sábado, 22 de septiembre de 2012

EXITODINAMIA

 

EXITODINÁMIA

Por Dr. José Bustamante

En homenaje al Dr. José Bustamante, 
formador de recursos humanos en la Alta Gerencia, a quien tuve el honor de conocer en uno de sus cursos, en 1981, en la ciudad de Caracas.
(GIC)


Hace varios años, -en Guatemala- un excelente amigo me facilitó material relacionado con las leyes del éxito. Muy pocas enseñanzas han dejado en mí una impresión tan profunda como imperecedera y en esta oportunidad, he hecho un resumen en el que me ajusto casi textualmente a los términos usados por los autores de la información referida.
Las ideas vertidas en este mensaje, tienen características tan innovadoras, que con vista a asegurar una traducción omnímoda, se ha hecho indispensable crear neologismos capaces de representar idóneamente el pensamiento de los autores. Sirva de ejemplo su título: EXITODINÁMIA.
Ellos consideran que el éxito no es solamente un evento feliz, una culminación que es posible enmarcar en tiempo o espacio. Por el contrario, el éxito es camino, vía más que entelequia, continúo devenir hacia la meta predeterminada y consciente del ideal. En su acción orientada, en su dirigido anhelo, radica la felicidad: LA EXITODINÁMIA.
Porque sabemos donde queremos ir y tenemos la seguridad interior de que llegaremos, somos felices. Infelicidad es desconcierto. Felicidad es el concierto activo hacia el ideal.
Una aclaración necesaria que es al mismo tiempo un ruego: Trataré de que a través de estas expresiones, pese a su brevedad, usted realice un viaje de gran trascendencia hacia sus más íntimos y personalísimos anhelos y aspiraciones. Permítame entrar pues, en su mente sin grandes rodeos ni formalismos, porque allá dentro del Espíritu, todos tendremos que tratarnos de tú por tú.
Muy dentro de cada uno de nosotros existe el escondido anhelo de realizar algo capaz de llenar de felicidad y satisfacción nuestras vidas y a pesar de que, quizás, algunos releguen estos secretos anhelos al limbo de los deseos frustrados, como si se tratara de cosas imposibles de obtener, jamás podremos olvidar su verdadero y profundo contenido.
Tú, deseas vehementemente obtener seguridad, ser querido, apreciado, importante, útil y respetado por los demás. Si estos son tus deseos, no estás solo. Yo también deseo todas estas cosas e imagino que todo ser humano también la desea.
El solo hecho, de que tú tengas este anhelo es prueba de que es obtenible.
En tu mente existen dos imágenes de tu persona: La primera, lo que tú eres ahora, un ser de quien en muchas ocasiones tú puedes sentirte orgulloso, aunque en otros sentidos, también puedas estar insatisfecho.
La segunda, la imagen del ser que te gustaría desarrollar en ti: Confiado, seguro de ti mismo, elocuente, siempre dispuesto a hacerle frente a una nueva situación y dominarla, respetado por todos los que te conocen.
Este deseo insatisfecho, nacido del contraste de lo que eres y la visión de lo que podrías llegar a ser, es parte de ese descontento que ha inspirado al hombre a dejar la caverna para construir rascacielos.
Es este divino descontento el que hace posible el desarrollo individual y el progreso de toda la humanidad y no el creer que la naturaleza lo realiza para exasperarnos o para sembrar en nosotros la frustración y la infelicidad. La naturaleza se vale de estos estados de insatisfacción, al igual que del apetito, para aguijonear nuestra creatividad y urgir nuestro deseo de alcanzar más altos ideales.
Para la satisfacción de estos deseos la naturaleza nos ha legado un maravilloso endo-mecanismo. Mecanismo interior que nos permite crecer y continuar creciendo mental y espiritualmente, mientras exista en nosotros un hálito de vida.
Sin lugar a dudas, si tus deseos de superación personal se unen a un ferviente anhelo de logros, tú podrás convertirte mañana en el hombre que puedas imaginar hoy. Tu endomecanismo te guiará, indefectiblemente, hacia un éxito cuyos premios y retribuciones van más allá de todas tus especulaciones.
El talento, sin embargo, para producir resultados efectivos, debe ser acrecentado y desarrollado a través del conocimiento y la cultura.
La forma, el color, el perfume, y toda la belleza de las rosas, son parte intrínseca de una pequeñísima semilla. Pero para florecer esa semilla, necesita del cariñoso cuidado y de los nutrimientos de un cultivo adecuado. Si no los recibe, permanecerá por siempre estática e inexpresiva.
Cultiva tus talentos innatos, nútrelos con el estudio, el pensamiento y la experiencia para que ellos también puedan florecer.
Una vez que tú hayas decidido convertir estos deseos y anhelos realidades tangibles, habrás dado el paso más importante que con seguridad conduce al éxito.
Diariamente y a medida que generes el deseo de triunfar, tu confianza se acrecentará acelerando el progreso hacia la consecución del ideal. Tu actitud experimentará grandes cambios. Sabrás que TÚ PUEDES.
Cuando esto ocurra, la manida frase de QUERER ES PODER, adquirirá ante tus ojos la gigantesca estatura de la verdad: YO PUEDO.
Sí, la naturaleza ha puesto en todas las creaturas vivientes, en el momento de nacer, un endomecanismo automático, que sistemáticamente las dirige hacia el éxito. En los animales inferiores, la meta a que se dirigen ha sido preestablecida y limitada a la autoconservación individual y de la especie.
Sin embargo, en nosotros, existe el don de la capacidad creadora capaz de formular nuestras propias metas e ideales. Para obtener paz mental y la felicidad es imperioso llevar un ideal a feliz término.
Como resultado de la experiencia de cientos de individuos, se ha llegado a la conclusión de que para beneficiarse con los conceptos aquí vertidos, se requiere de un esfuerzo continuado, durante un considerable período de tiempo.
El éxito, como Roma, no se puede construir en un día. Allá, entre bambalinas, eso que hemos dado en llamar suerte, no es otra cosa que el estar preparado, alerta y al acecho para capturar la oportunidad en el momento preciso.
Recuerda la frase de Disraeli: -“El secreto del éxito en la vida consiste en estar preparado para la oportunidad cuando ésta llega”.
Si tú estás verdadera y vitalmente interesado en tu futuro, no podrás jamás contentarte con una pequeña porción de cuanto es posible obtener de tu propia existencia. Pero esto será posible, únicamente, si eres capaz de ajustarte a una planificación verdaderamente sistemática.
Innumerables autores nos han hablado de los secretos del éxito, como si fueran algo obscuro y recóndito. No existe tal secreto o piedra filosofal. Las reglas del éxitos son claras y simples. Tú puedes aprenderlas y llegar a manejarlas a tu antojo.
Un número extraordinario de individuos, que parecen tener todos los requisitos y elementos para triunfar, nunca obtienen el éxito. Tienen habilidad innata, educación, personalidades atractivas, talentos de estatura y sin embargo, fracasan en sus intentos. Por qué? Porque hacen caso omiso de ciertas reglas simples pero fundamentales.
Por otro lado, existen individuos que no poseen todas estas ventajas, y sin embargo, llegan a obtener grandes resultados en el campo de los negocios, la familia y la vida social.
La explicación es clara: Estos han adquirido el hábito de vivir haciendo uso de esas simples reglas que aseguran el éxito. En breve expondré algunas de las normas que pueden darte el éxito, felicidad y paz mental. Pequeñas cosas, que quizás por pequeñas, puedan pasar por inadvertidas.
Aclaremos un punto antes de continuar: Las personas, con raras excepciones no fallan por falta de educación, talento o conocimiento. Fallan principalmente por omisión. Es decir, que personas que no tienen nada extraordinario a su favor, obtienen triunfos notables, mientras otras, con todas las ventajas naturales, fracasan.
Cuidadosas investigaciones realizadas en los últimos cincuenta años, demuestran que solamente el 10% de las personas están verdadera y honestamente tratando de lograr el éxito. El otro 90% sólo tratan de conseguir una excusa para justificar el fracaso. Ese 90% no está dispuesto a trabajar por el éxito, si para ello se requiere el menor esfuerzo.
He aquí la historia de los hermanos Curtis, que ilustra a las claras lo antedicho: Ambos nacieron y se criaron en Michigan. Cuando empezaron a trabajar, ambos consiguieron trabajo en el Taller de pintura Fisher, una División de General Morotrs en su pueblo natal.
Pasaron los años y cuando el mayor de los hermanos estaba listo para retirarse a la edad de 65 años, un periodista le preguntó: Cómo es posible que usted, no pasara en la General Motors del taller de pintura donde empezó? A lo cual él respondió: Nunca tuve ni el tiempo ni el dinero para hacer las cosas esenciales para progresar.
El periodista volvió a preguntar: De dónde su hermano Harold Curtis obtuvo el tiempo y el dinero para convertirse en Presidente de la General Motors? Encogiéndose de hombros respondió: Bueno, él siempre fue muy ambicioso.
Lo que verdaderamente ocurrió, fue que cuando Harold Curtis decidió que quería obtener más de su vida, tomó un curso de teneduría de libros, se graduó, buscó en los avisos clasificados del períodico local y encontró que la División de Bujías de la General Motors necesitaba un tenedor de libros. Allá fue, solicitó el empleo y lo consiguió. Pero sus ambiciones no terminaron allí, por el contrario, continuó superándose hasta lograr ser nombrado Administrador General de la División de Bujías de la General Motors.
Cuando más tarde la División Buicktuvo dificultades, fue nombrado su Administrador General, logrando tanto éxito, que poco después pudo alcanzar la Presidencia de la General Motors.
