido de los pasos del maestro, se abren los oídos de quienes se encuentran preparados para recibir su enseñanza”.
El Kybalión
2.     –“Cuando los oídos del estudioso están preparados para escuchar, entonces llegan los labios que le transmiten la sabiduría”.
El Kybalión

Por lo cual, este libro será inmediatamente captado únicamente por quienes se encuentren preparados para comprender sus esencia. En cuanto el estudiante esté pronto para la Verdad, este trabajo llegará a sus manos.
De esta manera se desea que ocurra, por el principio hermético de causa y efecto, en su específico aspecto de: Ley de atracción.

Continúa próximamente…….
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martes, 15 de mayo de 2012

BAJO LA ÉGIDA DE DIOS





BAJO LA ÉGIDA DE DIOS

-Un relato basado en un hecho real-.

Por ©Giuseppe Isgró C.

Corría la primavera del año 1991; Jo atendió a un matrimonio con dos niñas, que querían adquirir una villa en Puerto Morro, un conjunto residencial a la orilla del mar, en Lechería. No era lo que los prospectos deseaban; se despidieron y Jo no pensó más en ellos. Estas personas venían, según le dijeron, de San Fernando de Apure, capital del Estado Apure, en Venezuela.
En el mes de junio del mismo año, un joven de nombre Francisco, llama a Jo desde Barquisimeto, ciudad distante, solicitando información sobre un apartamento, (Piso), en Residencias Parque Beethoven, -uno de los mejores en su época, construido por el empresario Giulio Paladino, y que Jo estaba comercializando; se la da, y el chaval le dice que su madre irá un mes después, para adquirirlo, cosa que, efectivamente, hace.
Doña Blanca, que así es como se llama aquella señora, adquiere el apartamento. Después de la negociación, le hace una visita a Jo, en su despacho, y le dice que acaba de pasar por un Despacho de Abogados, contiguo a su oficina, en el Centro Comercial Regina, en la ciudad de Puerto La Cruz, a quienes le solicitó asesoramiento sobre un caso de inquilinato, pero sobre el cual, además de no darle ninguna perspectiva favorable, el costo para  intentarlo era muy elevado.
Jo, obtenida la información sobre el caso en cuestión, le da sus apreciaciones y la manera de cómo él lo enfocaría, si estuviese en su lugar, es decir:  por la única vía factible y con exiguas posibilidades, como se verá más adelante. Después de lo cual, Doña Blanca se regresa a su ciudad de origen.
Un par de meses después, en el mes de agosto, Jo recibe la visita de Don Manolo, aquel señor que, junto con su familia, había sido atendido por él en la demostración de la villa de Puerto Morro.
Don Manolo le dice a Jo que él le había conocido con motivo de aquella demostración, y que, aunque no le comprase, quedó satisfecho de la magnífica atención que le brindara, razón por la cual, ahora le volvía a visitar, requiriendo sus servicios, pero en esta oportunidad con un motivo diferente.
Don Manolo le explica a Jo que él es dueño de un Hotel en Apure, que desea vender, y que, siendo la zona de Oriente, en la que se encuentra Jo, muy prospera, estima que de allí podría salir un comprador para su Hotel, y le agradaría que él se ocupara de la gestión de venta.
