viernes, 11 de noviembre de 2016

COMENTARIOS EXEGÉTICOS Nº 19 Y 20 DE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DÍA A DÍA


COMENTARIOS EXEGÉTICOS Nº 19 Y 20
DE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DÍA A DÍA

©Giuseppe Isgró C.

19.          Puede, el ser humano, penetrar algún secreto de la naturaleza por las investigaciones de la ciencia?
–“La ciencia le ha sido dada para que progresase en todas las cosas; pero él no puede sobrepasar los límites establecidos por Dios”-.
Cuanto más el ser humano logra penetrar dentro de estos misterios, tanto más debe ser grande su admiración por la potencia y la sabiduría del Creador. Empero, sea por orgullo, o por ausencia de fortaleza, su misma inteligencia le convierte en presa de la ilusión: él acumula sistemas, y en algún momento le será evidente cuantos errores ha cambiado por verdades y cuantas verdades ha repudiado como errores. Constituyen otras tantas desilusiones para su orgullo.

20.     Fuera de las investigaciones de la ciencia, le es permitido al ser humano recibir comunicaciones de orden más elevado en torno a aquello que escapa al examen de sus sentidos?
–“Sí. Dios, cuando lo estima útil, le revela al ser humano lo que la ciencia no puede enseñar”-.
Precisamente por estas comunicaciones el ser humano alcanza, dentro de ciertos límites, el conocimiento de su pasado y de sus futuros destinos-.
Allan Kardec


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El ser humano ha ido penetrando en los secretos de la naturaleza, gradualmente, sin tomar en cuenta de que nosotros desconocemos la clase de conocimiento que puedan poseer los seres en los demás reinos: animal, vegetal y mineral, que, aún, el ser humano desconozca, por la razón que fuere. Pero, evidentemente, en cada etapa evolutiva, existe un límite que, gradualmente, habrá que ir trascendiendo. Por ejemplo, el método científico utiliza la lógica inductiva y deductiva en su búsqueda del conocimiento. Pero, la percepción por los cinco sentidos físicos y la capacidad de razonamiento tienen sus respectivos límites los cuales son trascendidos por la intuición y la inspiración. Es decir, que la mente humana es capaz de obtener informaciones utilizando facultades espirituales, cuyos límites los constituyen el estado de desarrollo de las mismas, y la pureza de conciencia, que se traduce en la intención de la persona, en determinado grado evolutivo. El ser humano, como lo ha ido demostrando en la historia, ha ido superando todas las barreras que ha encontrado en su búsqueda del conocimiento, y así lo seguirá haciendo en el eterno presente, en forma gradual, sin límites de ninguna naturaleza. No se deben, ni pueden aceptarse, por lo tanto, límites algunos, en el desarrollo de la propia misión existencial, por cuanto nadie conoce los alcances ilimitados de su capacidad. Por cada límite que encuentre en su camino, el ser se preguntará: Qué hay más allá? Cómo puedo llegar allí? Siempre encontrará la manera de hacerlo. Pero, primeramente, en cada caso, debe llegar a ese límite “temporal”, en su eterno camino, no pararse allí y, luego, seguir siempre adelante.

20

La respuesta a esta pregunta ratifica la percepción de los anteriores comentarios exegéticos. Recordemos: Las enseñanzas védicas, las de las leyes de Manú, las del Mahabharata, y otras de esa remota antigüedad, cuya profundidad de sabiduría asombran a la humanidad del siglo XXI, y continuarán haciéndolo en el futuro, tomando en cuenta de que fueron elaboradas en una época histórica en la que se supone que vivía una humanidad primitiva, eran conocidas como “las enseñanzas de los oidores a los pies del maestro”. Qué significa esto? Es muy sencillo: fueron enseñanzas impartidas por Espíritus superiores, de otros mundos más avanzados, por medio de un “sensitivo” debidamente facultado a tales efectos, que transmitían un conocimiento que no era originario del planeta tierra. Antes de ese momento, nadie había hablado de determinados temas, en esa forma específica, como la reencarnación, la ley del karma y otros temas inherentes a cada una de las obras en cuestión. De manera que, la misma vida, en forma gradual, y oportunamente, determina que se vayan trascendiendo los límites establecidos para cada etapa evolutiva.



jueves, 10 de noviembre de 2016

INVOCACIÓN


CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, -SELF MASTERY-.