Harold Curtis hubiera podido alcanzar el éxito en cualquier negocio que hubiera estado solicitando un tenedor de libros, el día en que él leyó los clasificados. Harold Curtis era uno de ese 10% de personas que está al acecho del éxito y no ese otro 90% que se dedica a buscar el derecho a fracasar.
Una de las razones por la cual la mayor parte de las personas, pasan la vida obteniendo tan pocos resultados, es que real y verdaderamente, no saben lo que quieren. Toman las cosas como vienen. Van en busca del placer abúlico y momentáneo en lugar de perseguir la satisfacción duradera que conduce y asegura la felicidad: LA EXITODINÁMIA.
Cuando el hombre se detiene en su búsqueda de placer ocioso y comienza a perseguir el éxito y la felicidad, encuentra el gran pivote de su vida. En la vida de todo triunfador, siempre se encuentra ese momento de transición.
En tu vida tú solamente puedes lograrlo. Si este momento de transición ya llegó para ti, si ya te encuentras en movimiento hacia la meta, quiero que mis palabras sirvan para fortalecer tu determinación.
El paso inicial más importante consistirá en que comiences por analizar tus fuerzas y tus debilidades. Este auto examen, te enseñará a movilizar tus condiciones personales poniéndolas al servicio de tu ambición para obtener una vida pletórica de logros y felicidad.
Desde Sócrates, primer gran maestro de la EXITODINÁMIA, hasta nuestros días, los filósofos han repetido: CONÓCETE A TI MISMO, frase tantas veces escuchada y tan pocas veces entendidas y atendidas a plenitud. CONÓCETE A TI MISMO es la esencia de tu movimiento de transición.
Tú, eres único, singular. No existe otro ni nunca ha existido ni existirá jamás, otro ser humano exactamente igual que tú.
CONÓCETE A TI MISMO, porque aunque tú tienes los mismos deseos básicos de los demás, te diferencia en el grado e intensidad de estos deseos y en la escala de valores que determina lo que es verdaderamente importante para ti. Porque lo que tú determines en tu pensamiento como importante, determinará tus acciones. Tú eres ahora tal y como te concibes. Tú serás mañana tal y como tú te concibas: Fracasado o triunfador.
-II-
Todos Los seres humanos estamos motivados por 4 deseos básicos: PRIMERO: seguridad, abrigo y protección contra los peligros de la vida. De la misma forma en que el hombre primitivo construyó albergues para protegerse contra las inclemencias del tiempo y los animales salvajes, de esa misma forma queremos nosotros protegernos de los imponderables del mundo moderno. El instinto de conservación es la primera ley de la naturaleza.
SEGUNDO: Amor, el deseo de amar y ser amado que actúa como la segunda gran ley. El instinto de propagación y preservación de la especie.
TERCERO: Satisfacción del Yo. Confianza interior en que nosotros, como individuos somos dignos y capaces de admiración. En otras palabras, el deseo de abrigar y defender nuestro AMOR PROPIO.
CUARTO: Posesiones y lujos materiales. Deseo de proveernos de un nivel de vida que garantice la satisfacción de nuestras necesidades materiales y de suficiente dinero para adquirir los lujos inherentes a una vida acomodada.
Analízate y conócete a ti mismo. Toma una hoja de papel y sin prisa alguna, anota cuidadosa y detalladamente, tus verdaderos sentimientos respecto a estos cuatro deseos fundamentales.
A medida que te analices, piensa en estos 4 factores innatos que son necesidad común de los hombres y así podrás observar como los individuos se diferencian los unos de los otros.
Por ejemplo: Supón que tú tuvieras solo el dinero necesario para asegurar la satisfacción de tus necesidades. Que estuvieras felizmente casado y amado por tu mujer y por tus hijos. Esto significa que ya habrías satisfecho las necesidades se SEGURIDAD Y AMOR. Entonces la satisfacción del YO se convertirá en tu deseo más fuerte.
La diferencia de niveles que existen en estos cuatro deseos, distingue a unas personas de las otras. Lo que hace de ti el individuo que eres, es la fuerza y la intensidad de tus deseos por satisfacer esas necesidades.
En la anotación destinada a SEGURIDAD, consigna y proyecta, anticipadamente, tus ingresos y todas tus entradas para este año y para de aquí a 5, a 10, a 20 años. Pregúntate si esto es suficiente para darles seguridad a los tuyos. Si no es así, al lado de dichas cifras expresa, claramente, hasta donde deben acrecentarse en los próximos 5, 10 o 20 años. Lo antedicho debe ser tan claro y conciso que te permita expresar los ingresos que deseas y necesitas durante los próximos años.
20 años, si ahora estás comenzando; 10 si ya te encuentras establecido en tu profesión o trabajo. Pero, es importante que estas cifras y sus respectivas fechas sean claramente predeterminadas y así anotadas en la hoja respectiva.
Bajo el título AMOR, escribe los nombres y las edades de tus seres queridos, especifica las necesidades de cada uno de ellos en un año, en cinco, en diez a partir de la fecha. Cuándo tus hijos estén listos para ingresar a la universidad, estarás listo tú para hacerle frente, económicamente, a la educación universitaria que ellos requieren?...
Determina la cantidad de dinero necesario para satisfacer tales necesidades. Llena los espacios correspondientes a cada uno de tus seres queridos. Después establece una comparación entre tus anotaciones  en SEGURIDAD Y AMOR.
Bajo el título SATISFACCIONES DEL YO, haz una lista de las cosas, eventos y acciones  que te brindan mayor satisfacción personal. Determina claramente, de qué tiempo dispones para realizar estas cosas. Analiza honestamente cómo estás usando tu tiempo indicando dónde existe una pérdida de tiempo innecesario.
Estos detalles son cruciales, porque lo más común de todas las excusas ante el fracaso es la de no tuve tiempo o dinero para seguir adelante.
La mayor parte de la gente culpa de sus fracasos a factores circunstanciales, cuando la verdad es que la persona misma es la única culpable de sus fracasos. Cada persona es la única responsable de lo que ella haga de sí.
Cuánto tiempo estás tú dedicando a asegurarte el éxito?... o, cuánto tiempo estás perdiendo en cosas inútiles?
Estás obteniendo satisfacción comiendo glotonamente o sentándote frente a la televisión, a escuchar programas que en poco o nada contribuyen a tu enriquecimiento cultural?...
Cualesquiera de estas cosas que hagas, anótelas con sinceridad. Nadie sino tú necesitas revisarlas. Lo peor que puedas hacer es engañarte al no poder conocerte a ti mismo como verdaderamente eres. Una honrada apreciación de tu persona, puede conducir a ese momento de transición que te llevará al éxito y a la felicidad.
Escribe detalladamente aquellas cosas que querrías realizar para darle la verdadera satisfacción al YO. Cosas que te producen complacencia perdurable. Cosas que pueden ganar la buena voluntad y la aprobación de tu familia, de tus jefes, socios o amigos.
El el rubro POSESIÓN Y LUJOS MATERIALES, anota las cosas que posees y que son realmente tuyas. Tú puedes creer que eres dueño de tu casa. Pero, está, acaso, hipotecada?...
Como símbolo de prestigio, puede ser que frente a tu casa tengas un lujoso automóvil. Pero, es totalmente tuyo?..., o todavía te falta pagar varias mensualidades?... O si ya está totalmente pagado, estás ahorrando con vista a poder comprar otro cuando éste se deprecie?... O tendrás que volverlo a comprar en la misma forma pagando intereses que puedan hacerse gravosos en tu economía?...
Y si miras aún, un poco más allá, pregúntate si tienes un fondo de reserva que te permita hacerle frente a un gasto de emergencia imprevisto?... O posee seguros en cantidad suficiente para mantener a tu familia en caso de que tú faltaras?... Si de acuerdo con tus esperanzas vives lo suficiente para tomar buen cuidado de los tuyos, es necesario que recuerdes que tu época de productividad es limitada, por lo cual debes realizar inversiones en bonos, valores, seguros, etc., que te produzcan suficientes dividendos para hacerle frente a tu retiro.
Qué es lo que deseas de tu futuro? Una casa propia en una urbanización más elegante? … ESCRÍBELO frente a ti de tu puño y letra. Haz un inventario de tus posesiones materiales y de lo que tú quisieras tener en el futuro.
Estúdialo. Es realista, o solamente un sueño más?...Revísalo de nuevo, borra aquellas cosas que te parezcan irrealizables. Escribe sólo aquellas que consideres que es posible obtener y más tarde, a medida que progreses, tendrás tiempo para establecer metas más altas.
Al determinar estos pasos escalonadamente, cada vez que logres establecer uno más, más se reafirmarán en ti la seguridad de que puedas llegar mucho más alto.
El joven Harold Curtis podría haber soñado con ser Presidente de General Motors, o quizá Presidente de los E.E.U.U., de América, pero empezó en forma mucho más realista. Fijó su primer objetivo: Convertirse en tenedor de libros, elevando sus aspiraciones a medida que progresaba.
Sin duda, cuando vio la Presidencia de General Motors dentro de sus posibilidades, inmediatamente se encaminó hacia esa meta.
Si eres capaz de realizar, concienzudamente este autoanálisis, habrás descubierto mucho más de ti mismo.
Qué es lo que quieres? … A dónde quieres llegar?... Cuáles son tudos deberes y responsabilidades para contigo y para con los tuyos?...
Realizar un inventario de tu propia persona será el primer paso, el resto es esfuerzo.
Hecho el inventario de tu persona podrás establecer metas de largo alcance para ti. Este paso, indica el camino a seguir en tu acción por la EXITODINÁMIA.