Jo le explica a Don Manolo que él no puede tomar el mandato de venta, para su empresa, -entonces líder en el ramo-, por la distancia que mediaba entre ambas ciudades, es decir, unas nueve horas de viaje en coche, y que eso haría muy onerosas las eventuales demostraciones a los prospectos interesados. Le indica que debe buscar de colocarlo en el mercado de Caracas, y por ende, otorgarle el mandato de venta a una inmobiliaria de la capital venezolana.  
Don Manolo insiste en que sea Jo quien tome el mandato, y éste lo rechaza una y otra vez. En ese tira y encoge transcurren 45 minutos, o más. Al final, Don Manolo, casi para irse, le insiste una vez más, a Jo,  de que, por lo menos, tome nota de sus datos y los del Hotel, con el fin de que, -nadie lo puede saber-, si le saliese alguien interesado, por casualidad, tuviese la información precisada.
Jo, por mera cortesía, y para no ser descortés, comienza a anotar los datos, y le va haciendo preguntas pertinentes. Esto, por la razón de que, cuando Jo hace algo, lo suele hacer bien, y no por salir del paso, como suele decirse.
A un cierto momento, Jo le pregunta a Don Manolo: -“Y cuánto tiempo le queda de vigencia al contrato de arrendamiento?”
Don Manolo, le responde: -“El contrato no tiene término, es a tiempo indeterminado; puedo estar en el edificio todo el tiempo que quiera, por sólo Ocho Mil Bolívares al mes de canon de arrendamiento.
-Cómo es eso?, –le pregunta Jo-, explíqueme.
Entonces, Don Manolo, le aclara: Es que el contrato se hizo, originalmente, por cinco años, el cual se venció y comencé a depositarle, a la propietaria, el importe del canon de arrendamiento en el Tribunal. Mientras yo pague puntualmente, la dueña no me puede sacar y puedo estar en el inmueble todo el tiempo que quiera, de por vida.
Jo se quedó mirando a Don Manolo, y de repente todo se le hizo claro en su mente. Se percató de que detrás de todo esto se encuentra la mano de Dios. Entonces, Jo le dice:
-Don Manolo, creo que Dios lo envío aquí. Fíjese, hace un mes, una señora que debe ser la dueña del Edificio donde se encuentra su Hotel, me compró un apartamento (Piso), y me hizo referencia de un caso con su inquilino, -que pareciera ser usted-, que si ella aplicaba lo que le sugería usted, en dos meses, estaría fuera del inmueble.
-Usted me tiene que decir lo que le recomendó, –le inquiere Don Manolo a Jo-.
-No puedo hacer eso, Don Manolo, por ética profesional, –le responde Jo-.
-Pero, vea, -sigue diciendo Jo-, haré algo mejor que eso; le tomaré el mandato de venta, porque creo que Dios lo está enviando aquí para que  yo le solucione el caso. Luego, haré un análisis del negocio, y, si los resultados son convincentes, le ofreceré en venta  el Hotel, –Fondo de comercio-, a Doña Blanca; si ella lo adquiere, se habrá resuelto el caso para ambos. Pero, si ella no estuviese interesada, le negociaré un nuevo contrato de arrendamiento, a cinco años, con un canon justo, para que usted pueda vender su Hotel sin obstáculos. Así como está el contrato, nadie le comprará el negocio, por cuanto le dará temor hacerlo.   
                                                                                                                                                                                                                                                                     