INVOCACIÓN

©Giuseppe Isgró C.


Oh Musa, inspírame, para que pueda, en la mejor forma, transmitir la inspiración sublime de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, a todas aquéllas personas cuyo contacto establezcan con este libro!

Háblame de los principios superiores de la sabiduría, de los valores universales y de las leyes de la vida; del poder creador que fortalece, guía y estimula, permitiendo la realización de todas las cosas que deben ser efectuadas con visión cósmica!

Revélame el sentido universal de la vida, los objetivos cósmicos, la planeación estratégica y táctica con la que los maestros espirituales dirigen la evolución y la consecución de las diferentes metas, según las edades, en la espiral evolutiva de la Rueda de la Vida!

Ábreme el panorama cósmico para ver hacia dónde vamos y dar verdadero sentido direccional a la existencia, optimizando el uso del tiempo en acciones acordes al quehacer universal!

Enséñame, que, atentamente, escucho los dictados  de tu sabiduría. Sea yo merecedor de tan insigne privilegio!

-Oh, adepto, haz lo que debes usando la llave cósmica correcta y tendrás el poder para hacerlo!

En certeras visiones basa tus objetivos. Tu destino cósmico, en el eterno presente, -aquí y ahora-, con realismo mira. Da cada paso únicamente en pos de tu meta.

Despierta al influjo del poder cósmico, de la armonía suprema; percibe la visión existencial y, desarrolla tu misión, realizando la obra a ti encomendada.

Las claves de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA están a tu alcance aquí y ahora. Alégrate, todo está bien. Vive feliz, con el contento divino. Trabaja en tu tarea. Avanza, estudiando siempre; ama con bondad, comprensión y humildad.

El poder está en ti, úsalo con prudencia, determinación, tolerancia, generosidad, disciplina, constancia, firmeza, voluntad, confianza, paz interior, deseo de servir útilmente. Acepta las funciones y objetivos que, en cada etapa, se te encargan, por inspiración y conciencia intuitiva, de acuerdo al esquema cósmico, para su realización. El poder potencialmente infinito te fue entregado. Haz tu obra. La compensación evolutiva, en la Rueda de la Vida, equilibra los resultados.

Permanece en la tarea apasionante de la vida y del poder-, que hará de ti, cada vez más, un mejor dirigente y cooperador cósmico.

Ten presente que el ser humano, en la vida, se desarrolla, gradualmente, siguiendo el cumplimiento de leyes cósmicas inmutables.

El progreso se lleva a cabo sin dar grandes saltos, sino de una manera pausada, -rítmica-, constante, paso a paso, en correspondencia  con los objetivos trazados por el Gran Arquitecto del Universo, en el Plan de la Creación, cuyos signos se conocen por las inquietudes de los tiempos, que, cada persona, percibe como visión interior o conciencia intuitiva de las cosas que deben ser realizadas para resolver situaciones que, afrontándolas, en la vida diaria, presentan la oportunidad, que es preciso vislumbrar al igual que la nuez dentro de la cáscara-, de crecimiento evolutivo en el eterno presente.

Este actuar constante, en la realización de la Gran Obra, tiene, como característica fundamental, la tranquilidad interior de la persona que avanza en el sentido correcto, ejerciendo el dominio sobre las circunstancias de la propia vida y, en determinado grado, sobre el medio ambiente, recorriendo el camino del progreso con auto-maestría en continuo perfeccionamiento.

Las obras que, como misión de vida, se aportan a la sociedad, por la ley de reciprocidad, reciben, siempre, el respectivo salario cósmico.