VOLUNTAD ANIMAL

VOLUNTAD ANIMAL –Parte I- y Parte -II-

COMENTARIO EXEGÉTICO A LA PREGUNTA Nº 602, DE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DE ALLAN KARDEC
POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Cuando Allan Kardec, antepuso la pregunta: –“¿Los animales progresan, al igual que el ser humano, por efecto de su voluntad, o por una causa independiente a ellos?” Obtiene la siguiente respuesta: -“Por una causa que les es independiente, por cuanto no existe para ellos la expiación”-.
-¿Qué debemos entender que progresan por una causa independiente de su voluntad y de que no existe para ellos la expiación?
Tanto la respuesta como la pregunta, cada una contempla dos vertientes, y entre ambas, tres aspectos diferentes: la voluntad como atributo del Espíritu en cualesquiera de sus variantes; el libre albedrío, atributo paralelo al de la voluntad, es decir, si posee voluntad para hacer o dejar de hacer algo, es porque puede elegir una de las dos cosas, y la voluntad respalda la elección, en uno u otro sentido. Nosotros vemos como todos los seres, o elementos, en los cuatro reinos naturales están dotados de Espíritu, con individualidad propia e independiente, con atributos que les son inherentes, entre ellos la voluntad y el libre albedrío. En todas las expresiones de vida, en los cuatro reinos naturales, observamos como la voluntad de vivir lleva a cada especie o elementos a los más rigurosos actos de la voluntad, que denotan ser inteligentes y volitivos. Vemos a unos individuos de una especie u otra, más hermosos, inteligentes, hábiles y resistentes que otros, lo cual indica un adelanto de unos sobre los otros.
En las luchas que afrontan, los machos, en algunas especies animales, denotan la voluntad de unos de sobreponerse, a los otros, en la conquista de la hembra. Los animales adiestrados, son susceptibles de realizar proezas que van más allá en habilidades de quienes carezcan de este entrenamiento. Evidentemente, unos serán más hábiles que otros, dependiendo de su aprendizaje, lo cual permite percibir que unos, por las causas que fueren, pueden adelantar a otros, en progreso, al igual que los seres humanos.
Dado que hay especies domésticas y otras en estado salvaje, unos estarán más sujetos que los otros a la voluntad ajena, y condicionados a las limitaciones que les son impuestas por los seres humanos que les crían, en el caso de los primeros. Mientras que, los que viven en estado natural, se rigen en sus modos de vida, por su libre albedrío y voluntad, en cuanto a los libres actos que ejecutan, en los cuales su autonomía se desenvuelve sin la inherencia de los seres humanos.
También, entre los que viven en estado de libertad, unos progresan más que otros. Empero, cada especie refleja estar dotada para una función especial y se rige por leyes naturales, de las cuales pareciera estar más consciente que los seres humanos, obedeciéndolas más fielmente. En todos sus actos demuestran sentimientos de análoga naturaleza que los de los seres humanos y conductas que les son semejantes. Se ocupan de la crianza de los hijos al igual que los humanos, los defienden de los peligros, en semejante modo; y regresan a casa, aún cuando alguien pudiese habérselos llevado lejos, en el caso de los domésticos, en demostración de su afectos a los dueños de la casa o de su apego, o identificación con el hábitat en que se criaron, o en demostración de su sentido de pertenencia. En el caso de los salvajes, éstos, aún cuando se alejan por las razones que fueran, como lo es la búsqueda de alimentos, de agua, de parejas para aparearse, siempre vuelven a los lugares en que la naturaleza pareciera haberle destinado, según la época del año, estación o temporada, recorriendo distancias enormes, con un sentido de la orientación, admirable. Pareciera que sus facultades espirituales se encuentran en un estado de libre desenvolvimiento que les permite percibir, espiritualmente, cosas que los humanos, para poder hacerlo, requerirían entrenamiento especial, y aún así, los animales, en muchos casos, les son superiores.
-II-