-Ahora mismo, Don Manolo, llamaré a Doña Blanca, -continua diciendo Jo-. Acto seguido levanta el auricular, marca un número, y dice:
-Aló, buenos días; se encuentra la señora Blanca?
Quien le atiende, después de preguntar quien le llamaba, le dice: -Un momento, por favor, Sr. Jo.
Casi inmediatamente, Jo escucha la voz de Doña Blanca, diciéndole:
-Buenos días, señor Jo, cómo está usted?
-Bien, Doña Blanca, -responde Jo-, -y usted?
-Bien, señor Jo; en que puedo servirle?
-Sra. Blanca, -le dice Jo-, creo que hoy Dios está metiendo las manos en esto. Tengo, en estos momentos, en mi oficina, la visita de Don Manolo, que vino a darme el mandato de venta de su Hotel, el cual no quería tomárselo hasta que me di cuenta de que se trataba del mismo que se encuentra en su edificio.
-Doña Blanca casi no puede creer lo que está oyendo.
-Mi idea, Sra. Blanca, -continúa diciendo Jo-, es la de hacer un análisis de la rentabilidad del negocio, y si es interesante, proponerle a usted que lo adquiera, con lo cual resolvería el caso definitivamente. En el supuesto de que no sea rentable, negociamos un nuevo contrato de arrendamiento, con un canon justo, a cinco años, a los fines de que Don Manolo pueda vender su Hotel. Le parece bien, Sra. Blanca?
-Me parece bien, Sr. Jo, -responde Doña Blanca-.
-Bien, Sra. Blanca, dentro de dos días iré a San Fernando de Apure, y pasaré allí el tiempo necesario para hacer un análisis del Hotel, y le llamo.
Así quedaron los tres: la Sra. Blanca, Don Manolo y Jo.
El viernes siguiente, con el primer vuelo de la mañana, Jo llega a San Fernando de Apure. Se trata de una ciudad ubicada en los llanos venezolanos, dotada de hermosos morichales, equiparables al paisaje de las pampas argentinas. Además, es una región imbuida de historia. Por una parte, relativa a la Guerra de Independencia. Es el escenario del General José Antonio Páez, el Centauro de los Llanos, uno de los máximos héroes, y estadistas, de ese período histórico, en el siglo XIX. En los alrededores de San Fernando, se realizaron acciones heroicas, como las de: El Yagual, Mucurita, las Queseras del Medio, -a orillas del Río Arauca-, donde, en las acciones de Vuelvan Caras, Páez, con 153 hombres, diezma, y pone en fuga, a un ejército de 7.000 hombres al mando de Pablo Morillo. Recordemos que no eran cualquier cosa los soldados realistas; sino gente altamente entrenada que ya había luchado en contra de los ejércitos de Napoleón. Además, también era el escenario de Doña Bárbara y de Santos Luzardo, los personajes verídicos de la novela Doña Bárbara, del gran escritor venezolano Rómulo Gallegos. La prosa de Gallegos es una de las más hermosas de las letras venezolanas, y continentales, repleta de valores morales y virtudes, y a la vez, de contenido forjador de una nueva gesta, e  intérprete de la realidad nacional, en lo que se ha calificado como un proceso que va de la “barbarie” a la “civilización”.  
Era viernes por la noche; Don Manolo invita a Jo a cenar en el restaurante del Hotel, que era uno de los mejores de la ciudad. El lugar se encuentra lleno de clientes. Jo percibe que el mismo, de por sí, justifica que Doña Blanca adquiera el negocio.
Al día siguiente, Jo completa el análisis de la rentabilidad del Hotel, con todas sus anexidades, y llega al convencimiento de la conveniencia de sugerirle a la Sra. Blanca, la compra. Levanta el auricular, y marca el número.
Luego del saludo inicial, Jo le dice:
-Sra. Blanca, anoche estuve en el restaurante, y se encontraba full de gente, lo cual parece que eso es una constante. Sumando la rentabilidad que el restaurante tiene a la del Hotel, me parece que es ventajoso, para usted, adquirir el Fondo de comercio del Hotel, con lo cual obtendría dos claras ventajas: La primera, hacerse de un negocio interesante, y lucrativo; la segunda, resolver el caso de la única, y a la vez, de la mejor manera posible, dadas las circunstancias, en las cuales parecería verse las manos de Dios, por la forma en que se ha realizado el encuentro de los tres.
Doña Blanca estuvo de acuerdo, y establecieron un día de la semana siguiente, en que ambos irían a San Fernando para darle el informe que había preparado, e intercambiar ideas sobre la oferta de compra a Don Manolo.
El día acordado, Doña Blanca, acompañada de su hijo Francisco, un estudiante de medicina, y Jo, se encuentran en San Fernando. Se ubican en un lugar tranquilo, en un restaurante, y allí entran en conversaciones, de las cuales sale el planteamiento de la adquisición del negocio, que, finalmente se concretó, previo acuerdo de una rebaja razonable en el precio de venta solicitado por Don Manolo.
El acuerdo de compra venta se autentica en una de las Notaría de Puerto La Cruz, que era la ciudad en que se encontraba la oficina de Jo. Esto quiere decir que ambos, Doña Blanca y Don Manolo, viajaron para formalizar el acto del compromiso bilateral de compra venta, que concluye, finalmente, en forma satisfactoria, en los treinta días siguientes, una vez dado cumplimiento a las tres publicaciones de rigor en un diario seleccionado a tales efectos, de acuerdo a la legislación vigente.
Esto ameritará un tercer viaje de Jo a San Fernando para formalizar el acto final de compra venta del Fondo de comercio del Hotel, en el cual Jo le brindó un servicio adicional, y ad honoren, a Don Manolo, al manejarle el acuerdo de la liquidación de las prestaciones sociales de sus trabajadores. Finalmente, en ese tercer viaje a San Fernando, se formaliza el traslado de la propiedad del Fondo de comercio, en términos satisfactorios, a Doña Blanca.
El día de la firma en el Registro Público, con función notarial, era excesivamente caluroso. Empero, las tres partes involucradas experimentaban el sentimiento interior de que algo extraordinario había ocurrido, y estaban agradecidos por la cooperación divina que, albergaban la certeza, habían recibido desde la dimensión espiritual. Ya Homero, el aeda inspirado, en el siglo XII antes de nuestra era había percibido, con profunda agudeza, la intervención de los dioses, –espíritus-, en los actos de los hombres