La perseverancia en la realización de los objetivos y la firme decisión de asumir, cada vez, desafíos de mayor envergadura, proporcionan el aliciente para escalar niveles más elevados de evolución y progreso en todos los ámbitos  de la vida universal.

Ejercitar, con dignidad, la práctica de todas las virtudes, -ética universal-, refleja la visión penetrante y profunda  de los valores universales, guía certera en todas y cada una de las acciones, con lo cual se vive en paz y perfecta armonía, y se coloca, cada persona, bajo la égida del Ser Universal, percibiendo la  unidad indisoluble existente con y en- Él.

La serenidad es el emblema de la persona justa, consolidada por su autoridad moral y representa la potencia catalizadora del espíritu en la realización de la Gran Obra.

El camino del medio es la vía de la sabiduría y de la maestría del ser, en el que es preciso mantenerse, firme y tenaz, para perpetuar la fuerza de inercia del movimiento hacia el éxito.

La presente obra, sintetiza, de múltiples formas, ese camino del medio que conduce a la fuente interior del poder y a la maestría del ser, proporcionando la guía más efectiva para tomar las riendas de la vida en las propias manos y conducirla con certeza y efectividad- al cumplimiento de la misión cósmica, guiados por la visión de los valores universales, en cada ciclo existencial, en el aquí y ahora.

Afrontar la vida, cara a cara, con ánimo sosegado, confianza y determinación de vencer, abre el paso hacia la victoria  y el éxito, en todo cuanto se haga, o emprende, siempre.

La enseñanza de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA es efectiva en la consecución de una vida más plena, prospera y feliz, con un elevado sentido de autorrealización, en la búsqueda y logros de los más íntimos anhelos del ser; llega, oportunamente, aquí y ahora, a quien corresponde y su cometido cumple, cada día más y mejor, cual Bálsamo que reconforta el ánimo, eleva el espíritu, da luz a la inteligencia y transmuta la visión de los horizontes existenciales a los niveles acordes con los valores universales y a las grandes oportunidades y realizaciones  de la vida.

CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, señala el camino ya conocido en la sabiduría antigua. Recuerda, el camino no está fuera; se encuentra dentro. Tú eres el caminante y el camino en el Eterno Retorno, en la espiral evolutiva de la Rueda de la Vida, o el Círculo y el Signo más. Es preciso abstraerse del exterior y del ego y centrarse en el yo interno, y desde la propia fuente interior del poder conectarse con el Ser Universal, en una unión permanente e indisoluble, meditando en la esencia de su naturaleza y atributos divinos.

Es preciso destacar que, en realidad, siempre se ha formado una unidad con el Ser Universal, sólo que ahora se tiene la percepción de tal hecho y se ha adquirido la conciencia de la conexión permanente con Él y sus efectos benéficos en la manifestación del  poder, de la luz, del amor  y de la  sabiduría.

La luz, la sabiduría y el amor y la conciencia de los demás valores universales o atributos- que resplandecen en la fuente interior del poder mediante la conexión con la Inteligencia Infinita, en la Rueda de la Vida, -el Círculo y el Signo más- ilumina, en cada etapa, en grado suficiente,  el ascenso en la espiral evolutiva, en el eterno presente.

Da las gracias por lo que, en el Círculo y el Signo más, recibes y por lo que, aún queriéndolo, deja de llegarte; muchas veces es mayor la bendición que la Inteligencia Infinita dispensa al evitar las cargas innecesarias a la propia misión; tantas de aquellas cosas por las cuales los seres humanos se afanan, después de conseguirlas, pronto anhelan librarse de ellas y a veces, por tardar en escapar de las consecuencias, piden a la Providencia que les libere de aquello por lo que antes clamaron.

En todo cuanto hagas o recibas, paga el respectivo precio o abstente con firmeza; conserva tu libertad y autonomía a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Libre y de correctas costumbres constituyen los caracteres distintivos de quienes representan la Luz que nace en el Oriente Cósmico.