Es posible, también, que, desde la dimensión espiritual, los maestros de la creación, o los Espíritus guías de la naturaleza, según la especie a su cargo, se encarguen de orientar o dirigir a sus respectivas especies a su cargo, casos éstos en los cuales, las dos vertientes de la respuesta dada a la pregunta, como son: la primera, cuando quien la otorga, expresa: -“Por una causa que les es independiente”; esta causa que les es independiente seria, en primer lugar, las leyes naturales que rigen a cada especie, cuya conciencia imperturbada de ello, les permite cumplirlas con mayor exactitud que los seres humanos.
Además de las leyes naturales antes referidas, estaría la dirección grupal por los Espíritus guías a cuyo cargo se encuentra cada especie, y la mejor interrelación entre los Espíritus de cada especie, que les permite recibir la asistencia espiritual directa, facilitándole el aprendizaje, la comunicación intuitiva e inspirativa, el desdoblamiento y otras extensa gama de facultades ejecutadas libremente, que les dan una mayor autonomía y capacidad de percepción, cuyo conocimiento, y capacidad de hacer o dejar de hacer, trasciende el libre albedrío, la voluntad, y la capacidad de razonamiento por la lógica inductiva y deductiva. Es decir: los animales, fruto de la percepción intuitiva o inspirativa, simplemente saben y actúan en consecuencia; lo que saben por inspiración, lo ejecutan con conciencia de la guía que reciben. Esto, lógicamente, parecería ir más allá de la voluntad y del libre albedrío, ya que constituyen facultades que ejercitan libremente y les ayudan a cumplir las funciones que les asignó la naturaleza y a satisfacer sus necesidades, y de una manera natural, el grupo va avanzando paralelamente, en armonía grupal, es decir, todos, simultáneamente, a un determinado momento, progresan en forma pareja, habiendo poco margen para los extremos. La segunda vertiente, en cambio, cuando expresa: -“por cuanto no existe para ellos la expiación”, -¿qué significa? -¿Los animales no están sujetos a le ley de la justicia divina, a la de compensación, a la de igualdad, a la ley de la afinidad, la de la evolución, entre otras? Pareciera improbable, por cuanto todos los seres, en los cuatro reinos naturales, se encuentran sometidos al cumplimiento de la ley cósmica, siendo ésta sustentada por los valores universales en su totalidad. Las diferentes demostraciones, en cada especie, denota este cumplimiento de las leyes naturales. Lo que pareciera ocurrir, es que, en los cuatro reinos naturales, cada una de las especies, cumple mejor que los seres humanos las respectivas leyes que les son inherentes, razón por la cual, son menos susceptibles de sufrir expiaciones al igual que lo suelen hacer los integrantes del género humano. Es casi seguro, que los animales recuerden con facilidad sus vidas anteriores, no teniendo, la naturaleza, ningún motivo para restringirle el recuerdo, ya que los que conservan carecen de elementos perturbadores como en el caso de los humanos, que, por bondad divina, se le restringe, ya que ningún ser humano normal soportaría determinados recuerdos de existencias pasadas, significando una carga que trastornaría el progreso humano.
De lo anterior concluimos: Cada especie, en los cuatro reinos naturales, está regida por una programación grupal, con determinadas leyes naturales que les son inherentes, por lo cual, dentro de los objetivos existenciales, sus funciones son cumplidas sin aparente uso del libre albedrío y de la voluntad individual, lo cual, en cuanto a causa ajena a la voluntad de cada especie, es cierto, cumpliendo, cada quien, individualmente, los objetivos que les son inherentes. Empero, en el ejercicio individual de esas funciones comunes que les son asignadas, cada especie, voluntariamente cumple sus funciones y existe un progreso individual cuyo mérito les es inherente a cada quien, individualmente. Por su docilidad a las leyes naturales, en línea general, cada miembro, en su respectiva especie, vive en armonía con la naturaleza; empero, muchas de las vicisitudes que les son propias, las afrontan en análoga forma, en muchos casos, a las de los seres humanos.
Quedaría por estudiar, más profundamente, cuál sería la diferencia de la aplicación de la ley del karma en los casos inherentes a los animales, a los vegetales y a los minerales. Un tema abierto para todos.












PAGAR EL PRECIO


PAGAR EL PRECIO

POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.


Decía Ralph Waldo Emerson, ensayista norteamericano del siglo XIX: -“Toma lo que quieras y paga el precio”.
Es posible que alguien que tomara la cosa, deje de pagar el precio?
En la naturaleza no existe algo a cambio de nada. Hay que pagarlo, inexorablemente, o es mejor dejar de tomar la cosa. Las consecuencias son la de entrar en determinados estados de esclavitud mental, o estado de conciencias subordinados al acreedor. Entonces, para liberarse, es preciso pagar, y adicionalmente, incluir los intereses compuestos.
Homero, Platón, Xenócrates, Cicerón, Séneca, Plutarco, Montaigne, Cervantes y José Ingenieros, entre otros, han sido grandes difusores de los valores universales, que enmarcan las acciones humanas en los parámetros de una vida virtuosa.
Usted aspira a las grandes realizaciones, pero no quiere pagar el precio que implica una sólida preparación?
Simplemente, los logros serán equivalentes al esfuerzo desplegado.
Desea ser presidente del gobierno, de su respectivo país, pero quiere serlo ya, porque usted cree que está preparado para ello?
Es probable que, “ya”, lo que se dice “ya”, no lo será, salvo casos muy puntuales. En cualquier edad en que se encuentre, debe proyectar su objetivo a treinta años por delante y consagrar su vida a ese propósito, hasta hacerlo realidad. Quizá lo logre en dieciocho años, o en otro lapso, pero las probabilidades de que lo realice, estarán más a favor que en contra. Así lo hizo Simón Bolívar, al formar su propósito de la emancipación latinoamericana, en su famoso juramento del Monte Sacro, en Roma. Años más tardes, el Sócrates venezolano, Simón Rodríguez, emocionado exclamaría: -“Y el chaval cumplió su promesa”. Quizá el maestro se sonreiría al imaginar cuanto de ese propósito se debía a las semillas que él había sembrado en la conciencia de aquel niño caraqueño que se le confiara para educarlo.
Cuanta responsabilidad tienen los maestros, hoy en día en la transformación de la humanidad. Los puestos de trabajo de la educación preescolar deberían ser los mejores pagados, en cada país, para captar a los intelectos mejores dotados. De esta manera, la flor y nata de cada sociedad se erigiría en educadora de la menos dotada. En poco tiempo, los resultados se harán evidentes. A estos maestros de primeras enseñanzas se le debe formar en un conocimiento integral amplio y extenso. Deben ser los genios mejores dotados de la humanidad. Entonces, esos niños, en manos tan fecundas, aflorarán el genio interior que traen de incontables existencias anteriores.
Cualquier líder que aspire a la máxima jerarquía ejecutiva de su país, debe, por lo menos, prepararse durante quince años a partir del momento en que alcance su respectivo grado, preferiblemente en Derecho, o Economía.
Luego es preciso tener la tenacidad de un Miguel Ángel, capaz de derribar todas las barreras que se interpongan en el camino, las reales y las imaginarias. Y hacerlo, además, con un estricto sentido de justicia.  Hay que seguir un estricto orden de prioridades, y cumplir, en forma rápida, lo prometido.
Los mejores líderes son aquellos que son cautos en prometer, pero cumplen todas sus promesas.
Es preciso emular a la naturaleza en todo: Cada fruto, precisa cierto lapso, a partir de la siembra de la semilla. Mientras más valioso el fruto, más largo el tiempo precisado. Se requiere establecer una curva de resultados y cumplirla con expectativas positiva. Negándose a abandonar a mitad de camino, cuando las cosas se ponen menos fáciles, única manera de activar los poderes creadores de la mente.
Los mejores líderes son aquellos que saben lo que quieren, se forjan objetivos precisos, a corto, mediano, largo y macro plazo, se preparan adecuadamente, ponen manos a las obras, y en cada rol que ejecutan, saben lo que tienen que hacer, como hacerlo, y cuando concluirlo. Los más inteligentes, al concluir su período, dejan el paso abierto a las nuevas generaciones, y apuntan a un objetivo más elevado.