Este caso está repleto de circunstancias que son dignas de ser reseñadas.
La primera de ellas, es que este era, realmente, un caso insoluble. Por la legislación vigente, mientras Don Manolo depositara puntualmente el importe del canon de arrendamiento en el Tribunal, nadie le hubiera podido sacar del inmueble. Además, él se lo dijo en el encuentro del primer día, cuando fue a ofrecerle el mandato de venta: El juez de la ciudad era su compadre, y le había recomendado que, todos los meses revisara los referenciales relativos al traslado de propiedades, en el Registro Subalterno, a los fines de ver si había sido vendido el Edificio donde funcionaba el Hotel.  Esto a los efectos de que, en caso de venta, debía hacerse el depósito del pago del canon de arrendamiento a nombre del nuevo propietario, caso contrario constituía una causal para rescindir el contrato de arrendamiento y solicitar el desalojo del inmueble ante las autoridades competentes, con dos meses de atraso en el pago.
-Jo, en esa primera entrevista, al sugerirle de negociar un nuevo contrato por un canon de arrendamiento justo, le dijo, y le preguntó, a la vez,  a Don Manolo: -Usted es un hombre serio. -está consciente de que ese edificio no vale 8.000 Bolívares al mes, no es cierto? A lo cual, Don Manolo asintió, en señal de estar de acuerdo, estimando que el verdadero canon oscilaba alrededor de 40.000 Bolívares.
Lo sorprendente del caso es que, la Sra. Blanca va a Puerto La Cruz para comprarle a Jo un apartamento, (piso), que no necesita y que nunca va a ocupar, con lo cual conoce a Jo, y le cuenta el caso con su inquilino, por una parte. Pero, destaquemos que Barquisimeto, la ciudad donde vive Doña Blanca, se encuentra a diez horas, aproximadamente, de viaje en coche.
Por la otra, Don Manolo, queriendo su familia trasladarse a la ciudad de Lechería, adyacente a Puerto La Cruz, en el oriente venezolano, visita a Jo para que le enseñe una villa en Puerto Morro, que no llega a adquirir, pero le agrada el trato de Jo, y cuando decide vender el Hotel, lo primero que hace es buscarle para que sea él quien le maneje el proceso de la gestión de venta. Destaquemos, por otra parte, que San Fernando de Apure, la ciudad donde vive Don Manolo, se encuentra a 9 horas de distancia, por carretera, de Puerto La Cruz.
Ambos visitan a Jo, por motivos diferentes, y resulta que Jo le aporta la solución a un caso virtualmente insoluble desde el punto de vista jurídico, excepto por la vía transaccional, pacífica y amistosa, como fue la que utilizó Jo.
Qué elementos espirituales confluyeron para que ocurra esa interrelación de personas tan distantes las unas de las otras, para encontrar, en un lugar lejano, paralelamente, a la persona indicada que pudiese resolverle, satisfactoriamente, el caso?
Son las coincidencias que ocurren a diario, en el mundo, en las vidas de incontable número de personas, por la acción de la Providencia Divina, por efecto de la Ley Cósmica y la cooperación espiritual, que coordinan una serie de interrelaciones que permiten que las personas que deben encontrarse lo hagan en las condiciones idóneas, en el lugar adecuado, en el tiempo perfecto de Dios, a los fines pertinentes, y sin importar cuál fuere el punto de origen de las personas involucradas.
Desde la primera visita, Don Manolo y Jo intercambiaron ideas sobre diferentes temas. Don Manolo era un gran admirador de Wilhem Reich, un psicólogo autor de un cierto número de obras sobre Psicología, que tanto el uno como el otro habían leído, lo cual le sirvió a ambos de punto de común interés en las reiteradas conversaciones que mantuvieron durante el lapso que duró el proceso de venta. Don Manolo le prometió a Jo un librito escrito por Reich intitulado: ESCUCHA HOMBRESITO!, el cual, al final del proceso, efectivamente, le obsequió.