Sigue el camino de tu vida bajo la guía de los valores universales señalados en el libro CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, recibiendo y dando Luz, con amor y gratitud, hasta donde tus fuerzas alcancen; y éstas serán suficiente, siempre, si la conciencia de la unidad activa mantiene con el Ser Universal, en el eterno ahora.

Todo lo que requieres está dentro de ti. Entra en la fuente interior del poder, aquí y ahora; céntrate y conéctate, consciente e instantáneamente, con Aquél que lo sabe y puede todo, por la Ley Cósmica. Sé un canal de la Providencia Universal. Lo demás viene oportunamente, -si debe hacerlo- y persiste en el camino con expectativas positivas, confianza en la guía suprema y despierta tu capacidad de ver más allá de las apariencias.

Cada vez que recurres al estudio de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, siente dentro de ti el poder vibrante de tu espíritu en sintonía activa con el Ser Universal; percibe tu unión indisoluble con Él y canaliza el poder de los atributos o valores universales, dándote cuenta,  -con conciencia clara y perfecta percepción intuitiva-, de lo que debes realizar con sentido prioritario, en cada etapa existencial, en el eterno presente.

Aquí y ahora, hay: vida en conexión perfecta con el Ser Universal; orden y armonía, en todo y con todos, de acuerdo con la Inteligencia Infinita y la voluntad cósmica; visión clara, sabiduría y prudencia, justicia y equidad, igualdad y compensación entre los deberes y derechos, libertad y sentido de responsabilidad, paz, tranquilidad, poder, fortaleza, energía, vitalidad, determinación, constancia, concentración, pensamiento positivo, ánimo contento, felicidad, sinceridad interior, entusiasmo, templanza, autodominio, serenidad, calma imperturbable, impasibilidad, trabajo asiduo, estudio constante, descanso y equilibrio, perfección y belleza, progreso y riqueza integral con abundancia de dones. Hecho está. Adelante.







COMENTARIOS EXEGÉTICOS 17 Y 18
SOBRE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS

©Giuseppe Isgró C.

CONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DE LAS COSAS                                                                                                  
17.     Puede, el ser humano, conocer el principio de las cosas?
–“No. Dios no permite que se le descubra todo aquí abajo”-.
18.    Penetrará el ser humano, un día, el misterio de las cosas, que ahora le están ocultas?
–“Los ojos se le abren al mismo tiempo que él se purifica; pero, para comprender algunas cosas, necesita facultades que todavía no posee”-.
Allan Kardec


