jueves, 30 de agosto de 2012

FATI, ABU Y LA LUNA QUIETA


 FATI, ABU Y LA LUNA QUIETA

Por:©Giuseppe Isgró C.


-Oye, Abu, -dice Fati-, recuerdas que, cuando yo era chiquita, por las noches regresábamos a Aguilar de la Frontera, en autobús, donde vivíamos, y lo hacíamos desde Lucena?  
-Sí, lo recuerdo, -responde Abu-. –Por qué me preguntas eso?
-Una noche, -continúa Fati-, al ver yo la luna llena, grande y hermosa, iluminando todo por donde íbamos, en el autobús, -de esa línea de los Carreras, donde tú tenía la librería, en la Estación de Autobuses-, a pesar de que dábamos tantas vueltas, pasando por Cabra y Monturque, siempre, a lo lejos, veíamos la luna como si estuviese en el mismo sitio, y yo te decía:
-Abu, nosotros caminamos y caminamos y la luna parece que nos siguiera, y siempre está allí, en el mismo sitio; por qué? Luego, tú te quedabas mirándome, sin decirme nada, como pensando.
Esta pregunta se la hace Fati a Abu cuando tenía dos años y medio. Abu se quedó pensativo, y en ese momento no acertó a decirle nada a Fati. Y, no vayamos a creer que si se le volviese a hacer, ahora, siete años después, la misma pregunta, él sabría mejor que contestar. Sigue siendo una pregunta que da que pensar en una niña de esa edad.
Es que los niños tienen la virtud de hacer preguntas que los adultos, la mayor parte de las veces, no saben como contestarlas. O, a usted no le ha pasado alguna vez?
Otras veces, aún sabiendo la respuesta, erróneamente se cree que los niños no son capaces de entender y no se les hace caso, o se deja la respuesta para después. Se les subestima, o, simplemente, algunas veces no es tan sencillo explicarle ciertas cosas, vamos a estar claros!
Pero, los niños son jueces severos. Con el tiempo buscan a otros a quienes formularles las preguntas. No son tontos. Y, casi siempre logran su objetivo. La ventaja es que hoy está el Internet, que les contesta virtualmente todas las preguntas.
Abu concluye, después de darle tantas vueltas en la cabeza, que, siendo la distancia entre la tierra y la luna tan enorme, es decir: 384.319,32 Km, cualquier desplazamiento del vehículo es insignificante para afectar su visibilidad, y se va a ver como si ella estuviese siguiéndonos, o que siempre está ahí; una vez de un lado, después al dar una curva, del otro. Luego, otra vez vuelve a la posición original. Lo que cambia es el ángulo visual. Es como la foto montada en un cuadro y colocada en una pared, por cualquier lado por donde vayamos, la persona de la foto pareciera estar mirándonos.
 Abu se da cuenta de que Fati tiene una gran capacidad de observación. Esta es una cualidad que distingue a los  genios y a las personas más exitosas de la vida. Quien percibe la realidad del entorno, es capaz de ver las oportunidades donde otros ven, únicamente, situaciones por resolver.
Unos ven la cáscara; otros, la nuez dentro de ella. Unos, la luz del sol reflejada por la luna. Otros, la oscuridad de la noche. El día y la noche, la luz y la oscuridad; lo uno y los otros. Donde hay oscuridad, cerca está la luz. Donde gira la noche, cerca está el amanecer. Jamás lo uno marcha sin lo otro.
Pero, de los dos polos opuestos, nace la eterna polarización. Del bien al mal, del mal al bien, de lo dulce al amargo, del amargo al dulce, del frío al calor, del calor al frío.
Cómo podría saberse lo que es dulce si no se probara, antes, lo amargo. Cómo podría saberse lo que es amargo, si no probara lo que es dulce. Ya lo había dicho Lao Tse, en el Tao Te Ching, al expresar: -“Cuando alguien percibe lo que es la belleza, se da cuenta de lo que es la fealdad”-.
Esa es la reflexión que venía haciendo Abu, al oír a Fati sus observaciones sobre la luna. Ella veía que el autobús avanzaba y avanzaba, y parecía que no se alejaba nunca de la luna; ésta siempre estaba allí, viéndola en el mismo sitio, a pesar de que el ángulo de la visión variara.
La abuela de Fati estaba en el asiento de al lado, la oía y no decía nada. Pero, también percibía que Fati estaba demostrando un excelente don de observación y sabía hacer preguntas que inducían a pensar.
Eso mismo pasa en la vida; pareciera que no se avanza nunca, que siempre estamos en el mismo sitio; las mismas cosas todos los días: Levantarse, tomar un buen vaso de agua a temperatura ambiente con el zumo de medio limón; luego sentarse un rato, a leer unas páginas de estimulante e inspirada sabiduría; después, relajarse desde los dedos de los pies hasta la cabeza, luego imaginar un lago y visualizarse flotando, en armonía con la naturaleza; acto seguido establecer contacto con la Divinidad, y volver a la conciencia objetiva fortalecidos, con las ideas claras de lo que hay que hacer durante el día. Después de repetir treintas veces seguidas la afirmación: -Cada día, en todas formas, estoy mejor y mejor, como programación mental, se planifica el día. Se anota, en una hoja de papel el orden en que deben hacerse las tareas de la jornada, por su estricta jerarquía de prioridades. Enseguida, uno va a la cocina, prepara un café, solo y sin azúcar, o lo encuentra ya preparado; come un desayuno vegetariano, y se va a trabajar. Atiende las tareas de las mañana, vuelva a casa para almorzar, cuando puede, porque, muchas veces, cada quien almuerza fuera, y eso aleja la comunicación entre los miembros de la familia.
Vuelve al trabajo por la tarde, y regresa a casa por la noche, realiza las tareas rutinarias, se baña, hace un poco de yoga, escucha música clásica, se relaja, sigue la lectura de la mañana, o lee otro de los diversos libros que le acompañan en la mesa de noche, o en su biblioteca.
Un día tras otro, pareciera que es siempre lo mismo; pero Heráclito dijo que nadie se baña dos veces en la misma agua, del mismo río. Quiere decir que no siempre todo es igual, aunque lo pareciera.
Cada día hay un nuevo estado de conciencia, en el cual se percibe otra cosa que antes había pasado desapercibida. Y, ahora la ve, aunque siempre estuvo allí, pero antes no la veía.
Un poco a la vez, la conciencia va aflorando en el ser. Cuando hay conciencia hay luz, comprensión, valores, amor, y por supuesto, justicia, bondad, belleza, fortaleza y apacible serenidad. Los ojos tienen un brillo especial, una luz fulgurante que cautiva, que transmite los más variados sentimientos, emociones, calor humano, afecto, amistad, y amor, en algunas de sus infinitas variantes. Detrás de esa mirada impasible hay una voluntad de acero, dispuesta a superar todos los obstáculos, a vencer en todas las pruebas sin abandonar jamás a mitad de camino, a franquear todas las puertas, y a alcanzar las metas prefijadas, con Espíritu de justicia para todas las partes involucradas. La paz interior se transmite en el entorno; la gente se aquieta, se relaja, descansa y comienza a fluir la energía, a expresarse la Divinidad interior.
Todo se ordena, se armoniza más y mejor. Armonía y orden perfectos, entre todos y con el Todo.
Cuando hay paz mental fluyen las ideas creativas. Vuela la imaginación. Cada quien hace de su vida una obra maestra.
Todo esto y mucho más los niños se lo van imaginando, y no vayamos a creer que los niños se creen niños; y los chavales, chavales. No, ellos piensan y actúan como si fuesen adultos, aunque sean niños y haya que señalarles algunos linderos dentro de cuyos alcances la prudencia aconseja que se mantengan.
Allí confluyen, en plena efervescencia, la prudencia y la osadía, y el equilibrio que emana entre las dos virtudes es un signo de sabiduría.
Cuantos no hemos vistos a algunos niños que tratan y cuidan a sus padres, u otros adultos, como si los niños fueran éstos? O, al lector, o lectora, no le ha pasado, o visto alguna vez? Con el debido respeto de los adultos, hay niños que le llevan una morena, en madurez, a aquellos; pero, quienes mandan son los padres, por eso son los padres.
Eso me recuerda la excelente película de Pedro Infante, intitulada la Oveja Negra, en la que tanto él como los hermanos Soler, realizan una genial interpretación dramática, donde se retrata admirablemente esta realidad. Recordemos que Pedro Infante, además de poseer una de las mejores voces de todos los tiempos, fue un actor incomparable, superándose en cada una de sus nuevas interpretaciones, siempre con un mensaje inspirador y humano.
Lo mismo pasa en tantas empresas, o cargos institucionales, donde los subalternos le llevan una morena a los jefes. Pero jefe es jefe donde lo pongan, hasta que otro lo sustituya. Y vamos a estar claros: Hay tanta gente calándose a tantos jefes por obligación, por necesidad; o por otras causas mayores.
Pero, la dignidad humana está por encima de todo. El día en que los humanos dejen de ser humillados por sus jefes, por la obligación del rango, o por la necesidad, haciendo valer su dignidad humana, rehusando hacer cosas que no se corresponden con los elevados principios de la vida, tendremos un mundo mejor. Nadie debe permitir que su dignidad sea irrespetada ni vulnerada, por la razón que fuere. Con modales suaves, hay que indicarle a quien corresponda, que no se está en disposición de aceptar nada que afecte el sentido de la propia dignidad.
Hay que hacer como los niños: si no están satisfechos con la respuesta, vuelven a la carga una y otra vez hasta que se le conteste, o encuentren a otro que lo haga. Saben irse con la música a otra parte, donde la aprecien más, o adecuadamente, y que la paguen en su justa medida, aunque sea con un “gracias”, o un: “es excelente”; “le felicito”, o, algunas veces, y es el mejor de los salarios, cuando se recibe una sugerencia indicando donde es preciso fortalecerse en mayor grado, o efectuar una corrección, etc. El aprendizaje es un camino de doble vía, se da y se recibe.
Los niños tienen la virtud de saber a quien preguntar y también como hacer las preguntas y persisten hasta encontrar la respuesta que les satisfaga. Pero, también es cierto que muchos padres van inhibiendo en los niños el hábito de seguir preguntando. Esa es la razón de que se haya inventado eso de: -“Es un Pepito preguntón”. O, acaso no lo ha oído usted?
Y después, a muchos niños les pasa como a los elefantes en un circo.
Los elefantes permanecen amarrados con una delgada cinta a un poste, sin romperla. Pese a que la fuerza de su trompa es suficiente para elevar un gran peso y para romper una cadena muy gruesa, lo que le permitiría zafarse con apenas un ligero movimiento de cabeza. En cambio, los elefantes permanecen dócilmente amarrados a esa delgada cuerda, y pequeño poste.
-Por qué? Eso es debido a que, desde pequeños, a los elefantes se les amarró a un sólido poste, con una cuerda gruesa, y el joven paquidermo se cansó de darle y de darle con el movimiento de su cabeza tratando de romperla, hasta que llegó el momento en que se convenció de que no podía hacerlo. Después que aceptó en su mente que no podía romperla, ya no lo intentó más. Esa es la razón de que permanezcan amarrados sin hacer ningún intento de alcanzar su libertad. Fueron condicionados. Es la fuerza del hábito. La repetición de un acto se vuelve costumbre. Y la costumbre precisa fuerza de voluntad e imaginación aplicada, simultáneamente, para corregirla, abriendo nuevos cauces de vida, más gratificantes. 
Y eso le pasa a los humanos: los padres, de tanto condicionarlos con limitaciones mentales, con afirmaciones negativas, y tantos y tantos adoctrinamientos inadecuados, logran que sus hijos dejen de hacerles preguntas que les resultan incómodas, en vez de aprovechar la oportunidad de aprender juntos. Y cuando ellos sueñan con realizar grandes cosas en cuanto sean adultos, los padres, -afortunadamente no todos-, si los hijos quieren volar demasiado alto le convencen de moderar sus aspiraciones. Y les aportan miles de razones para disuadirles. Muchos dirigentes, bajo el influjo de grupos de intereses subalternos, hacen lo mismo con la gente de sus respectivos países. Aunque debemos acotar, también, que la inmensa mayoría de los líderes mundiales, en todos los ámbitos, sí cumple con su deber en la conducción de la humanidad hacia su nueva edad de oro.
Afortunadamente, hay niños como Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Enrico Fermi, Benjamín Franklin, Dante Alighieri, Homero, Pitágoras, Platón, Gandhi y Tagore, entre otros, que no aceptan limitaciones algunas en sus aspiraciones, y el genio de su pensamiento se impone, gradualmente, hasta transformarse en paradigmas inmortales de la humanidad.
Desde que Fati era pequeña le está enseñando muchas cosas a Abu. Y Abu está contento y agradecido de su guapa nieta, que es muy lista desde que nació.
Todas estas cosas iba pensando Abu, después de las preguntas que le formulara Fati.