En el segundo viaje de Jo a San Fernando, en la noche, encontrándose en el Hotel en que se hospedaba (diferente al que era objeto de la negociación, para mantener la independencia), al bajar a la planta baja, frente a la Plaza Bolívar, en el lado opuesto de la misma, Jo observa que se encuentra una Logia Masónica, con una hermosa arquitectura. Percibe que en el recinto de aquella institución se encuentran varias estatuas, una de ellas es la del Ciudadano esclarecido, o León de Payara, como también se le conoce: el General José Antonio Páez, que además de Prócer y Estadista, fue el Fundador del Poder Civil en Venezuela, y que, además, fue el máximo jerarca de la Masonería Venezolana, por muchos años. Páez fue, también, el fundador del Supremo Consejo del Grado 33, en fecha 24 de junio de 1824, en cuyo rol le acompañaron otros ilustres personajes, entre ellos el General Carlos Soublete y el Lic. Diego Bautista Urbaneja.

Jo, esa noche, desde el lado opuesto de la Plaza Bolívar, en un acto de trasporte espiritual en el tiempo, se imaginaba como llegaba a la Logia el I.: y P.: QH.: Páez, con su aureola de héroe legendario y, a la vez hombre de gran cultura, y ser bien acogido por los queridos hermanos, en aquellos lejanos años, en tempranas décadas del siglo XIX. Sin duda, Páez participó en el movimiento masónico apureño de la época, previamente a la fundación de esa Logia, que era, y sigue siendo, una de las más hermosas de Venezuela.