Adelante.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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sábado, 22 de septiembre de 2012

EXITODINAMIA

 

EXITODINÁMIA

Por Dr. José Bustamante

En homenaje al Dr. José Bustamante, 
formador de recursos humanos en la Alta Gerencia, a quien tuve el honor de conocer en uno de sus cursos, en 1981, en la ciudad de Caracas.
(GIC)


Hace varios años, -en Guatemala- un excelente amigo me facilitó material relacionado con las leyes del éxito. Muy pocas enseñanzas han dejado en mí una impresión tan profunda como imperecedera y en esta oportunidad, he hecho un resumen en el que me ajusto casi textualmente a los términos usados por los autores de la información referida.
Las ideas vertidas en este mensaje, tienen características tan innovadoras, que con vista a asegurar una traducción omnímoda, se ha hecho indispensable crear neologismos capaces de representar idóneamente el pensamiento de los autores. Sirva de ejemplo su título: EXITODINÁMIA.
Ellos consideran que el éxito no es solamente un evento feliz, una culminación que es posible enmarcar en tiempo o espacio. Por el contrario, el éxito es camino, vía más que entelequia, continúo devenir hacia la meta predeterminada y consciente del ideal. En su acción orientada, en su dirigido anhelo, radica la felicidad: LA EXITODINÁMIA.
Porque sabemos donde queremos ir y tenemos la seguridad interior de que llegaremos, somos felices. Infelicidad es desconcierto. Felicidad es el concierto activo hacia el ideal.
Una aclaración necesaria que es al mismo tiempo un ruego: Trataré de que a través de estas expresiones, pese a su brevedad, usted realice un viaje de gran trascendencia hacia sus más íntimos y personalísimos anhelos y aspiraciones. Permítame entrar pues, en su mente sin grandes rodeos ni formalismos, porque allá dentro del Espíritu, todos tendremos que tratarnos de tú por tú.
Muy dentro de cada uno de nosotros existe el escondido anhelo de realizar algo capaz de llenar de felicidad y satisfacción nuestras vidas y a pesar de que, quizás, algunos releguen estos secretos anhelos al limbo de los deseos frustrados, como si se tratara de cosas imposibles de obtener, jamás podremos olvidar su verdadero y profundo contenido.
Tú, deseas vehementemente obtener seguridad, ser querido, apreciado, importante, útil y respetado por los demás. Si estos son tus deseos, no estás solo. Yo también deseo todas estas cosas e imagino que todo ser humano también la desea.
El solo hecho, de que tú tengas este anhelo es prueba de que es obtenible.
En tu mente existen dos imágenes de tu persona: La primera, lo que tú eres ahora, un ser de quien en muchas ocasiones tú puedes sentirte orgulloso, aunque en otros sentidos, también puedas estar insatisfecho.
La segunda, la imagen del ser que te gustaría desarrollar en ti: Confiado, seguro de ti mismo, elocuente, siempre dispuesto a hacerle frente a una nueva situación y dominarla, respetado por todos los que te conocen.
Este deseo insatisfecho, nacido del contraste de lo que eres y la visión de lo que podrías llegar a ser, es parte de ese descontento que ha inspirado al hombre a dejar la caverna para construir rascacielos.
Es este divino descontento el que hace posible el desarrollo individual y el progreso de toda la humanidad y no el creer que la naturaleza lo realiza para exasperarnos o para sembrar en nosotros la frustración y la infelicidad. La naturaleza se vale de estos estados de insatisfacción, al igual que del apetito, para aguijonear nuestra creatividad y urgir nuestro deseo de alcanzar más altos ideales.
Para la satisfacción de estos deseos la naturaleza nos ha legado un maravilloso endo-mecanismo. Mecanismo interior que nos permite crecer y continuar creciendo mental y espiritualmente, mientras exista en nosotros un hálito de vida.
Sin lugar a dudas, si tus deseos de superación personal se unen a un ferviente anhelo de logros, tú podrás convertirte mañana en el hombre que puedas imaginar hoy. Tu endomecanismo te guiará, indefectiblemente, hacia un éxito cuyos premios y retribuciones van más allá de todas tus especulaciones.
El talento, sin embargo, para producir resultados efectivos, debe ser acrecentado y desarrollado a través del conocimiento y la cultura.
La forma, el color, el perfume, y toda la belleza de las rosas, son parte intrínseca de una pequeñísima semilla. Pero para florecer esa semilla, necesita del cariñoso cuidado y de los nutrimientos de un cultivo adecuado. Si no los recibe, permanecerá por siempre estática e inexpresiva.
Cultiva tus talentos innatos, nútrelos con el estudio, el pensamiento y la experiencia para que ellos también puedan florecer.
Una vez que tú hayas decidido convertir estos deseos y anhelos realidades tangibles, habrás dado el paso más importante que con seguridad conduce al éxito.
Diariamente y a medida que generes el deseo de triunfar, tu confianza se acrecentará acelerando el progreso hacia la consecución del ideal. Tu actitud experimentará grandes cambios. Sabrás que TÚ PUEDES.
Cuando esto ocurra, la manida frase de QUERER ES PODER, adquirirá ante tus ojos la gigantesca estatura de la verdad: YO PUEDO.
Sí, la naturaleza ha puesto en todas las creaturas vivientes, en el momento de nacer, un endomecanismo automático, que sistemáticamente las dirige hacia el éxito. En los animales inferiores, la meta a que se dirigen ha sido preestablecida y limitada a la autoconservación individual y de la especie.
Sin embargo, en nosotros, existe el don de la capacidad creadora capaz de formular nuestras propias metas e ideales. Para obtener paz mental y la felicidad es imperioso llevar un ideal a feliz término.
Como resultado de la experiencia de cientos de individuos, se ha llegado a la conclusión de que para beneficiarse con los conceptos aquí vertidos, se requiere de un esfuerzo continuado, durante un considerable período de tiempo.
El éxito, como Roma, no se puede construir en un día. Allá, entre bambalinas, eso que hemos dado en llamar suerte, no es otra cosa que el estar preparado, alerta y al acecho para capturar la oportunidad en el momento preciso.
Recuerda la frase de Disraeli: -“El secreto del éxito en la vida consiste en estar preparado para la oportunidad cuando ésta llega”.
Si tú estás verdadera y vitalmente interesado en tu futuro, no podrás jamás contentarte con una pequeña porción de cuanto es posible obtener de tu propia existencia. Pero esto será posible, únicamente, si eres capaz de ajustarte a una planificación verdaderamente sistemática.
Innumerables autores nos han hablado de los secretos del éxito, como si fueran algo obscuro y recóndito. No existe tal secreto o piedra filosofal. Las reglas del éxitos son claras y simples. Tú puedes aprenderlas y llegar a manejarlas a tu antojo.
Un número extraordinario de individuos, que parecen tener todos los requisitos y elementos para triunfar, nunca obtienen el éxito. Tienen habilidad innata, educación, personalidades atractivas, talentos de estatura y sin embargo, fracasan en sus intentos. Por qué? Porque hacen caso omiso de ciertas reglas simples pero fundamentales.
Por otro lado, existen individuos que no poseen todas estas ventajas, y sin embargo, llegan a obtener grandes resultados en el campo de los negocios, la familia y la vida social.
La explicación es clara: Estos han adquirido el hábito de vivir haciendo uso de esas simples reglas que aseguran el éxito. En breve expondré algunas de las normas que pueden darte el éxito, felicidad y paz mental. Pequeñas cosas, que quizás por pequeñas, puedan pasar por inadvertidas.
Aclaremos un punto antes de continuar: Las personas, con raras excepciones no fallan por falta de educación, talento o conocimiento. Fallan principalmente por omisión. Es decir, que personas que no tienen nada extraordinario a su favor, obtienen triunfos notables, mientras otras, con todas las ventajas naturales, fracasan.
Cuidadosas investigaciones realizadas en los últimos cincuenta años, demuestran que solamente el 10% de las personas están verdadera y honestamente tratando de lograr el éxito. El otro 90% sólo tratan de conseguir una excusa para justificar el fracaso. Ese 90% no está dispuesto a trabajar por el éxito, si para ello se requiere el menor esfuerzo.
He aquí la historia de los hermanos Curtis, que ilustra a las claras lo antedicho: Ambos nacieron y se criaron en Michigan. Cuando empezaron a trabajar, ambos consiguieron trabajo en el Taller de pintura Fisher, una División de General Morotrs en su pueblo natal.
Pasaron los años y cuando el mayor de los hermanos estaba listo para retirarse a la edad de 65 años, un periodista le preguntó: Cómo es posible que usted, no pasara en la General Motors del taller de pintura donde empezó? A lo cual él respondió: Nunca tuve ni el tiempo ni el dinero para hacer las cosas esenciales para progresar.
El periodista volvió a preguntar: De dónde su hermano Harold Curtis obtuvo el tiempo y el dinero para convertirse en Presidente de la General Motors? Encogiéndose de hombros respondió: Bueno, él siempre fue muy ambicioso.
Lo que verdaderamente ocurrió, fue que cuando Harold Curtis decidió que quería obtener más de su vida, tomó un curso de teneduría de libros, se graduó, buscó en los avisos clasificados del períodico local y encontró que la División de Bujías de la General Motors necesitaba un tenedor de libros. Allá fue, solicitó el empleo y lo consiguió. Pero sus ambiciones no terminaron allí, por el contrario, continuó superándose hasta lograr ser nombrado Administrador General de la División de Bujías de la General Motors.