****

Todos los niños son más listos de lo que uno piensa.
Por eso es bueno hacer algunas reflexiones como las que siguen:
En el caso de Fati, cuando ella tenía seis meses, Abu le consiguió un libro ilustrado de fábulas y cuentos de hadas. Era volumen muy grueso, con imágenes grandes, hermosísimas, y pocas palabras escritas. Juntos, Fati y Abu, pasaban las hojas del libro y Abu le leía el título de cada fábula, y el mensaje que le acompañaba. La abuelita, a su vez, hacía otro tanto, pero, además le cantaba los cuentos, o se los narraba. Que lindo era oír a la joven abuelita cantarle a Fati: -“Abuelito dime tú…”., etcétera, etcétera, con esa voz encantadora. No olvidemos que, si hay nietas muy lindas, es porque hay abuelas, que antes fueron muy lindas jovencitas y ahora son hermosas damas, y así se suceden las generaciones. Abuelas hermosas, hijas bellísimas, nietas lindas, biznietas preciosas, y un etcétera sin fin. Y si la yaya es de buenos sentimientos, como suelen serlo todas, larguísimos y variados caminos serán inundados de amor, belleza, e iluminados con las luz de todas las virtudes.
Y así lo hicieron Fati y Abu, todos los días, hasta que Fati se aprendió los nombres y las imágenes de todos los personajes de los cuentos de hadas, y se sabía, también, la historia de cada uno ellos. Así conoció a Blanca Nieve y los siete enanitos, Peter Pan, Pinocho, Simbad el Marino, y muchos otros.
El libro duró hasta que Fati cumplió los dos años. No está mal que un libro le dure año y medio a una niña tan pequeña. Pero, luego, Abu le fue llevando otros diferentes. Recordemos, además, que por esa época Abu tenía una librería, en Lucena, y Fati iba casi todos los días allí, y se pasaba el día con la abuela y el abuelo. Y Abu le dejaba ojear todos los libros que quisiera, ya que ella había aprendido a manipularlos bien. Además, Fati ayudaba a Abu a acomodar los libros, en la mañana, y en la noche, a recogerlos. Más de una vez, Fati agarraba algunos libros, generalmente los escritos por Abu, y se los ofrecía a los clientes, tal como veía hacerlo a Abu. Es que Abu, cada vez que llegaba alguien a la librería, con ojos bien entrenados, observaba bien que tipo de libros le atraían a la persona, y enseguida agarraba los cuatro de su autoría y se los colocaba en sus manos, diciéndole: -“Le recomiendo estos cuatro libros”, sin decirle que él era el autor. De cada diez, tres o cuatro los adquirían. Fati, emulando a Abu, hizo lo mismo muchas veces. Esa es la ventaja de integrar a los niños a la actividad de los padres, interrelacionándolos con los adultos, desde pequeños. Desarrollan en mayor grado todas sus aptitudes. Recordemos que muchos de estos niños se revelan con aptitudes geniales desde muy temprana edad. Las diferentes pruebas psicológicas de Fati, en diversas épocas, arrojan diez puntos sobre diez.
Cuando Fati tenía tres años y medio, su abuelo hizo un largo viaje, y antes de regresar, casi un año después, llamó a Fati, y le preguntó que le gustaría que le llevase. Fati se encontraba en Madrid, ya que ella es madrileña, y Abu estaba en Venezuela. Entonces, he aquí lo que le dijo Fati, a Abu, que a él le emocionó mucho, y que, también, lo hará con todos los lectores:
-Abu, -le dijo Fati-, te acuerdas que cuando yo era chiquita tú me regalaste un libro grande de cuentos de hadas ilustrado, y que nosotros todos los días leíamos. Luego el libro se rompió. Me gustaría, Abu, que me trajeras uno igual, porque me gustó mucho y quisiera volver a leerlo.
-Claro que sí Fati, -le responde Abu-, te voy a conseguir otro igual y te lo llevaré de vuelta.
A la semana siguiente, ya en Madrid, Abu le lleva no uno, sino dos libros de cuentos de hadas, no precisamente iguales al otro, sino similares y con algunos relatos nuevos.
La emoción de Fati era muy grande; se acordaba de los personajes como si los hubiese conocidos desde siempre.
He aquí lo que esto nos demuestra: que los niños son más listos de lo que los adultos creen. Fati tenía ya dos años y medio que no veía aquel libro de cuentos de hadas. Pero, se acordaba de él, y anhelaba tener otro.
Cuántas emociones despertarían en Fati aquellas imágenes de los personajes de los cuentos de hadas?
Cuántas ventanas al mundo no representarían para Fati cada una de aquellas imágenes?
 He aquí la importancia de obsequiarle libros, buenos libros a los niños desde que son muy pequeños. Ellos tienen una capacidad ilimitada de aprender y un anhelo inmenso de hacerlo, también. Y se le va formando el buen hábito de la lectura, canalizando positivamente la energía creativa. Y luego, la forma en que los héroes de los cuentos van resolviendo las dificultades que van afrontando, le sirve de guía, a su vez, a los niños, para afrontar, resolviendo exitosamente, las propias, cuando, en su oportunidad les toquen situaciones análogas o parecidas.
Esa curiosidad por conocer cada día nuevas cosas, para entender el mundo en que vivimos, es muy importante para los niños. Es que los niños quieren saber; mientras que los adultos dan por hecho que saben, cuando en realidad no saben todo lo que creen saber, como le sucedía a aquellos griegos interrogados por Sócrates. Y es por eso que los niños descubren la ignorancia de los adultos cuando le hacen alguna pregunta, tan sencilla como la puede formular un niño. Precisamente, allí está el secreto: en la sencillez, en la humildad, en la atención y en el anhelo de saber.
Por eso hay regalarles más libros a los niños, de acuerdo con su edad; y debemos aprovechar de leer con ellos, para continuar aprendiendo.
Abu le enseñó a Fati a manejar el ordenador; y a los tres años y medio, Fati le enseñó a la abuela a bajar unas imágenes, y a guardarlas. Y la abuela se quedó admirablemente impresionada y, a partir de ahí, le dejó manipular el ordenar todo lo que ella quisiera.  
Otra pregunta que se hacia Abu, era: -Nos hemos dado cuenta de que el niño no tiene vergüenza de preguntar, ni de que alguien crea de que no sabe?
Luego Abu se respondía a sí mismo: -Los niños son auténticos y quieren aprender; le importa poco que alguien piense que no saben. Ellos quieren saber, y la mejor manera de lograrlo, es preguntando. Y hacen preguntas, y más preguntas, que los adultos muchas veces no saben las respuestas, y otras no tienen tiempo ni ganas de contestar.
Eso le pasó a Abu aquella noche que Fati le preguntó:   -“Por qué nosotros, caminamos y caminamos y la luna está siempre en el mismo sitio?
Con dos añitos y medio, Fati se dio cuenta de eso. Abu, todavía está pensando en la pregunta y, tiene más cosas que aprender sobre ella.
Los niños hablan con la sabiduría inspirada por Dios, con la intuición de su Espíritu, con la imaginación de su mente, con la fantasía de sus meditaciones, y como los lazos del Espíritus que les unen al cuerpo todavía son más elásticos de lo que los serán después, ellos recuerdan lo que aprendieron en incontables vidas anteriores. Y los padres se preguntan: -“Donde aprendería este niño, o esta niña, esas cosas? No son propias de su edad. Es verdad, dentro de ese cuerpo de niño, hay un Espíritu que ha vivido millones de vidas anteriores, y algunos niños fueron genios antes de nacer a esta vida; otros, no tanto, pero, todos expresan con libertad su inteligencia buscando remontar el vuelo hacia niveles más elevados de conciencia.
Se ha preguntado usted como sería su hijo, o su hija, si reencarnara en él, o en ella, el espíritu de Aristóteles, o el de Einstein, o el de Marie Curie, Séneca, Cicerón, Sidharta Gautama, Napoleón, Andrés Bello o Arturo Uslar Pietri? Qué clases de preguntas le harían esos niños a sus padres? Acaso sabe usted quien fue su hijo, o hija, en su vida pasada? Sería excelente prestarle la debida atención a lo que preguntan los niños, y en qué contesto lo hacen.
Cuántas cosas está aprendiendo Abu con Fati, porque le pone a pensar con sus preguntitas facilitas, muy facilitas.
Gracias, preciosa Fati, por tus preguntitas tan facilitas que me hacen pensar.
Colorín colorado, este relato aquí se ha acabado.
  Adelante.   
 