A lo lejos, Jo observa que hay gente en la Logia, se acerca y saluda. Conoce a varios QH.:, y siendo Jo un admirador de la vida y obra de Páez, solicita al Venerable Maestro la oportunidad de que, a la siguiente semana, al volver a San Fernando, dar una conferencia sobre el ilustre Prócer: José Antonio Páez, cosa que efectivamente hace, en la cual, además, describe su visita a los sitios en que se realizaron diversas batallas, y la que efectúo en una Finca, en la vía de San Fernando a El Yagual, en la que un ganadero de la Zona creó varias avenidas que llenó de estatuas de próceres venezolanos. Jo visitó ese lugar, en compañía de su familia, el cual desde la carretera, a lo lejos, causaba admiración con tantas estatuas de próceres juntas, con sus hileras respectivas de chaguaramos, que hermoseaban el paisaje, y le atendió uno de los hijos de aquel ciudadano admirador de Páez, cuyo nombre, si recuerdo bien, era Antonio García. Le fue enseñada la oficina en que solía retirarse esta persona a meditar, cuyas paredes estaban repletas con aforismos de Páez, escritos con su propia letra, denotando la justa admiración que le profesaba al paradigmático héroe. Esa noche, en la Logia, Jo hace referencia a la Obra: Las Memorias de O´Leary, de 34 tomos, uno de los mejores documentos en torno a la historia de la Independencia Latinoamericana. Al término de la conferencia, el Venerable llama a Jo, que se encuentra en el Or.: y le enseñó una correspondencia que acababa de recibir, en la que se le obsequiaba las Memorias de O´Leary. Recordemos que Daniel Florencio O´Leary había sido un joven inglés que llegó a Venezuela a los 18 años, y desde el primer instante de su llegada se enroló al servicio de Simón Bolívar, de quien fue Edecán, y a quien, el Libertador, solía encargarle las misiones menos fáciles, las cuales O´Leary siempre cumplía exitosamente. Simón Bolívar, con frecuencia elogiaba inteligencia desplegada por O´Leary en cada una de sus misiones, diciendo: -“Este inglesito  tiene una cabeza admirable”-. Cuando en 1842 O´Leary, en compañía de Soublette visita a Pablo Morillo, en España, éste le confiesa que era un admirador de Bolívar, lo cual, sin duda, es un elogio que pocos héroes suelen merecer, es decir, ser admirados por sus propios contrincantes. Gracia a la vinculación masónica de Pablo Morillo y la de sus inmediatos colaboradores, y la de Bolívar, y sus jefes patriotas, fue que la Guerra de la Independencia concluyó más rápidamente, sobre todo después del Tratado de Trujillo y la Entrevista de Santa Ana, que magistralmente organizara el futuro Gran Mariscal de Ayacucho, el General Antonio José de Sucre. Morillo, al enterarse de que O´Leary proyectaba escribir las Memorias de Bolívar, le hizo entrega de incontables documentos que los patriotas, al salir rápidamente de un lugar por la cercanía del enemigo, o por los ataques de éste, solían dejar abandonados en el campo de batalla, y que Morillo y su gente habían recogido. Esa es la razón por la que las Memorias de O´Leary sean la recopilación de la mayor suma de documentos relacionados con la historia de la Independencia. Los tomos 27 y 28 que contienen las memorias propiamente dichas, son una auténtica obra maestra de la literatura universal. Igual maestría desplegó O´Leary en algunas de las cartas de viajes recogidas en el primer tomo, con motivo de su visita a la ciudad de Granada, y a la de Florencia. O´Leary efectúa unas descripciones magistrales que denotan su elevado nivel en el desarrollo de la cultura clásica.