Cuando más tarde la División Buicktuvo dificultades, fue nombrado su Administrador General, logrando tanto éxito, que poco después pudo alcanzar la Presidencia de la General Motors.
Harold Curtis hubiera podido alcanzar el éxito en cualquier negocio que hubiera estado solicitando un tenedor de libros, el día en que él leyó los clasificados. Harold Curtis era uno de ese 10% de personas que está al acecho del éxito y no ese otro 90% que se dedica a buscar el derecho a fracasar.
Una de las razones por la cual la mayor parte de las personas, pasan la vida obteniendo tan pocos resultados, es que real y verdaderamente, no saben lo que quieren. Toman las cosas como vienen. Van en busca del placer abúlico y momentáneo en lugar de perseguir la satisfacción duradera que conduce y asegura la felicidad: LA EXITODINÁMIA.
Cuando el hombre se detiene en su búsqueda de placer ocioso y comienza a perseguir el éxito y la felicidad, encuentra el gran pivote de su vida. En la vida de todo triunfador, siempre se encuentra ese momento de transición.
En tu vida tú solamente puedes lograrlo. Si este momento de transición ya llegó para ti, si ya te encuentras en movimiento hacia la meta, quiero que mis palabras sirvan para fortalecer tu determinación.
El paso inicial más importante consistirá en que comiences por analizar tus fuerzas y tus debilidades. Este auto examen, te enseñará a movilizar tus condiciones personales poniéndolas al servicio de tu ambición para obtener una vida pletórica de logros y felicidad.
Desde Sócrates, primer gran maestro de la EXITODINÁMIA, hasta nuestros días, los filósofos han repetido: CONÓCETE A TI MISMO, frase tantas veces escuchada y tan pocas veces entendidas y atendidas a plenitud. CONÓCETE A TI MISMO es la esencia de tu movimiento de transición.
Tú, eres único, singular. No existe otro ni nunca ha existido ni existirá jamás, otro ser humano exactamente igual que tú.
CONÓCETE A TI MISMO, porque aunque tú tienes los mismos deseos básicos de los demás, te diferencia en el grado e intensidad de estos deseos y en la escala de valores que determina lo que es verdaderamente importante para ti. Porque lo que tú determines en tu pensamiento como importante, determinará tus acciones. Tú eres ahora tal y como te concibes. Tú serás mañana tal y como tú te concibas: Fracasado o triunfador.
-II-
Todos Los seres humanos estamos motivados por 4 deseos básicos: PRIMERO: seguridad, abrigo y protección contra los peligros de la vida. De la misma forma en que el hombre primitivo construyó albergues para protegerse contra las inclemencias del tiempo y los animales salvajes, de esa misma forma queremos nosotros protegernos de los imponderables del mundo moderno. El instinto de conservación es la primera ley de la naturaleza.
SEGUNDO: Amor, el deseo de amar y ser amado que actúa como la segunda gran ley. El instinto de propagación y preservación de la especie.
TERCERO: Satisfacción del Yo. Confianza interior en que nosotros, como individuos somos dignos y capaces de admiración. En otras palabras, el deseo de abrigar y defender nuestro AMOR PROPIO.
CUARTO: Posesiones y lujos materiales. Deseo de proveernos de un nivel de vida que garantice la satisfacción de nuestras necesidades materiales y de suficiente dinero para adquirir los lujos inherentes a una vida acomodada.
Analízate y conócete a ti mismo. Toma una hoja de papel y sin prisa alguna, anota cuidadosa y detalladamente, tus verdaderos sentimientos respecto a estos cuatro deseos fundamentales.
A medida que te analices, piensa en estos 4 factores innatos que son necesidad común de los hombres y así podrás observar como los individuos se diferencian los unos de los otros.
Por ejemplo: Supón que tú tuvieras solo el dinero necesario para asegurar la satisfacción de tus necesidades. Que estuvieras felizmente casado y amado por tu mujer y por tus hijos. Esto significa que ya habrías satisfecho las necesidades se SEGURIDAD Y AMOR. Entonces la satisfacción del YO se convertirá en tu deseo más fuerte.
La diferencia de niveles que existen en estos cuatro deseos, distingue a unas personas de las otras. Lo que hace de ti el individuo que eres, es la fuerza y la intensidad de tus deseos por satisfacer esas necesidades.
En la anotación destinada a SEGURIDAD, consigna y proyecta, anticipadamente, tus ingresos y todas tus entradas para este año y para de aquí a 5, a 10, a 20 años. Pregúntate si esto es suficiente para darles seguridad a los tuyos. Si no es así, al lado de dichas cifras expresa, claramente, hasta donde deben acrecentarse en los próximos 5, 10 o 20 años. Lo antedicho debe ser tan claro y conciso que te permita expresar los ingresos que deseas y necesitas durante los próximos años.
20 años, si ahora estás comenzando; 10 si ya te encuentras establecido en tu profesión o trabajo. Pero, es importante que estas cifras y sus respectivas fechas sean claramente predeterminadas y así anotadas en la hoja respectiva.
Bajo el título AMOR, escribe los nombres y las edades de tus seres queridos, especifica las necesidades de cada uno de ellos en un año, en cinco, en diez a partir de la fecha. Cuándo tus hijos estén listos para ingresar a la universidad, estarás listo tú para hacerle frente, económicamente, a la educación universitaria que ellos requieren?...
Determina la cantidad de dinero necesario para satisfacer tales necesidades. Llena los espacios correspondientes a cada uno de tus seres queridos. Después establece una comparación entre tus anotaciones  en SEGURIDAD Y AMOR.
Bajo el título SATISFACCIONES DEL YO, haz una lista de las cosas, eventos y acciones  que te brindan mayor satisfacción personal. Determina claramente, de qué tiempo dispones para realizar estas cosas. Analiza honestamente cómo estás usando tu tiempo indicando dónde existe una pérdida de tiempo innecesario.
Estos detalles son cruciales, porque lo más común de todas las excusas ante el fracaso es la de no tuve tiempo o dinero para seguir adelante.
La mayor parte de la gente culpa de sus fracasos a factores circunstanciales, cuando la verdad es que la persona misma es la única culpable de sus fracasos. Cada persona es la única responsable de lo que ella haga de sí.
Cuánto tiempo estás tú dedicando a asegurarte el éxito?... o, cuánto tiempo estás perdiendo en cosas inútiles?
Estás obteniendo satisfacción comiendo glotonamente o sentándote frente a la televisión, a escuchar programas que en poco o nada contribuyen a tu enriquecimiento cultural?...
Cualesquiera de estas cosas que hagas, anótelas con sinceridad. Nadie sino tú necesitas revisarlas. Lo peor que puedas hacer es engañarte al no poder conocerte a ti mismo como verdaderamente eres. Una honrada apreciación de tu persona, puede conducir a ese momento de transición que te llevará al éxito y a la felicidad.
Escribe detalladamente aquellas cosas que querrías realizar para darle la verdadera satisfacción al YO. Cosas que te producen complacencia perdurable. Cosas que pueden ganar la buena voluntad y la aprobación de tu familia, de tus jefes, socios o amigos.
El el rubro POSESIÓN Y LUJOS MATERIALES, anota las cosas que posees y que son realmente tuyas. Tú puedes creer que eres dueño de tu casa. Pero, está, acaso, hipotecada?...
Como símbolo de prestigio, puede ser que frente a tu casa tengas un lujoso automóvil. Pero, es totalmente tuyo?..., o todavía te falta pagar varias mensualidades?... O si ya está totalmente pagado, estás ahorrando con vista a poder comprar otro cuando éste se deprecie?... O tendrás que volverlo a comprar en la misma forma pagando intereses que puedan hacerse gravosos en tu economía?...
Y si miras aún, un poco más allá, pregúntate si tienes un fondo de reserva que te permita hacerle frente a un gasto de emergencia imprevisto?... O posee seguros en cantidad suficiente para mantener a tu familia en caso de que tú faltaras?... Si de acuerdo con tus esperanzas vives lo suficiente para tomar buen cuidado de los tuyos, es necesario que recuerdes que tu época de productividad es limitada, por lo cual debes realizar inversiones en bonos, valores, seguros, etc., que te produzcan suficientes dividendos para hacerle frente a tu retiro.
Qué es lo que deseas de tu futuro? Una casa propia en una urbanización más elegante? … ESCRÍBELO frente a ti de tu puño y letra. Haz un inventario de tus posesiones materiales y de lo que tú quisieras tener en el futuro.
Estúdialo. Es realista, o solamente un sueño más?...Revísalo de nuevo, borra aquellas cosas que te parezcan irrealizables. Escribe sólo aquellas que consideres que es posible obtener y más tarde, a medida que progreses, tendrás tiempo para establecer metas más altas.
Al determinar estos pasos escalonadamente, cada vez que logres establecer uno más, más se reafirmarán en ti la seguridad de que puedas llegar mucho más alto.
El joven Harold Curtis podría haber soñado con ser Presidente de General Motors, o quizá Presidente de los E.E.U.U., de América, pero empezó en forma mucho más realista. Fijó su primer objetivo: Convertirse en tenedor de libros, elevando sus aspiraciones a medida que progresaba.
Sin duda, cuando vio la Presidencia de General Motors dentro de sus posibilidades, inmediatamente se encaminó hacia esa meta.
Si eres capaz de realizar, concienzudamente este autoanálisis, habrás descubierto mucho más de ti mismo.
Qué es lo que quieres? … A dónde quieres llegar?... Cuáles son tudos deberes y responsabilidades para contigo y para con los tuyos?...
Realizar un inventario de tu propia persona será el primer paso, el resto es esfuerzo.
Hecho el inventario de tu persona podrás establecer metas de largo alcance para ti. Este paso, indica el camino a seguir en tu acción por la EXITODINÁMIA.