miércoles, 29 de agosto de 2012

CRISTOBAL COLÓN, EL HOMBRE DE LAS CATORCE CUNAS Y DE LAS TRES SEPULTURAS


ENSAYO DE JUVENTUD 19

CRISTOBAL COLÓN,
EL HOMBRE DE LAS 14 CUNAS
Y DE LAS 3 SEPULTURAS

©GIUSEPPE ISGRÓ C.
Puerto La Cruz, 12 de octubre de 1973.


-“Jehová por Isaías, dice a Jacob: “Levántate y ve a aquellas islas apartadas que aun no han oído de mí”; y le promete que hará nuevos cielos, nuevas tierras y nuevo sol”-. (Tomemos en cuenta de que Jacob es anterior a Isaías).
Cita de Joaquín Trincado,
en “Los Extremos se Tocan”.

-“Vendrán en lejanos tiempos otros siglos en los cuales el Océano desatará los vínculos de las cosas, aparecerá la inmensa tierra y Tetis ostentará nuevos orbes, de suerte que Thule no será la última tierra conocida”-.
Lucio Anneo Séneca

-“Al pasar los siglos, hemos venido a saber lo que siempre supieron los místicos de la antigüedad, que dentro del hombre y de su conciencia –dentro del alcance de sus facultades psíquicas y físicas, existe un mundo de exploración mucho mayor que el mundo de esta .. tierra ha proporcionado a todos los intrépidos y osados exploradores del pasado”-.
El Rosacruz, Septiembre 1973.


La historia presenta, a la persona estudiosa, grandes enigmas. Al decir el insigne Bartolomé de Las Casas: -“Esta algarabía no la entiendo yo”, refiriéndose a la vida de Colón, es de imaginar la complejidad de los hechos contradictorios que existen sobre este enigmático hombre.
Hasta el presente, 14 naciones han reclamado para sí el privilegio de verle nacer y tres de albergar sus restos. ¿Quién está en lo cierto?
En Galicia, España, en un villorio  integrado por una docena de casas, llamado Portosanto, cerca de Pontevedra, existe la tradición de que el “Descubridor de América” nació y vivió allí su juventud, y su casa, ahora en ruinas, es recordada por la tradición de los pescadores.
A este respecto, dice el Teniente Coronel W. Mansfield, en el artículo intitulado “El lugar en que nació Colón”, publicado en el “Rosacruz” de septiembre de 1967, lo siguiente:
-“Después de casi treinta años de búsqueda e investigación, se llega al convencimiento de que Colón, el descubridor del Nuevo Mundo, no sólo fue español, sino gallego”-.
-“Se ha arribado a esta conclusión, después de investigar las pretensiones de varias ciudades que aspiran a ser el lugar de nacimiento del italiano Colombo, después de estudiar los llamados documentos italianos de Colombo; después de tomar en consideración los hechos y los documentos escritos o firmados por el Colón español; después de inquirir en el conocimiento de Colón español y usar no sólo el lenguaje gallego, sino el local y especial dialecto de Pontevedra; y después de encontrar que Colón tenía un íntimo y profundo conocimiento, no sólo de Pontevedra, sino que también de la costa gallega”-.
-“Su biógrafos lo describen de esta manera: “Alto, ancho de espaldas, con los rasgos del rostro acentuados; grandes ojos de expresión grave y triste; arrugas verticales marcan la frente con expresión de energía y voluntad; los cabellos cortados a la manera de los jóvenes de hoy, se arrollan espesos bucles; las manos son finas y por su gesto dan al conjunto de la figura, un gran aire de dignidad”-.
“Se dice que fue poeta, místico y realista. Al parecer, existen evidencias de que Colón no era un simple aventurero, que anduviera en busca solamente de un beneficio económico para sí mismo y los demás”.

Según una reciente publicación rosacruz, “Colón fue hijo de un hombre instruido y respetado, que había sido armado caballero y cuyos blasones fueron registrados en varios países”. “Colón fue instruido no solamente en el arte de la navegación, sino en muchas ciencias y particularmente en las ciencias antiguas y en las artes místicas”.
“Se sabe que Colón fue autor de varios libros de filosofía mística, los cuales son conservados aún. Es significativo que Colón fuera caballero de la Orden del Temple, afiliada a la Hermandad Rosacruz. De igual manera, ha llamado la atención la signatura que Colón añadía a su firma usual en los relatos personales de sus viajes y descubrimientos”.
“Al caer en sus manos la IMAGO MUNDI, parece que le sugirió buscar la ruta de Indias por el Oeste. De igual manera, fue lector del libro Las Maravillas, de Johan de Mandeville, en el cual se habla “de la tierra de los árboles que traen lana”. Evidentemente, la planta del algodón. Así como: -“De los árboles que hacen harina, vino y miel”-.
Además, Colón conoció otros relatos acerca de las islas misteriosas, cuya fuente, a nuestro parecer, son de índole esotérico.
Ahora bien, en los siglos XIV y XV, los conocimientos geográficos eran escasos. En la Edad Media, debido a la invasión de los Bárbaros, que habían hecho caer en el olvido las investigaciones científicas, se sabía menos de geografía que en la antigüedad.
La tierra era considerada cuadrada, con la ciudad de Jerusalén en el centro; también solía representársele como un disco plano. Renato Llanas, dice: -“La suprema recompensa divina estaba ya dispuesta más allá de los mares, donde la sabía y la había visto con sus propios ojos el misterioso Cristóbal Colón, que pisó sus tierras antes del 12 de octubre de 1492, fecha oficial del descubrimiento”.
En el Rosacruz de septiembre de 1973, leemos: -“de todos modos, los escritos de Colón revelan que conocía positivamente lo que había de hallar al otro lado del Océano Atlántico.
-“Sus escritos demuestran, además, que él estuvo en contacto con el Continente de América mucho antes de ocurrir el suceso que relatan las historias populares. La carta y el informe que preparó para la Reina de España, fueron hechas para satisfacer las demandas comerciales y mercenarias del Estado y de su pueblo. El memorial que él conservó firmado y sellado cuidadosamente, revelaba sus otros contactos anteriores con varios puntos del Continente Norteamericano, y la finalidad de los mismos”-.
Por otra parte, varios historiadores de Indias contemporáneos a la fecha del descubrimiento,  narran que Colón relataba, algunas veces, que cierto capitán que había llegado moribundo a su casa en Madera, en compañía de varios hombres, en una travesía forzada, había llegado a unas islas desconocidas, las cuales, al parecer, eran las tierras de las especias. Lo interesante de esto, es que Bartolomé de Las Casas al embarcarse al Nuevo Mundo, oyó la información de los indígenas “que pocos años antes, habían llegado allí hombres blancos con barbas”-.
Es curioso lo de las acusaciones y calumnias en contra de Colón, aún cuando se anteponen varias causas. Mientras se encontraba en “la Española”, fue reducido a prisión por Francisco Boadilla, quien comisionado por los Reyes, fue a investigar las acusaciones y encarcelado estará hasta que la Reina Isabel, su protectora, le mande a quitar las cadenas.
Es significativo, también, el hecho de que, al ser autorizado para realizar el cuarto viaje, -en el que habrá de acompañarle su hijo Don Hernando Colón, -quien llegará a tener la más importante biblioteca privada de su época, con unos 15.000 volúmenes selectos-, que luego  habría de escribir un importante libro sobre su famoso padre y que, además, durante muchos años tendría que defender los derechos del progenitor, y posteriormente los de su hermano mayor, Diego Colón,  frente a los reyes de España, quienes para justificar la negación de los derechos que les correspondían a Colón, alegaban que el verdadero descubridor de América no era él, según era de su conocimiento, como habremos de ver después la razón de tal afirmación-, se le prohíbe tocar la isla, donde tenía muchos enemigos.
Ahora bien, Joaquín Trincado sugiere investigar en ciertos registros de España, -sin duda se refiere a los Archivos de Indias, de Sevilla-, la causa por la cual fue encarcelado Colón.
Al parecer, los ex compañeros de aquel viaje forzado y accidental pre-descubrimiento oficial, se extrañaron de ver capitaneando la expedición por Colón y de no ver a “su capitán”. Según se evidencia, estos ex compañeros acusaron a Colón de asesinar a “su capitán” y de usurpar un derecho común, de traicionar a sus compañeros; en efecto, posteriormente sus mismos subordinados se rebelan y le traicionan.
Se destaca que, cuando la Reina Isabel libertó a Colón pese a las acusaciones que sobre él pesaban, era porque ella ya conocía los hechos previos, por cuanto Colón, desesperado de no encontrar a nadie que le hiciera caso en sus pretensiones de llegar al país de las especies por la ruta del Oeste, tuvo que confesar la verdad, -a la Reina Isabel-, con lo cual obtuvo ayuda.
En la antigüedad, Pitágoras había expresado que la Tierra tenía forma de globo o esfera, y formaba parte de un “sistema”, con otros “cinco planetas”, teoría ésta que también Platón sostuvo, al igual que otros filósofos, entre ellos Ibn Jaldun, en su monumental Introducción a la Historia Universal, en el siglo XIV. ¿Conocía, Colón, estos detalles? No lo sabemos, ciertamente.
Entre las causas que en esa época estimularon los grandes descubrimientos, se encuentran las siguientes:
1. La primera de ellas, era que los europeos precisaban encontrar una nueva ruta para comerciar con Asía, por cuanto las únicas existentes las monopolizaban Génova, Venecia y los Turcos.
2. El descubrimiento de la Brújula y el Astrolabio, que permitía navegar por alta mar amplió los medios de orientación que hasta ese entonces la limitaban a la costera o de cabotaje, por cuanto se guiaban únicamente por el sol, durante el día, y por la estrella polar, durante la noche.
Colón, albergaba la idea de llegar a la India por el camino del Oeste en vez de hacerlo por el del Este, que era el conocido. Empero, ahora sabemos que Colón ya conocía la ruta de la zona a la cual quería llegar, por cuanto se encontraba anotada en la Bitácora del capitán del barco que se fue a la deriva, del cual Colón era un marinero –quizá no tan sólo un vulgar marinero como lo demuestran muchos hechos posteriores, pero, marinero al fin-, y conjuntamente con sus compañeros llegaron al Nuevo Mundo con anterioridad al viaje oficial del descubrimiento. En las nuevas tierras descubiertas se quedó un grupo de sus compañero; el otro regresó a España, con su capitán; empero, allí únicamente llegó Colón. La carta del primer viaje, cuando uno la lee con detenimiento, refleja que Colón conocía ya la ruta que estaba siguiendo, lo cual corrobora lo antes dicho.
Después de varios intentos infructuosos, Colón logró que los Reyes de España se interesaran en sus proyectos, firmando las llamadas capitulaciones de Santa Fe, por las cuales, los reyes españoles hacían a Colón su Almirante en todas aquellas islas y tierras firmes descubiertas o conquistadas, y le darían la décima parte de los negocios comerciales con las nuevas tierras y le concedían el título de Don.