De regreso del tercer viaje, desde San Fernando a Puerto La Cruz, que Jo hizo en compañía de su esposa e hijos, y la pequeñísima mascota de la casa, una perrita de raza pitcher, de nombre Nina, pasaron por un pueblo ubicado entre los Estados Guárico y Anzoátegui, denominado Km. 133, o San Rafael de Laya, población que había conocido épocas de esplendor antes de la construcción de la Carretera de la Costa, que hacían de EL CIENTO, que es como se le denomina en lenguaje coloquial, un pueblo de paso obligado para ir del oriente venezolano a Caracas y otras regiones del país. Jo había vivido en el 133, durante casi un año, en 1960, recién llegado a Venezuela, desde Italia, población de la que tenía hermosos recuerdos. Allí Jo visitó a varias personas que había conocido 30 años antes, con quienes conversó, rememorando antiguos recuerdos de personas y hechos; fue a la casa donde había vivido, y a la que había construido su padre, que la familia no llegó a ocupar,  y que, aún, se encontraba allí, tal como había sido dejada, abandonada. Paradójicamente, nadie la había invadido, después de tanto tiempo, y seguía igual, todavía, en el año 2006, según informaciones que obtuvo Jo de alguien que vivía dos casas más arriba. El pueblo de El Ciento, tuvo varios personajes importantes, tanto oriundos como llegados de diversas partes; por ejemplo: de Italia, entre ellos el Sr. Pizani, el Sr. Lillí y el Sr. Sergio, este último fundador del único cine del pueblo, para la época, y que, felizmente, pudo contactar, ese día, para saludarle. Paradójicamente, Sergio, al ser, también propietario de una Estación de Servicio, o gasolinera, todas las semana visitaba la sede de la compañía que le surtía combustible, la cual se encontraba en el mismo nivel de la oficina de Jo, pero que Sergio desconocía, dado el largo tiempo transcurrido desde que había tratado al chaval. Ese día Jo encontró, también, a un hombre, ya de edad, a quien había conocido y tratado ampliamente, quien le dio noticias de un gran número de personas, entre ellos de dos jóvenes, uno de apellido Talavera, y el otro de nombre Margarito, que habían llegado a ser Alcaldes de dos poblaciones del Estado Guárico. Jo encontró que El Ciento había crecido mucho, en las últimas tres décadas, pero le dio inmensa nostalgia y le pareció que el pueblo se encontraba perdido en el fin del mundo. Con todo, el Gobernador Ovidio González, el que instituyera el juego del Ajedrez obligatorio en las Escuelas Públicas, y amigo de Jo, que compartieron actividades en torno a importantes eventos de ajedrez, en Venezuela, por esa época, había ordenado la construcción de un tramo del la carretera que unía El Ciento con Onoto, lo cual facilitaba su acceso por el Estado Anzoátegui.
Para concluir, un detalle de interés: en su segundo viaje a San Fernando, una noche, contemplando un programa en la televisión, vía satélite, desde Argentina, en el que se presentaba a un cantante italiano de nombre: Nicola Paone, muy famoso en ese país y otros de Latinoamérica.
Jo recordaba que de niño, unos vecinos que vivían exactamente al lado de su abuelo paterno, de apellido Paoone, tenían un hijo de nombre: Nicola Paone, que había nacido en Pensilvania, USA, y había llegado a ser un cantante famoso. Esa noticia circulaba ampliamente; pero, nada más, y Jo la recordaba.