VOLUNTAD ANIMAL

VOLUNTAD ANIMAL –Parte I- y Parte -II-

COMENTARIO EXEGÉTICO A LA PREGUNTA Nº 602, DE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DE ALLAN KARDEC
POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Cuando Allan Kardec, antepuso la pregunta: –“¿Los animales progresan, al igual que el ser humano, por efecto de su voluntad, o por una causa independiente a ellos?” Obtiene la siguiente respuesta: -“Por una causa que les es independiente, por cuanto no existe para ellos la expiación”-.
-¿Qué debemos entender que progresan por una causa independiente de su voluntad y de que no existe para ellos la expiación?
Tanto la respuesta como la pregunta, cada una contempla dos vertientes, y entre ambas, tres aspectos diferentes: la voluntad como atributo del Espíritu en cualesquiera de sus variantes; el libre albedrío, atributo paralelo al de la voluntad, es decir, si posee voluntad para hacer o dejar de hacer algo, es porque puede elegir una de las dos cosas, y la voluntad respalda la elección, en uno u otro sentido. Nosotros vemos como todos los seres, o elementos, en los cuatro reinos naturales están dotados de Espíritu, con individualidad propia e independiente, con atributos que les son inherentes, entre ellos la voluntad y el libre albedrío. En todas las expresiones de vida, en los cuatro reinos naturales, observamos como la voluntad de vivir lleva a cada especie o elementos a los más rigurosos actos de la voluntad, que denotan ser inteligentes y volitivos. Vemos a unos individuos de una especie u otra, más hermosos, inteligentes, hábiles y resistentes que otros, lo cual indica un adelanto de unos sobre los otros.
En las luchas que afrontan, los machos, en algunas especies animales, denotan la voluntad de unos de sobreponerse, a los otros, en la conquista de la hembra. Los animales adiestrados, son susceptibles de realizar proezas que van más allá en habilidades de quienes carezcan de este entrenamiento. Evidentemente, unos serán más hábiles que otros, dependiendo de su aprendizaje, lo cual permite percibir que unos, por las causas que fueren, pueden adelantar a otros, en progreso, al igual que los seres humanos.
Dado que hay especies domésticas y otras en estado salvaje, unos estarán más sujetos que los otros a la voluntad ajena, y condicionados a las limitaciones que les son impuestas por los seres humanos que les crían, en el caso de los primeros. Mientras que, los que viven en estado natural, se rigen en sus modos de vida, por su libre albedrío y voluntad, en cuanto a los libres actos que ejecutan, en los cuales su autonomía se desenvuelve sin la inherencia de los seres humanos.
También, entre los que viven en estado de libertad, unos progresan más que otros. Empero, cada especie refleja estar dotada para una función especial y se rige por leyes naturales, de las cuales pareciera estar más consciente que los seres humanos, obedeciéndolas más fielmente. En todos sus actos demuestran sentimientos de análoga naturaleza que los de los seres humanos y conductas que les son semejantes. Se ocupan de la crianza de los hijos al igual que los humanos, los defienden de los peligros, en semejante modo; y regresan a casa, aún cuando alguien pudiese habérselos llevado lejos, en el caso de los domésticos, en demostración de su afectos a los dueños de la casa o de su apego, o identificación con el hábitat en que se criaron, o en demostración de su sentido de pertenencia. En el caso de los salvajes, éstos, aún cuando se alejan por las razones que fueran, como lo es la búsqueda de alimentos, de agua, de parejas para aparearse, siempre vuelven a los lugares en que la naturaleza pareciera haberle destinado, según la época del año, estación o temporada, recorriendo distancias enormes, con un sentido de la orientación, admirable. Pareciera que sus facultades espirituales se encuentran en un estado de libre desenvolvimiento que les permite percibir, espiritualmente, cosas que los humanos, para poder hacerlo, requerirían entrenamiento especial, y aún así, los animales, en muchos casos, les son superiores.
-II-