El 2 de agosto de 1492, se embarcó en las conocidas carabelas: La Pinta, La Niña y La Santa María, con un regular número de personas. El 12 de octubre del mismo año, Rodrigo de Triana daba el grito de: ¡TIERRA!
Según el resultado de varias investigaciones y estudios, encontramos que Colón, -como ya lo hemos resaltado antes-, al parecer ya había estado previamente en el nuevo continente, a tales efectos copiamos de Trincado:
-“Pero sí he de decir, de que antes de que Colón fuera a Génova llevaba un documento hecho de la travesía forzada por una tempestad, desde las costas de Galicia, hasta la isla de “La Española”, hoy llamada Santo Domingo y Haití. En aquella barca pesquera, iban ocho hombres, de los cuales quedaron seis, que prepararían presentes si vivían cuando volverían los dos que se atrevían a regresar, siguiendo la ruta del sol y estrellas que les había dejado impresas en los días y noches de terror de su forzado y providencial viaje”.
-“De La Española salieron dos, pero en Lisboa sólo desembarcó Colón. ¿Dónde estaba el otro? ¿Por qué, siendo español y después de un viaje fortuito, pero de tanta trascendencia, se calla y se va a Italia cuando habiendo referido las cosas como eran, habría encontrado de inmediato el apoyo de toda España?
A la luz de estos detalles, se esclarecen muchos puntos oscuros sobre Colón.
Lo fundamental para nosotros, ahora, es destacar la importancia trascendental de aquel descubrimiento.
Por una parte, debemos recordar la recién llegada del hombre a la luna. ¡Cómo conmovió la conciencia mundial! ¡Cómo esclareció los horizontes humanos! En aquel momento, el hombre de la Tierra ya no se sintió solo en el Universo; ya él podía alcanzar otras metas, otras formas de vida; una nueva comprensión de lo que le rodeaba. De repente se le borraron las fronteras, ya no era el ciudadano de Norte América, o el de Venezuela, sino el ciudadano del mundo Tierra.
Así, también fue conmovida la conciencia de las personas de entonces; les abrió un nuevo horizonte, una nueva experiencia que vino a impresionar las mentes de aquella gente. Las profecías antiguas se hicieron realidad: fue confirmado Isaías; fue confirmado Séneca.

¡América, tierra prometida!
En tu seno iban a encontrar los hermanos españoles grandes civilizaciones.
¡Oh, vosotros Aztecas, Toltecas, Mayas, Incas y tantos otros: en vuestro seno reposaba la sabiduría de la Atlántida y de Lemuria. En tu seno es donde con el aporte de aquella nación Ibérica y con el de todos los grupos étnicos existentes, fusionados, con su caudal cultural, técnico y filosófico-moral, e irán cimentando las bases de esa futura y gloriosa civilización que hoy vemos perfilando como la más grandiosa que la Tierra tendrá a corto, mediano, largo y macro plazo!
 El mundo del futuro girará en torno a Ibero-América. El castellano se convertirá en la principal lengua del planeta. Los dos grandes polos serán la Península Ibérica y el Continente Americano en su totalidad. Para trascender será preciso entrar en el flujo ibero-americano, caso contrario, dejará de hacerlo. Tan simple como eso. Las tendencias son claras y definidas.

¡América Latina, Hispano América o Ibero América, mis ojos sobre ti se posan, contemplando extasiado la fuerza de tu vuelo!
Y a ti, hombre genial, de cuyo empuje y valor se sirvió la CAUSA SUPREMA para que las profecías antiguas fueran cumplidas, a ti, hoy todos tributan el reconocimiento, el aplauso cariñoso y el afecto, por tu trascendental e invalorable empresa.
¡Colón, yo te saludo, tu valor admiro, el afecto de la humanidad del mundo Tierra, recibe!

Ensayo publicado en las dos páginas centrales del Diario EL TIEMPO, -con grandes ilustraciones efectuadas por el periódico-,  el día 12 de octubre de 1973, con el pseudónimo ZALBURIS, que el autor utilizó durante algunos años.



COMENTARIO DE FECHA: 12 DE OCTUBRE DE 2015:

Pese a los enormes estragos que España realizara en América, después del descubrimiento, es innegable que su labor civilizatoria es equiparable, o superior, a la que llevara a cabo Roma, durante su largo y fructífero período histórico.

Las ciudades que construyeron, el mestizaje que llevaron a cabo, el nuevo grupo étnico que se fue formando, que en el siglo XVIII y XIX estaba generando genios como Francisco De Miranda, Andrés Bello, Simón Bolívar, sólo por nombrar tres, y las mujeres criollas, al decir de los viajeros de la época, eran más cultas que las europeas, nos hacen formular una pregunta: Qué habría sido de Hispano-América si no hubiese habido la guerra de la independencia que interrumpió el flujo generacional? La mayor parte de esa genial descendencia se interrumpió con esa guerra civil entre hermanos.

España, en forma equívoca, no otorgó derechos políticos a sus descendientes americanos, y pagó un costo por ello.

Ni los líderes políticos españoles de la época, ni los de ahora, en su mayoría, ni la inmensa población española de ahora, tiene una conciencia clara de la magna obra que realizó en América, salvo excepciones, por supuesto. Ni le interesa saberlo. En una fecha como hoy, ya no se celebra el día de la Hispanidad, como antes, salvo en pequeña escala, sino el día de la festividad nacional, del servidor público, como si ya no le interesara Ibero-América, excepción hecha de las actividades comerciales.

Pero, de este otro lado del asunto, pareciera que tampoco existe una conciencia mucho más clara. 

Muchos no se dan cuenta de que son descendientes de aquellos españoles que les gustaban las indias y las negras, lo cual ha dado en generar uno de los mejores grupos étnicos del planeta. Ocurrió lo mismo en Norteamérica? No lo creo, salvo excepciones. Cuántos no dicen: Ojalá nos hubiesen conquistado los ingleses!  Sí, pero la mayoría que lo dice no estaría aquí de haber ocurrido tal cosa, porque ellos no se mezclaron como los españoles.

Una pregunta: Cuál es su apellido? Y el de su mamá? Casi con seguridad, español, o portugués, o italiano, etc. 

Ni muchos españoles quieren reconocerse en la descendencia española en América, y viceversa, cuando se hace referencia a la índole de los personajes que acompañaron a Colón. 

España ha cometido muchos errores en la época del post descubrimiento, es verdad, pero tiene, también, incontables méritos. Carlos V tenía enormes dudas sobre si le asistían derechos para someter a los indios y realizó reuniones con juristas de la época para clarificar sus dudas, entre ellos con Francisco Vitoria. Dio instrucciones para que se les tratara bien, a los indios, que no siguieron sus representantes, generalmente.

Quién destruyó los documentos relativos a la antigüedad de las culturas pre-coloninas, (no precolombinas)? Por cuál razón? Está a la vista. 

La antigüedad de las civilizaciones americanas, y su esplendor que eclipsaban a la cultura que traían los conquistadores, contradecían el supuesto origen del mundo en el año 4002 antes de nuestra era. 

Cuánta de las destrucciones a las que hace referencia Bartolomé de Las Casas, debe su origen al fanatismo religioso?

Al hablar hoy de Resistencia Indígena me parece bien si con ello queremos destacar la dignidad de la población autóctona americana. 

Pero, eso es sólo una parte de la realidad. 

Los grupos étnicos autóctono puros, sin mezclas, son una minoría y tienen una cultura milenaria mucho más importante de lo que pueda imaginarse, digna de ser rescatada, así como de mejorar la calidad de vida de los mismos.

Pero, el resto de la población es el fruto de un mestizaje extraordinario, con herencia de todos los grupos étnicos, culturas y civilizaciones: Ahí reside su grandeza. 

Es preciso buscar los puntos de coincidencias y de unión, no los de separación. Se trata de una sola y misma familia, que tal como es, tiene mucho que decir al mundo de hoy y de mañana.

Exaltemos la propia dignidad, pero, respetemos la ajena en el mismo grado en que se desea que se respete la nuestra.

Es preciso efectuar una revisión objetiva de la historia.








EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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jueves, 30 de agosto de 2012

FATI, ABU Y LA LUNA QUIETA


 FATI, ABU Y LA LUNA QUIETA

Por:©Giuseppe Isgró C.


-Oye, Abu, -dice Fati-, recuerdas que, cuando yo era chiquita, por las noches regresábamos a Aguilar de la Frontera, en autobús, donde vivíamos, y lo hacíamos desde Lucena?  
-Sí, lo recuerdo, -responde Abu-. –Por qué me preguntas eso?
-Una noche, -continúa Fati-, al ver yo la luna llena, grande y hermosa, iluminando todo por donde íbamos, en el autobús, -de esa línea de los Carreras, donde tú tenía la librería, en la Estación de Autobuses-, a pesar de que dábamos tantas vueltas, pasando por Cabra y Monturque, siempre, a lo lejos, veíamos la luna como si estuviese en el mismo sitio, y yo te decía:
-Abu, nosotros caminamos y caminamos y la luna parece que nos siguiera, y siempre está allí, en el mismo sitio; por qué? Luego, tú te quedabas mirándome, sin decirme nada, como pensando.
Esta pregunta se la hace Fati a Abu cuando tenía dos años y medio. Abu se quedó pensativo, y en ese momento no acertó a decirle nada a Fati. Y, no vayamos a creer que si se le volviese a hacer, ahora, siete años después, la misma pregunta, él sabría mejor que contestar. Sigue siendo una pregunta que da que pensar en una niña de esa edad.
Es que los niños tienen la virtud de hacer preguntas que los adultos, la mayor parte de las veces, no saben como contestarlas. O, a usted no le ha pasado alguna vez?
Otras veces, aún sabiendo la respuesta, erróneamente se cree que los niños no son capaces de entender y no se les hace caso, o se deja la respuesta para después. Se les subestima, o, simplemente, algunas veces no es tan sencillo explicarle ciertas cosas, vamos a estar claros!
Pero, los niños son jueces severos. Con el tiempo buscan a otros a quienes formularles las preguntas. No son tontos. Y, casi siempre logran su objetivo. La ventaja es que hoy está el Internet, que les contesta virtualmente todas las preguntas.
Abu concluye, después de darle tantas vueltas en la cabeza, que, siendo la distancia entre la tierra y la luna tan enorme, es decir: 384.319,32 Km, cualquier desplazamiento del vehículo es insignificante para afectar su visibilidad, y se va a ver como si ella estuviese siguiéndonos, o que siempre está ahí; una vez de un lado, después al dar una curva, del otro. Luego, otra vez vuelve a la posición original. Lo que cambia es el ángulo visual. Es como la foto montada en un cuadro y colocada en una pared, por cualquier lado por donde vayamos, la persona de la foto pareciera estar mirándonos.
 Abu se da cuenta de que Fati tiene una gran capacidad de observación. Esta es una cualidad que distingue a los  genios y a las personas más exitosas de la vida. Quien percibe la realidad del entorno, es capaz de ver las oportunidades donde otros ven, únicamente, situaciones por resolver.
Unos ven la cáscara; otros, la nuez dentro de ella. Unos, la luz del sol reflejada por la luna. Otros, la oscuridad de la noche. El día y la noche, la luz y la oscuridad; lo uno y los otros. Donde hay oscuridad, cerca está la luz. Donde gira la noche, cerca está el amanecer. Jamás lo uno marcha sin lo otro.
Pero, de los dos polos opuestos, nace la eterna polarización. Del bien al mal, del mal al bien, de lo dulce al amargo, del amargo al dulce, del frío al calor, del calor al frío.
Cómo podría saberse lo que es dulce si no se probara, antes, lo amargo. Cómo podría saberse lo que es amargo, si no probara lo que es dulce. Ya lo había dicho Lao Tse, en el Tao Te Ching, al expresar: -“Cuando alguien percibe lo que es la belleza, se da cuenta de lo que es la fealdad”-.
Esa es la reflexión que venía haciendo Abu, al oír a Fati sus observaciones sobre la luna. Ella veía que el autobús avanzaba y avanzaba, y parecía que no se alejaba nunca de la luna; ésta siempre estaba allí, viéndola en el mismo sitio, a pesar de que el ángulo de la visión variara.
La abuela de Fati estaba en el asiento de al lado, la oía y no decía nada. Pero, también percibía que Fati estaba demostrando un excelente don de observación y sabía hacer preguntas que inducían a pensar.
Eso mismo pasa en la vida; pareciera que no se avanza nunca, que siempre estamos en el mismo sitio; las mismas cosas todos los días: Levantarse, tomar un buen vaso de agua a temperatura ambiente con el zumo de medio limón; luego sentarse un rato, a leer unas páginas de estimulante e inspirada sabiduría; después, relajarse desde los dedos de los pies hasta la cabeza, luego imaginar un lago y visualizarse flotando, en armonía con la naturaleza; acto seguido establecer contacto con la Divinidad, y volver a la conciencia objetiva fortalecidos, con las ideas claras de lo que hay que hacer durante el día. Después de repetir treintas veces seguidas la afirmación: -Cada día, en todas formas, estoy mejor y mejor, como programación mental, se planifica el día. Se anota, en una hoja de papel el orden en que deben hacerse las tareas de la jornada, por su estricta jerarquía de prioridades. Enseguida, uno va a la cocina, prepara un café, solo y sin azúcar, o lo encuentra ya preparado; come un desayuno vegetariano, y se va a trabajar. Atiende las tareas de las mañana, vuelva a casa para almorzar, cuando puede, porque, muchas veces, cada quien almuerza fuera, y eso aleja la comunicación entre los miembros de la familia.
Vuelve al trabajo por la tarde, y regresa a casa por la noche, realiza las tareas rutinarias, se baña, hace un poco de yoga, escucha música clásica, se relaja, sigue la lectura de la mañana, o lee otro de los diversos libros que le acompañan en la mesa de noche, o en su biblioteca.
Un día tras otro, pareciera que es siempre lo mismo; pero Heráclito dijo que nadie se baña dos veces en la misma agua, del mismo río. Quiere decir que no siempre todo es igual, aunque lo pareciera.
Cada día hay un nuevo estado de conciencia, en el cual se percibe otra cosa que antes había pasado desapercibida. Y, ahora la ve, aunque siempre estuvo allí, pero antes no la veía.
Un poco a la vez, la conciencia va aflorando en el ser. Cuando hay conciencia hay luz, comprensión, valores, amor, y por supuesto, justicia, bondad, belleza, fortaleza y apacible serenidad. Los ojos tienen un brillo especial, una luz fulgurante que cautiva, que transmite los más variados sentimientos, emociones, calor humano, afecto, amistad, y amor, en algunas de sus infinitas variantes. Detrás de esa mirada impasible hay una voluntad de acero, dispuesta a superar todos los obstáculos, a vencer en todas las pruebas sin abandonar jamás a mitad de camino, a franquear todas las puertas, y a alcanzar las metas prefijadas, con Espíritu de justicia para todas las partes involucradas. La paz interior se transmite en el entorno; la gente se aquieta, se relaja, descansa y comienza a fluir la energía, a expresarse la Divinidad interior.
Todo se ordena, se armoniza más y mejor. Armonía y orden perfectos, entre todos y con el Todo.
Cuando hay paz mental fluyen las ideas creativas. Vuela la imaginación. Cada quien hace de su vida una obra maestra.
Todo esto y mucho más los niños se lo van imaginando, y no vayamos a creer que los niños se creen niños; y los chavales, chavales. No, ellos piensan y actúan como si fuesen adultos, aunque sean niños y haya que señalarles algunos linderos dentro de cuyos alcances la prudencia aconseja que se mantengan.
Allí confluyen, en plena efervescencia, la prudencia y la osadía, y el equilibrio que emana entre las dos virtudes es un signo de sabiduría.
Cuantos no hemos vistos a algunos niños que tratan y cuidan a sus padres, u otros adultos, como si los niños fueran éstos? O, al lector, o lectora, no le ha pasado, o visto alguna vez? Con el debido respeto de los adultos, hay niños que le llevan una morena, en madurez, a aquellos; pero, quienes mandan son los padres, por eso son los padres.
Eso me recuerda la excelente película de Pedro Infante, intitulada la Oveja Negra, en la que tanto él como los hermanos Soler, realizan una genial interpretación dramática, donde se retrata admirablemente esta realidad. Recordemos que Pedro Infante, además de poseer una de las mejores voces de todos los tiempos, fue un actor incomparable, superándose en cada una de sus nuevas interpretaciones, siempre con un mensaje inspirador y humano.
Lo mismo pasa en tantas empresas, o cargos institucionales, donde los subalternos le llevan una morena a los jefes. Pero jefe es jefe donde lo pongan, hasta que otro lo sustituya. Y vamos a estar claros: Hay tanta gente calándose a tantos jefes por obligación, por necesidad; o por otras causas mayores.
Pero, la dignidad humana está por encima de todo. El día en que los humanos dejen de ser humillados por sus jefes, por la obligación del rango, o por la necesidad, haciendo valer su dignidad humana, rehusando hacer cosas que no se corresponden con los elevados principios de la vida, tendremos un mundo mejor. Nadie debe permitir que su dignidad sea irrespetada ni vulnerada, por la razón que fuere. Con modales suaves, hay que indicarle a quien corresponda, que no se está en disposición de aceptar nada que afecte el sentido de la propia dignidad.
Hay que hacer como los niños: si no están satisfechos con la respuesta, vuelven a la carga una y otra vez hasta que se le conteste, o encuentren a otro que lo haga. Saben irse con la música a otra parte, donde la aprecien más, o adecuadamente, y que la paguen en su justa medida, aunque sea con un “gracias”, o un: “es excelente”; “le felicito”, o, algunas veces, y es el mejor de los salarios, cuando se recibe una sugerencia indicando donde es preciso fortalecerse en mayor grado, o efectuar una corrección, etc. El aprendizaje es un camino de doble vía, se da y se recibe.
Los niños tienen la virtud de saber a quien preguntar y también como hacer las preguntas y persisten hasta encontrar la respuesta que les satisfaga. Pero, también es cierto que muchos padres van inhibiendo en los niños el hábito de seguir preguntando. Esa es la razón de que se haya inventado eso de: -“Es un Pepito preguntón”. O, acaso no lo ha oído usted?
Y después, a muchos niños les pasa como a los elefantes en un circo.
Los elefantes permanecen amarrados con una delgada cinta a un poste, sin romperla. Pese a que la fuerza de su trompa es suficiente para elevar un gran peso y para romper una cadena muy gruesa, lo que le permitiría zafarse con apenas un ligero movimiento de cabeza. En cambio, los elefantes permanecen dócilmente amarrados a esa delgada cuerda, y pequeño poste.
-Por qué? Eso es debido a que, desde pequeños, a los elefantes se les amarró a un sólido poste, con una cuerda gruesa, y el joven paquidermo se cansó de darle y de darle con el movimiento de su cabeza tratando de romperla, hasta que llegó el momento en que se convenció de que no podía hacerlo. Después que aceptó en su mente que no podía romperla, ya no lo intentó más. Esa es la razón de que permanezcan amarrados sin hacer ningún intento de alcanzar su libertad. Fueron condicionados. Es la fuerza del hábito. La repetición de un acto se vuelve costumbre. Y la costumbre precisa fuerza de voluntad e imaginación aplicada, simultáneamente, para corregirla, abriendo nuevos cauces de vida, más gratificantes. 
Y eso le pasa a los humanos: los padres, de tanto condicionarlos con limitaciones mentales, con afirmaciones negativas, y tantos y tantos adoctrinamientos inadecuados, logran que sus hijos dejen de hacerles preguntas que les resultan incómodas, en vez de aprovechar la oportunidad de aprender juntos. Y cuando ellos sueñan con realizar grandes cosas en cuanto sean adultos, los padres, -afortunadamente no todos-, si los hijos quieren volar demasiado alto le convencen de moderar sus aspiraciones. Y les aportan miles de razones para disuadirles. Muchos dirigentes, bajo el influjo de grupos de intereses subalternos, hacen lo mismo con la gente de sus respectivos países. Aunque debemos acotar, también, que la inmensa mayoría de los líderes mundiales, en todos los ámbitos, sí cumple con su deber en la conducción de la humanidad hacia su nueva edad de oro.
Afortunadamente, hay niños como Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Enrico Fermi, Benjamín Franklin, Dante Alighieri, Homero, Pitágoras, Platón, Gandhi y Tagore, entre otros, que no aceptan limitaciones algunas en sus aspiraciones, y el genio de su pensamiento se impone, gradualmente, hasta transformarse en paradigmas inmortales de la humanidad.
Desde que Fati era pequeña le está enseñando muchas cosas a Abu. Y Abu está contento y agradecido de su guapa nieta, que es muy lista desde que nació.
Todas estas cosas iba pensando Abu, después de las preguntas que le formulara Fati.