      En la entrevista que le hacen a Paone, se encuentra en compañía de su esposa, -ya, para esa época él tenía 78 años-, en la cual relata un poco de su vida, y trayectoria profesional desde sus comienzos y la manera de cómo, rápidamente, se granjeara la aceptación del público.
A un cierto momento, le piden que interprete una canción de su extenso repertorio, y lo hace con una canción que empezaba así: -“Da Milazzo a Spadafora”, …. Eso produjo en quien esto escribe una gran emoción.
El pueblo de San Pier Marina, que es el de los padres de Paone, y el del abuelo del autor de este artículo, se encontraba, exactamente, entre Milazzo y Spadafora, en la Provincia de Messina, Sicilia, lo cual despejó toda duda de que se trataba de la misma persona, de la cual oyera hablar en su niñez. Durante cuatro años, mañana y noche, de niño, pasaba por Spadafora, todos los días, en un recorrido que iba desde San Pier Marina, pueblo mejor conocido como Puente Mudo, y Rometta Marea, población en la cual, mediodía cursaba sus estudios de primaria y por las tardes asistía al negocio, de múltiples actividades,  de su tío Antonino. De manera que la canción de Paone, le despertó a Jo emocionados recuerdos. 
Por irrelevante que parezca, esas noticias de Nicola Paone tuvo cierta importancia  para quien esto escribe. Había oído destacar, desde niño, de que él había llegado a ser un cantante importante pero no tenía idea  del verdadero grado en que lo era.
Además, es significativo observar como, desde pequeños pueblos que parecieran ser insignificantes en la geografía mundial, surgen personajes que descuellan en países distantes, como en este acaso Nicola Paone, en Argentina, y otros países latinoamericanos, y Estados Unidos, país donde nació, de padres sicilianos.   
La moraleja del presente relato pareciera deducirse del hecho que, sin importar el lugar donde cada quien nace, la vida le conduce a aquel otro en que debe desempeñar sus funciones como ser humano; e independientemente de cual sea el sitio en que cada quien se desempeñe, si es competente en algo que pueda ser de utilidad a algunas personas, o a muchas, en un momento dado, las circunstancias les serán favorables para que vayan a buscarle allí.
O, también, como suele ocurrir que, por la inspiración de quienes cooperan en la dirección espiritual del mundo, le sugieren desplazarse a otras zonas, y al hacerlo, encuentra la oportunidad que su preparación amerita.
Esto demuestra, una vez más, que ningún lugar está lejos para cooperar en el desarrollo de los planes del Gran Arquitecto del Universo. Gloria al Eterno que lo dispuso así.
Significa, también, que nadie es extranjero en parte alguna, excepto en la expresión de  determinados grados de  ignorancia de los destinos humanos, en el planeta tierra.
Los xenófobos, que son más de lo que se piensa, aunque cada día serán menos, Dios mediante, se parecen a aquellos gerentes que buscan de cerrarle el paso a los que emergen de los mandos inferiores. Al buscar de permanecer en el mismo cargo o lugar, sin desarrollarse para seguir ascendiendo, se estarían privando, a sí mismos, de que la vida les conduzca a los nuevos lugares que les propiciarán las oportunidades inherentes a su crecimiento. Esto sin descartar el hecho que todos aquellos que menosprecien a algunos grupos étnicos, en su siguiente ciclo de vida, pudiesen nacer, como medio de aprendizaje, precisamente en alguno de esos grupos por los que se haya manifestado animadversión. Se atrae tanto lo que se ama, como lo opuesto. Un tema para reflexionar, en el momento histórico en que, los países supuestamente civilizados están dando muestra irrefutable de la necesidad de enfocar la proa del propio barco hacia puertos más seguros de la fraternidad universal, expresando el amor genuino, y por ende, la justicia, la igualdad, la solidaridad, el respeto, la armonía y el orden perfecto. Una cuestión de conciencia, en tiempos que, por las vueltas de la rueda de la vida, de la luz se pasa a la oscuridad, espíritus de menor nivel evolutivo, y de ésta nuevamente a la luz, en una eterna polarización. La historia se repite cada vez en niveles más elevados de manifestación; es cíclica. Los seres que vuelven repiten los actos que sus conciencias les dictan. Revisemos la historia, con el fin de evitar que vuelvan a repetirse cosas que ya se creían superadas, y que necesariamente volverán a hacerlo al volver sus protagonistas en un nuevo ciclo de vida, continuando su trayectoria desde el punto en que la interrumpieron en el viaje terrestre anterior. Los ciudadanos conscientes del mundo deben tomar cartas en el asunto; es preciso prepararse para propiciar el nuevo contrato social. Para que eso sea posible, se requiere, antes, que las personas adquieran mayor grado de conciencia de la nueva realidad que esperan manifestar. Existe una pugna constante entre los sustentadores del oscurantismo y los difusores de la Luz. Una batalla que siempre ganará la Luz, el bien, la justicia, la prudencia, el valor, la templanza, la belleza y el amor.

Las fuerzas morales, como las concibiera José Ingenieros, el maestro de América, oriundo de la Trinacria; los valores universales, percibidos por Ralph Waldo Emerson, en sus Ensayos, y Benjamin Franklin, en su obra: El hombre de bien vivir; y la conciencia de la realidad espiritual del destino humano en la tierra, y en el universo, como lo percibieran Allan Kardec y León Denis, en sus respectivas obras: El Libro de Espíritus y El Problema del Ser y del Destino, servirán de potente faro para quienes quieren aspiran llegar a puertos más seguros, en el largo viaje del eterno retorno en la conciencia evolutiva del ser individual al Ser Universal.

Adelante.