Es posible, también, que, desde la dimensión espiritual, los maestros de la creación, o los Espíritus guías de la naturaleza, según la especie a su cargo, se encarguen de orientar o dirigir a sus respectivas especies a su cargo, casos éstos en los cuales, las dos vertientes de la respuesta dada a la pregunta, como son: la primera, cuando quien la otorga, expresa: -“Por una causa que les es independiente”; esta causa que les es independiente seria, en primer lugar, las leyes naturales que rigen a cada especie, cuya conciencia imperturbada de ello, les permite cumplirlas con mayor exactitud que los seres humanos.
Además de las leyes naturales antes referidas, estaría la dirección grupal por los Espíritus guías a cuyo cargo se encuentra cada especie, y la mejor interrelación entre los Espíritus de cada especie, que les permite recibir la asistencia espiritual directa, facilitándole el aprendizaje, la comunicación intuitiva e inspirativa, el desdoblamiento y otras extensa gama de facultades ejecutadas libremente, que les dan una mayor autonomía y capacidad de percepción, cuyo conocimiento, y capacidad de hacer o dejar de hacer, trasciende el libre albedrío, la voluntad, y la capacidad de razonamiento por la lógica inductiva y deductiva. Es decir: los animales, fruto de la percepción intuitiva o inspirativa, simplemente saben y actúan en consecuencia; lo que saben por inspiración, lo ejecutan con conciencia de la guía que reciben. Esto, lógicamente, parecería ir más allá de la voluntad y del libre albedrío, ya que constituyen facultades que ejercitan libremente y les ayudan a cumplir las funciones que les asignó la naturaleza y a satisfacer sus necesidades, y de una manera natural, el grupo va avanzando paralelamente, en armonía grupal, es decir, todos, simultáneamente, a un determinado momento, progresan en forma pareja, habiendo poco margen para los extremos. La segunda vertiente, en cambio, cuando expresa: -“por cuanto no existe para ellos la expiación”, -¿qué significa? -¿Los animales no están sujetos a le ley de la justicia divina, a la de compensación, a la de igualdad, a la ley de la afinidad, la de la evolución, entre otras? Pareciera improbable, por cuanto todos los seres, en los cuatro reinos naturales, se encuentran sometidos al cumplimiento de la ley cósmica, siendo ésta sustentada por los valores universales en su totalidad. Las diferentes demostraciones, en cada especie, denota este cumplimiento de las leyes naturales. Lo que pareciera ocurrir, es que, en los cuatro reinos naturales, cada una de las especies, cumple mejor que los seres humanos las respectivas leyes que les son inherentes, razón por la cual, son menos susceptibles de sufrir expiaciones al igual que lo suelen hacer los integrantes del género humano. Es casi seguro, que los animales recuerden con facilidad sus vidas anteriores, no teniendo, la naturaleza, ningún motivo para restringirle el recuerdo, ya que los que conservan carecen de elementos perturbadores como en el caso de los humanos, que, por bondad divina, se le restringe, ya que ningún ser humano normal soportaría determinados recuerdos de existencias pasadas, significando una carga que trastornaría el progreso humano.
De lo anterior concluimos: Cada especie, en los cuatro reinos naturales, está regida por una programación grupal, con determinadas leyes naturales que les son inherentes, por lo cual, dentro de los objetivos existenciales, sus funciones son cumplidas sin aparente uso del libre albedrío y de la voluntad individual, lo cual, en cuanto a causa ajena a la voluntad de cada especie, es cierto, cumpliendo, cada quien, individualmente, los objetivos que les son inherentes. Empero, en el ejercicio individual de esas funciones comunes que les son asignadas, cada especie, voluntariamente cumple sus funciones y existe un progreso individual cuyo mérito les es inherente a cada quien, individualmente. Por su docilidad a las leyes naturales, en línea general, cada miembro, en su respectiva especie, vive en armonía con la naturaleza; empero, muchas de las vicisitudes que les son propias, las afrontan en análoga forma, en muchos casos, a las de los seres humanos.
Quedaría por estudiar, más profundamente, cuál sería la diferencia de la aplicación de la ley del karma en los casos inherentes a los animales, a los vegetales y a los minerales. Un tema abierto para todos.












PAGAR EL PRECIO


PAGAR EL PRECIO

POR ©GIUSEPPE ISGRÓ C.


Decía Ralph Waldo Emerson, ensayista norteamericano del siglo XIX: -“Toma lo que quieras y paga el precio”.
Es posible que alguien que tomara la cosa, deje de pagar el precio?
En la naturaleza no existe algo a cambio de nada. Hay que pagarlo, inexorablemente, o es mejor dejar de tomar la cosa. Las consecuencias son la de entrar en determinados estados de esclavitud mental, o estado de conciencias subordinados al acreedor. Entonces, para liberarse, es preciso pagar, y adicionalmente, incluir los intereses compuestos.
Homero, Platón, Xenócrates, Cicerón, Séneca, Plutarco, Montaigne, Cervantes y José Ingenieros, entre otros, han sido grandes difusores de los valores universales, que enmarcan las acciones humanas en los parámetros de una vida virtuosa.
Usted aspira a las grandes realizaciones, pero no quiere pagar el precio que implica una sólida preparación?
Simplemente, los logros serán equivalentes al esfuerzo desplegado.
Desea ser presidente del gobierno, de su respectivo país, pero quiere serlo ya, porque usted cree que está preparado para ello?
Es probable que, “ya”, lo que se dice “ya”, no lo será, salvo casos muy puntuales. En cualquier edad en que se encuentre, debe proyectar su objetivo a treinta años por delante y consagrar su vida a ese propósito, hasta hacerlo realidad. Quizá lo logre en dieciocho años, o en otro lapso, pero las probabilidades de que lo realice, estarán más a favor que en contra. Así lo hizo Simón Bolívar, al formar su propósito de la emancipación latinoamericana, en su famoso juramento del Monte Sacro, en Roma. Años más tardes, el Sócrates venezolano, Simón Rodríguez, emocionado exclamaría: -“Y el chaval cumplió su promesa”. Quizá el maestro se sonreiría al imaginar cuanto de ese propósito se debía a las semillas que él había sembrado en la conciencia de aquel niño caraqueño que se le confiara para educarlo.
Cuanta responsabilidad tienen los maestros, hoy en día en la transformación de la humanidad. Los puestos de trabajo de la educación preescolar deberían ser los mejores pagados, en cada país, para captar a los intelectos mejores dotados. De esta manera, la flor y nata de cada sociedad se erigiría en educadora de la menos dotada. En poco tiempo, los resultados se harán evidentes. A estos maestros de primeras enseñanzas se le debe formar en un conocimiento integral amplio y extenso. Deben ser los genios mejores dotados de la humanidad. Entonces, esos niños, en manos tan fecundas, aflorarán el genio interior que traen de incontables existencias anteriores.
Cualquier líder que aspire a la máxima jerarquía ejecutiva de su país, debe, por lo menos, prepararse durante quince años a partir del momento en que alcance su respectivo grado, preferiblemente en Derecho, o Economía.
Luego es preciso tener la tenacidad de un Miguel Ángel, capaz de derribar todas las barreras que se interpongan en el camino, las reales y las imaginarias. Y hacerlo, además, con un estricto sentido de justicia.  Hay que seguir un estricto orden de prioridades, y cumplir, en forma rápida, lo prometido.
Los mejores líderes son aquellos que son cautos en prometer, pero cumplen todas sus promesas.
Es preciso emular a la naturaleza en todo: Cada fruto, precisa cierto lapso, a partir de la siembra de la semilla. Mientras más valioso el fruto, más largo el tiempo precisado. Se requiere establecer una curva de resultados y cumplirla con expectativas positiva. Negándose a abandonar a mitad de camino, cuando las cosas se ponen menos fáciles, única manera de activar los poderes creadores de la mente.
Los mejores líderes son aquellos que saben lo que quieren, se forjan objetivos precisos, a corto, mediano, largo y macro plazo, se preparan adecuadamente, ponen manos a las obras, y en cada rol que ejecutan, saben lo que tienen que hacer, como hacerlo, y cuando concluirlo. Los más inteligentes, al concluir su período, dejan el paso abierto a las nuevas generaciones, y apuntan a un objetivo más elevado.

Adelante.