****

Todos los niños son más listos de lo que uno piensa.
Por eso es bueno hacer algunas reflexiones como las que siguen:
En el caso de Fati, cuando ella tenía seis meses, Abu le consiguió un libro ilustrado de fábulas y cuentos de hadas. Era volumen muy grueso, con imágenes grandes, hermosísimas, y pocas palabras escritas. Juntos, Fati y Abu, pasaban las hojas del libro y Abu le leía el título de cada fábula, y el mensaje que le acompañaba. La abuelita, a su vez, hacía otro tanto, pero, además le cantaba los cuentos, o se los narraba. Que lindo era oír a la joven abuelita cantarle a Fati: -“Abuelito dime tú…”., etcétera, etcétera, con esa voz encantadora. No olvidemos que, si hay nietas muy lindas, es porque hay abuelas, que antes fueron muy lindas jovencitas y ahora son hermosas damas, y así se suceden las generaciones. Abuelas hermosas, hijas bellísimas, nietas lindas, biznietas preciosas, y un etcétera sin fin. Y si la yaya es de buenos sentimientos, como suelen serlo todas, larguísimos y variados caminos serán inundados de amor, belleza, e iluminados con las luz de todas las virtudes.
Y así lo hicieron Fati y Abu, todos los días, hasta que Fati se aprendió los nombres y las imágenes de todos los personajes de los cuentos de hadas, y se sabía, también, la historia de cada uno ellos. Así conoció a Blanca Nieve y los siete enanitos, Peter Pan, Pinocho, Simbad el Marino, y muchos otros.
El libro duró hasta que Fati cumplió los dos años. No está mal que un libro le dure año y medio a una niña tan pequeña. Pero, luego, Abu le fue llevando otros diferentes. Recordemos, además, que por esa época Abu tenía una librería, en Lucena, y Fati iba casi todos los días allí, y se pasaba el día con la abuela y el abuelo. Y Abu le dejaba ojear todos los libros que quisiera, ya que ella había aprendido a manipularlos bien. Además, Fati ayudaba a Abu a acomodar los libros, en la mañana, y en la noche, a recogerlos. Más de una vez, Fati agarraba algunos libros, generalmente los escritos por Abu, y se los ofrecía a los clientes, tal como veía hacerlo a Abu. Es que Abu, cada vez que llegaba alguien a la librería, con ojos bien entrenados, observaba bien que tipo de libros le atraían a la persona, y enseguida agarraba los cuatro de su autoría y se los colocaba en sus manos, diciéndole: -“Le recomiendo estos cuatro libros”, sin decirle que él era el autor. De cada diez, tres o cuatro los adquirían. Fati, emulando a Abu, hizo lo mismo muchas veces. Esa es la ventaja de integrar a los niños a la actividad de los padres, interrelacionándolos con los adultos, desde pequeños. Desarrollan en mayor grado todas sus aptitudes. Recordemos que muchos de estos niños se revelan con aptitudes geniales desde muy temprana edad. Las diferentes pruebas psicológicas de Fati, en diversas épocas, arrojan diez puntos sobre diez.
Cuando Fati tenía tres años y medio, su abuelo hizo un largo viaje, y antes de regresar, casi un año después, llamó a Fati, y le preguntó que le gustaría que le llevase. Fati se encontraba en Madrid, ya que ella es madrileña, y Abu estaba en Venezuela. Entonces, he aquí lo que le dijo Fati, a Abu, que a él le emocionó mucho, y que, también, lo hará con todos los lectores:
-Abu, -le dijo Fati-, te acuerdas que cuando yo era chiquita tú me regalaste un libro grande de cuentos de hadas ilustrado, y que nosotros todos los días leíamos. Luego el libro se rompió. Me gustaría, Abu, que me trajeras uno igual, porque me gustó mucho y quisiera volver a leerlo.
-Claro que sí Fati, -le responde Abu-, te voy a conseguir otro igual y te lo llevaré de vuelta.
A la semana siguiente, ya en Madrid, Abu le lleva no uno, sino dos libros de cuentos de hadas, no precisamente iguales al otro, sino similares y con algunos relatos nuevos.
La emoción de Fati era muy grande; se acordaba de los personajes como si los hubiese conocidos desde siempre.
He aquí lo que esto nos demuestra: que los niños son más listos de lo que los adultos creen. Fati tenía ya dos años y medio que no veía aquel libro de cuentos de hadas. Pero, se acordaba de él, y anhelaba tener otro.
Cuántas emociones despertarían en Fati aquellas imágenes de los personajes de los cuentos de hadas?
Cuántas ventanas al mundo no representarían para Fati cada una de aquellas imágenes?
 He aquí la importancia de obsequiarle libros, buenos libros a los niños desde que son muy pequeños. Ellos tienen una capacidad ilimitada de aprender y un anhelo inmenso de hacerlo, también. Y se le va formando el buen hábito de la lectura, canalizando positivamente la energía creativa. Y luego, la forma en que los héroes de los cuentos van resolviendo las dificultades que van afrontando, le sirve de guía, a su vez, a los niños, para afrontar, resolviendo exitosamente, las propias, cuando, en su oportunidad les toquen situaciones análogas o parecidas.
Esa curiosidad por conocer cada día nuevas cosas, para entender el mundo en que vivimos, es muy importante para los niños. Es que los niños quieren saber; mientras que los adultos dan por hecho que saben, cuando en realidad no saben todo lo que creen saber, como le sucedía a aquellos griegos interrogados por Sócrates. Y es por eso que los niños descubren la ignorancia de los adultos cuando le hacen alguna pregunta, tan sencilla como la puede formular un niño. Precisamente, allí está el secreto: en la sencillez, en la humildad, en la atención y en el anhelo de saber.
Por eso hay regalarles más libros a los niños, de acuerdo con su edad; y debemos aprovechar de leer con ellos, para continuar aprendiendo.
Abu le enseñó a Fati a manejar el ordenador; y a los tres años y medio, Fati le enseñó a la abuela a bajar unas imágenes, y a guardarlas. Y la abuela se quedó admirablemente impresionada y, a partir de ahí, le dejó manipular el ordenar todo lo que ella quisiera.  
Otra pregunta que se hacia Abu, era: -Nos hemos dado cuenta de que el niño no tiene vergüenza de preguntar, ni de que alguien crea de que no sabe?
Luego Abu se respondía a sí mismo: -Los niños son auténticos y quieren aprender; le importa poco que alguien piense que no saben. Ellos quieren saber, y la mejor manera de lograrlo, es preguntando. Y hacen preguntas, y más preguntas, que los adultos muchas veces no saben las respuestas, y otras no tienen tiempo ni ganas de contestar.
Eso le pasó a Abu aquella noche que Fati le preguntó:   -“Por qué nosotros, caminamos y caminamos y la luna está siempre en el mismo sitio?
Con dos añitos y medio, Fati se dio cuenta de eso. Abu, todavía está pensando en la pregunta y, tiene más cosas que aprender sobre ella.
Los niños hablan con la sabiduría inspirada por Dios, con la intuición de su Espíritu, con la imaginación de su mente, con la fantasía de sus meditaciones, y como los lazos del Espíritus que les unen al cuerpo todavía son más elásticos de lo que los serán después, ellos recuerdan lo que aprendieron en incontables vidas anteriores. Y los padres se preguntan: -“Donde aprendería este niño, o esta niña, esas cosas? No son propias de su edad. Es verdad, dentro de ese cuerpo de niño, hay un Espíritu que ha vivido millones de vidas anteriores, y algunos niños fueron genios antes de nacer a esta vida; otros, no tanto, pero, todos expresan con libertad su inteligencia buscando remontar el vuelo hacia niveles más elevados de conciencia.
Se ha preguntado usted como sería su hijo, o su hija, si reencarnara en él, o en ella, el espíritu de Aristóteles, o el de Einstein, o el de Marie Curie, Séneca, Cicerón, Sidharta Gautama, Napoleón, Andrés Bello o Arturo Uslar Pietri? Qué clases de preguntas le harían esos niños a sus padres? Acaso sabe usted quien fue su hijo, o hija, en su vida pasada? Sería excelente prestarle la debida atención a lo que preguntan los niños, y en qué contesto lo hacen.
Cuántas cosas está aprendiendo Abu con Fati, porque le pone a pensar con sus preguntitas facilitas, muy facilitas.
Gracias, preciosa Fati, por tus preguntitas tan facilitas que me hacen pensar.
Colorín colorado, este relato aquí se ha acabado.
  Adelante.   
 

miércoles, 29 de agosto de 2012

CRISTOBAL COLÓN, EL HOMBRE DE LAS CATORCE CUNAS Y DE LAS TRES SEPULTURAS


ENSAYO DE JUVENTUD 19

CRISTOBAL COLÓN,
EL HOMBRE DE LAS 14 CUNAS
Y DE LAS 3 SEPULTURAS

©GIUSEPPE ISGRÓ C.
Puerto La Cruz, 12 de octubre de 1973.


-“Jehová por Isaías, dice a Jacob: “Levántate y ve a aquellas islas apartadas que aun no han oído de mí”; y le promete que hará nuevos cielos, nuevas tierras y nuevo sol”-. (Tomemos en cuenta de que Jacob es anterior a Isaías).
Cita de Joaquín Trincado,
en “Los Extremos se Tocan”.

-“Vendrán en lejanos tiempos otros siglos en los cuales el Océano desatará los vínculos de las cosas, aparecerá la inmensa tierra y Tetis ostentará nuevos orbes, de suerte que Thule no será la última tierra conocida”-.
Lucio Anneo Séneca

-“Al pasar los siglos, hemos venido a saber lo que siempre supieron los místicos de la antigüedad, que dentro del hombre y de su conciencia –dentro del alcance de sus facultades psíquicas y físicas, existe un mundo de exploración mucho mayor que el mundo de esta .. tierra ha proporcionado a todos los intrépidos y osados exploradores del pasado”-.
El Rosacruz, Septiembre 1973.


La historia presenta, a la persona estudiosa, grandes enigmas. Al decir el insigne Bartolomé de Las Casas: -“Esta algarabía no la entiendo yo”, refiriéndose a la vida de Colón, es de imaginar la complejidad de los hechos contradictorios que existen sobre este enigmático hombre.
Hasta el presente, 14 naciones han reclamado para sí el privilegio de verle nacer y tres de albergar sus restos. ¿Quién está en lo cierto?
En Galicia, España, en un villorio  integrado por una docena de casas, llamado Portosanto, cerca de Pontevedra, existe la tradición de que el “Descubridor de América” nació y vivió allí su juventud, y su casa, ahora en ruinas, es recordada por la tradición de los pescadores.
A este respecto, dice el Teniente Coronel W. Mansfield, en el artículo intitulado “El lugar en que nació Colón”, publicado en el “Rosacruz” de septiembre de 1967, lo siguiente:
-“Después de casi treinta años de búsqueda e investigación, se llega al convencimiento de que Colón, el descubridor del Nuevo Mundo, no sólo fue español, sino gallego”-.
-“Se ha arribado a esta conclusión, después de investigar las pretensiones de varias ciudades que aspiran a ser el lugar de nacimiento del italiano Colombo, después de estudiar los llamados documentos italianos de Colombo; después de tomar en consideración los hechos y los documentos escritos o firmados por el Colón español; después de inquirir en el conocimiento de Colón español y usar no sólo el lenguaje gallego, sino el local y especial dialecto de Pontevedra; y después de encontrar que Colón tenía un íntimo y profundo conocimiento, no sólo de Pontevedra, sino que también de la costa gallega”-.
-“Su biógrafos lo describen de esta manera: “Alto, ancho de espaldas, con los rasgos del rostro acentuados; grandes ojos de expresión grave y triste; arrugas verticales marcan la frente con expresión de energía y voluntad; los cabellos cortados a la manera de los jóvenes de hoy, se arrollan espesos bucles; las manos son finas y por su gesto dan al conjunto de la figura, un gran aire de dignidad”-.
“Se dice que fue poeta, místico y realista. Al parecer, existen evidencias de que Colón no era un simple aventurero, que anduviera en busca solamente de un beneficio económico para sí mismo y los demás”.

Según una reciente publicación rosacruz, “Colón fue hijo de un hombre instruido y respetado, que había sido armado caballero y cuyos blasones fueron registrados en varios países”. “Colón fue instruido no solamente en el arte de la navegación, sino en muchas ciencias y particularmente en las ciencias antiguas y en las artes místicas”.
“Se sabe que Colón fue autor de varios libros de filosofía mística, los cuales son conservados aún. Es significativo que Colón fuera caballero de la Orden del Temple, afiliada a la Hermandad Rosacruz. De igual manera, ha llamado la atención la signatura que Colón añadía a su firma usual en los relatos personales de sus viajes y descubrimientos”.
“Al caer en sus manos la IMAGO MUNDI, parece que le sugirió buscar la ruta de Indias por el Oeste. De igual manera, fue lector del libro Las Maravillas, de Johan de Mandeville, en el cual se habla “de la tierra de los árboles que traen lana”. Evidentemente, la planta del algodón. Así como: -“De los árboles que hacen harina, vino y miel”-.
Además, Colón conoció otros relatos acerca de las islas misteriosas, cuya fuente, a nuestro parecer, son de índole esotérico.
Ahora bien, en los siglos XIV y XV, los conocimientos geográficos eran escasos. En la Edad Media, debido a la invasión de los Bárbaros, que habían hecho caer en el olvido las investigaciones científicas, se sabía menos de geografía que en la antigüedad.
La tierra era considerada cuadrada, con la ciudad de Jerusalén en el centro; también solía representársele como un disco plano. Renato Llanas, dice: -“La suprema recompensa divina estaba ya dispuesta más allá de los mares, donde la sabía y la había visto con sus propios ojos el misterioso Cristóbal Colón, que pisó sus tierras antes del 12 de octubre de 1492, fecha oficial del descubrimiento”.
En el Rosacruz de septiembre de 1973, leemos: -“de todos modos, los escritos de Colón revelan que conocía positivamente lo que había de hallar al otro lado del Océano Atlántico.
-“Sus escritos demuestran, además, que él estuvo en contacto con el Continente de América mucho antes de ocurrir el suceso que relatan las historias populares. La carta y el informe que preparó para la Reina de España, fueron hechas para satisfacer las demandas comerciales y mercenarias del Estado y de su pueblo. El memorial que él conservó firmado y sellado cuidadosamente, revelaba sus otros contactos anteriores con varios puntos del Continente Norteamericano, y la finalidad de los mismos”-.
Por otra parte, varios historiadores de Indias contemporáneos a la fecha del descubrimiento,  narran que Colón relataba, algunas veces, que cierto capitán que había llegado moribundo a su casa en Madera, en compañía de varios hombres, en una travesía forzada, había llegado a unas islas desconocidas, las cuales, al parecer, eran las tierras de las especias. Lo interesante de esto, es que Bartolomé de Las Casas al embarcarse al Nuevo Mundo, oyó la información de los indígenas “que pocos años antes, habían llegado allí hombres blancos con barbas”-.
Es curioso lo de las acusaciones y calumnias en contra de Colón, aún cuando se anteponen varias causas. Mientras se encontraba en “la Española”, fue reducido a prisión por Francisco Boadilla, quien comisionado por los Reyes, fue a investigar las acusaciones y encarcelado estará hasta que la Reina Isabel, su protectora, le mande a quitar las cadenas.
Es significativo, también, el hecho de que, al ser autorizado para realizar el cuarto viaje, -en el que habrá de acompañarle su hijo Don Hernando Colón, -quien llegará a tener la más importante biblioteca privada de su época, con unos 15.000 volúmenes selectos-, que luego  habría de escribir un importante libro sobre su famoso padre y que, además, durante muchos años tendría que defender los derechos del progenitor, y posteriormente los de su hermano mayor, Diego Colón,  frente a los reyes de España, quienes para justificar la negación de los derechos que les correspondían a Colón, alegaban que el verdadero descubridor de América no era él, según era de su conocimiento, como habremos de ver después la razón de tal afirmación-, se le prohíbe tocar la isla, donde tenía muchos enemigos.
Ahora bien, Joaquín Trincado sugiere investigar en ciertos registros de España, -sin duda se refiere a los Archivos de Indias, de Sevilla-, la causa por la cual fue encarcelado Colón.
Al parecer, los ex compañeros de aquel viaje forzado y accidental pre-descubrimiento oficial, se extrañaron de ver capitaneando la expedición por Colón y de no ver a “su capitán”. Según se evidencia, estos ex compañeros acusaron a Colón de asesinar a “su capitán” y de usurpar un derecho común, de traicionar a sus compañeros; en efecto, posteriormente sus mismos subordinados se rebelan y le traicionan.
Se destaca que, cuando la Reina Isabel libertó a Colón pese a las acusaciones que sobre él pesaban, era porque ella ya conocía los hechos previos, por cuanto Colón, desesperado de no encontrar a nadie que le hiciera caso en sus pretensiones de llegar al país de las especies por la ruta del Oeste, tuvo que confesar la verdad, -a la Reina Isabel-, con lo cual obtuvo ayuda.
En la antigüedad, Pitágoras había expresado que la Tierra tenía forma de globo o esfera, y formaba parte de un “sistema”, con otros “cinco planetas”, teoría ésta que también Platón sostuvo, al igual que otros filósofos, entre ellos Ibn Jaldun, en su monumental Introducción a la Historia Universal, en el siglo XIV. ¿Conocía, Colón, estos detalles? No lo sabemos, ciertamente.
Entre las causas que en esa época estimularon los grandes descubrimientos, se encuentran las siguientes:
1. La primera de ellas, era que los europeos precisaban encontrar una nueva ruta para comerciar con Asía, por cuanto las únicas existentes las monopolizaban Génova, Venecia y los Turcos.
2. El descubrimiento de la Brújula y el Astrolabio, que permitía navegar por alta mar amplió los medios de orientación que hasta ese entonces la limitaban a la costera o de cabotaje, por cuanto se guiaban únicamente por el sol, durante el día, y por la estrella polar, durante la noche.
Colón, albergaba la idea de llegar a la India por el camino del Oeste en vez de hacerlo por el del Este, que era el conocido. Empero, ahora sabemos que Colón ya conocía la ruta de la zona a la cual quería llegar, por cuanto se encontraba anotada en la Bitácora del capitán del barco que se fue a la deriva, del cual Colón era un marinero –quizá no tan sólo un vulgar marinero como lo demuestran muchos hechos posteriores, pero, marinero al fin-, y conjuntamente con sus compañeros llegaron al Nuevo Mundo con anterioridad al viaje oficial del descubrimiento. En las nuevas tierras descubiertas se quedó un grupo de sus compañero; el otro regresó a España, con su capitán; empero, allí únicamente llegó Colón. La carta del primer viaje, cuando uno la lee con detenimiento, refleja que Colón conocía ya la ruta que estaba siguiendo, lo cual corrobora lo antes dicho.
Después de varios intentos infructuosos, Colón logró que los Reyes de España se interesaran en sus proyectos, firmando las llamadas capitulaciones de Santa Fe, por las cuales, los reyes españoles hacían a Colón su Almirante en todas aquellas islas y tierras firmes descubiertas o conquistadas, y le darían la décima parte de los negocios comerciales con las nuevas tierras y le concedían el título de Don.

El 2 de agosto de 1492, se embarcó en las conocidas carabelas: La Pinta, La Niña y La Santa María, con un regular número de personas. El 12 de octubre del mismo año, Rodrigo de Triana daba el grito de: ¡TIERRA!
Según el resultado de varias investigaciones y estudios, encontramos que Colón, -como ya lo hemos resaltado antes-, al parecer ya había estado previamente en el nuevo continente, a tales efectos copiamos de Trincado:
-“Pero sí he de decir, de que antes de que Colón fuera a Génova llevaba un documento hecho de la travesía forzada por una tempestad, desde las costas de Galicia, hasta la isla de “La Española”, hoy llamada Santo Domingo y Haití. En aquella barca pesquera, iban ocho hombres, de los cuales quedaron seis, que prepararían presentes si vivían cuando volverían los dos que se atrevían a regresar, siguiendo la ruta del sol y estrellas que les había dejado impresas en los días y noches de terror de su forzado y providencial viaje”.
-“De La Española salieron dos, pero en Lisboa sólo desembarcó Colón. ¿Dónde estaba el otro? ¿Por qué, siendo español y después de un viaje fortuito, pero de tanta trascendencia, se calla y se va a Italia cuando habiendo referido las cosas como eran, habría encontrado de inmediato el apoyo de toda España?
A la luz de estos detalles, se esclarecen muchos puntos oscuros sobre Colón.
Lo fundamental para nosotros, ahora, es destacar la importancia trascendental de aquel descubrimiento.
Por una parte, debemos recordar la recién llegada del hombre a la luna. ¡Cómo conmovió la conciencia mundial! ¡Cómo esclareció los horizontes humanos! En aquel momento, el hombre de la Tierra ya no se sintió solo en el Universo; ya él podía alcanzar otras metas, otras formas de vida; una nueva comprensión de lo que le rodeaba. De repente se le borraron las fronteras, ya no era el ciudadano de Norte América, o el de Venezuela, sino el ciudadano del mundo Tierra.
Así, también fue conmovida la conciencia de las personas de entonces; les abrió un nuevo horizonte, una nueva experiencia que vino a impresionar las mentes de aquella gente. Las profecías antiguas se hicieron realidad: fue confirmado Isaías; fue confirmado Séneca.

¡América, tierra prometida!
En tu seno iban a encontrar los hermanos españoles grandes civilizaciones.
¡Oh, vosotros Aztecas, Toltecas, Mayas, Incas y tantos otros: en vuestro seno reposaba la sabiduría de la Atlántida y de Lemuria. En tu seno es donde con el aporte de aquella nación Ibérica y con el de todos los grupos étnicos existentes, fusionados, con su caudal cultural, técnico y filosófico-moral, e irán cimentando las bases de esa futura y gloriosa civilización que hoy vemos perfilando como la más grandiosa que la Tierra tendrá a corto, mediano, largo y macro plazo!
 El mundo del futuro girará en torno a Ibero-América. El castellano se convertirá en la principal lengua del planeta. Los dos grandes polos serán la Península Ibérica y el Continente Americano en su totalidad. Para trascender será preciso entrar en el flujo ibero-americano, caso contrario, dejará de hacerlo. Tan simple como eso. Las tendencias son claras y definidas.

¡América Latina, Hispano América o Ibero América, mis ojos sobre ti se posan, contemplando extasiado la fuerza de tu vuelo!
Y a ti, hombre genial, de cuyo empuje y valor se sirvió la CAUSA SUPREMA para que las profecías antiguas fueran cumplidas, a ti, hoy todos tributan el reconocimiento, el aplauso cariñoso y el afecto, por tu trascendental e invalorable empresa.
¡Colón, yo te saludo, tu valor admiro, el afecto de la humanidad del mundo Tierra, recibe!

Ensayo publicado en las dos páginas centrales del Diario EL TIEMPO, -con grandes ilustraciones efectuadas por el periódico-,  el día 12 de octubre de 1973, con el pseudónimo ZALBURIS, que el autor utilizó durante algunos años.



COMENTARIO DE FECHA: 12 DE OCTUBRE DE 2015:

Pese a los enormes estragos que España realizara en América, después del descubrimiento, es innegable que su labor civilizatoria es equiparable, o superior, a la que llevara a cabo Roma, durante su largo y fructífero período histórico.

Las ciudades que construyeron, el mestizaje que llevaron a cabo, el nuevo grupo étnico que se fue formando, que en el siglo XVIII y XIX estaba generando genios como Francisco De Miranda, Andrés Bello, Simón Bolívar, sólo por nombrar tres, y las mujeres criollas, al decir de los viajeros de la época, eran más cultas que las europeas, nos hacen formular una pregunta: Qué habría sido de Hispano-América si no hubiese habido la guerra de la independencia que interrumpió el flujo generacional? La mayor parte de esa genial descendencia se interrumpió con esa guerra civil entre hermanos.

España, en forma equívoca, no otorgó derechos políticos a sus descendientes americanos, y pagó un costo por ello.

Ni los líderes políticos españoles de la época, ni los de ahora, en su mayoría, ni la inmensa población española de ahora, tiene una conciencia clara de la magna obra que realizó en América, salvo excepciones, por supuesto. Ni le interesa saberlo. En una fecha como hoy, ya no se celebra el día de la Hispanidad, como antes, salvo en pequeña escala, sino el día de la festividad nacional, del servidor público, como si ya no le interesara Ibero-América, excepción hecha de las actividades comerciales.

Pero, de este otro lado del asunto, pareciera que tampoco existe una conciencia mucho más clara. 

Muchos no se dan cuenta de que son descendientes de aquellos españoles que les gustaban las indias y las negras, lo cual ha dado en generar uno de los mejores grupos étnicos del planeta. Ocurrió lo mismo en Norteamérica? No lo creo, salvo excepciones. Cuántos no dicen: Ojalá nos hubiesen conquistado los ingleses!  Sí, pero la mayoría que lo dice no estaría aquí de haber ocurrido tal cosa, porque ellos no se mezclaron como los españoles.

Una pregunta: Cuál es su apellido? Y el de su mamá? Casi con seguridad, español, o portugués, o italiano, etc. 

Ni muchos españoles quieren reconocerse en la descendencia española en América, y viceversa, cuando se hace referencia a la índole de los personajes que acompañaron a Colón. 

España ha cometido muchos errores en la época del post descubrimiento, es verdad, pero tiene, también, incontables méritos. Carlos V tenía enormes dudas sobre si le asistían derechos para someter a los indios y realizó reuniones con juristas de la época para clarificar sus dudas, entre ellos con Francisco Vitoria. Dio instrucciones para que se les tratara bien, a los indios, que no siguieron sus representantes, generalmente.

Quién destruyó los documentos relativos a la antigüedad de las culturas pre-coloninas, (no precolombinas)? Por cuál razón? Está a la vista. 

La antigüedad de las civilizaciones americanas, y su esplendor que eclipsaban a la cultura que traían los conquistadores, contradecían el supuesto origen del mundo en el año 4002 antes de nuestra era. 

Cuánta de las destrucciones a las que hace referencia Bartolomé de Las Casas, debe su origen al fanatismo religioso?

Al hablar hoy de Resistencia Indígena me parece bien si con ello queremos destacar la dignidad de la población autóctona americana. 

Pero, eso es sólo una parte de la realidad. 

Los grupos étnicos autóctono puros, sin mezclas, son una minoría y tienen una cultura milenaria mucho más importante de lo que pueda imaginarse, digna de ser rescatada, así como de mejorar la calidad de vida de los mismos.

Pero, el resto de la población es el fruto de un mestizaje extraordinario, con herencia de todos los grupos étnicos, culturas y civilizaciones: Ahí reside su grandeza. 

Es preciso buscar los puntos de coincidencias y de unión, no los de separación. Se trata de una sola y misma familia, que tal como es, tiene mucho que decir al mundo de hoy y de mañana.

Exaltemos la propia dignidad, pero, respetemos la ajena en el mismo grado en que se desea que se respete la nuestra.

Es preciso efectuar una revisión objetiva de la historia.