17

Evidentemente, los seres de los cuatro reinos naturales, jamás podrán agotar la totalidad de la fuente universal que constituye tanto el universo, en sí, como el Supremo Hacedor, como causa primera de todo lo existente.
Es decir, ni aquí abajo, entendido como la dimensión física de la vida, ni en la dimensión espiritual, podrá ninguno de los seres absorber el Todo, relativo al Principio de las cosas.
El Principio de las cosas, lo hemos delineado en sus aspectos generales. Ciertamente, la percepción de que cada Espíritu de los cuatro reinos naturales es una emanación a la conciencia individual, permite descifrar gran número de enigmas en el universo.
Empero, para llegar a absorber la totalidad de lo que, como atributos divinos, valores universales y ley cósmica, posee desarrollados en todas las vertientes y variantes, el Ser Universal, transcurrirá toda la eternidad y jamás la agotará, ya que, siempre encontrará un más allá.
Pero, esa es la función de cada ser en los cuatro reinos naturales: Cooperar en la expansión de la Creación. En la medida que más avanza en la espiral evolutiva, percibe en mayor grado, y en nuevos niveles, conocimientos de cómo realizar facetas más avanzadas de la Gran Obra.
De qué sirve tratar de abarcar el Todo cuando nuestra misión es comprender lo inmediato, para resolver los enigmas que nos ocupan en todos los ámbitos de las ciencias, de las filosofías y de las artes y la práctica de todas las virtudes en el inherente grado de conciencia?
Sin embargo, en nuestra realidad inmediata, el conocimiento de nuestra naturaleza humana, y el de los demás seres de los restantes reinos naturales, permite regirnos adecuadamente para resolver, positivamente, lo que es sometido a nuestro análisis.
El conocimiento de nuestros atributos divinos, -valores universales-, contribuye a compenetrarnos con los parámetros dentro de los cuales precisamos mantener nuestra conducta.
Iniciando nuestra labor por la senda justa del progreso universal, nos propondremos, en cada etapa, nuevos objetivos de realización espiritual, en un proceso que se denomina: La eterna polarización.
Si el ser humano, o cualquier ser de los cuatro reinos naturales, se planteara, o percibiera un objetivo de conocimiento en grado infinito, por su capacidad potencialmente infinita de conocer, y de realizar, sería capaz de obtenerlo, aunque en su búsqueda tuviese que trabajar toda la eternidad para lograrlo.
Empero, como el poder potencial que posee es de la misma índole que el del Ser Universal, sería capaz de satisfacer su necesidad en tiempo oportuno, de acuerdo con la ley de causa y efecto.
En teoría, esa capacidad de autosatisfacción de conocimiento sería en forma instantánea a nivel de conciencia perceptiva. Pero, él ignora que tiene esa capacidad de conocer al instante, ya que, en su esencia, posee todo el conocimiento del Ser Universal en sí mismo. Empero, aun percibiendo la realidad, por grados, le faltaría, todavía, la experiencia práctica de ese conocimiento.
El ser humano jamás podrá expresar un conocimiento, o el poder para realizar cualquier objetivo concebido, o la solución o satisfacción de toda necesidad que experimente, si no tiene, antes, la conciencia de esa necesidad. Es lo que se conoce como Docta Ignorancia y/o el Poder de la Ignorancia.
Tan pronto adquiera conciencia de cualquier necesidad, instantáneamente manifiesta tanto el conocimiento del qué, del cómo, del cuándo, del dónde, del quién, del cuánto, y del por qué, así como el poder realizador equivalente, y en ese mismo grado de conciencia perceptiva de la necesidad. Esto es, se entiende, a nivel mental, o espiritual. Pero, aún, en la dimensión de la manifestación física, precisará el tiempo suficiente para expresar el resultado práctico, efectivo, como experiencia de vida, para que ese conocimiento, o realización, tenga autenticidad y valor, y desarrolle la aptitud inherente, y equivalente, en cada ser, según se trate.
Dada la poco probable posibilidad de que el ser humano, en su estado de potencialidad, adquiera conciencia, en forma instantánea de la totalidad de lo que ignora, en un momento dado, en todos los grados que ignora que desconoce, dejará de expresar tanto el conocimiento como el poder realizador.
En la medida en que, por grados, en la eterna polarización, vaya adquiriendo conciencia de determinadas necesidades y/o ignorancias, expresará, simultáneamente, el respectivo conocimiento y grado de poder realizador.
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El Espíritu está dotado de un poder potencialmente infinito, expresado en dos vertientes: la primera, de percepción del conocimiento; la segunda, de acción creadora. Cuando en la primera parte de la respuesta se indica: –“Los ojos se le abren al mismo tiempo que él se purifica”, el estado de purificación de la persona, implicaría una depuración de su Espíritu en los asuntos “materiales” de la vida, sensibilizando su ser en las cosas elevadas de la vida, por lo que, centrando su atención en las preguntas que inquietan su conciencia, se les abren los ojos de la comprensión intuitiva, o inspirativa, que le permiten percibir la información que precisa, sabiendo lo que quiere conocer. Esto implica descentrar la atención del ego, de los sentidos físicos, de la lógica inductiva y deductiva, emancipándose de la conciencia objetiva para acceder a la visión espiritual, a un nivel de conciencia trascendental. La segunda parte de la respuesta, expresa: “pero, para comprender algunas cosas, necesita facultades que todavía no posee”- Preguntamos: “Facultades que todavía no posee”, o, que no posee, todavía, desarrolladas? Recordemos que el Espíritu se encuentra dotado de los mismos atributos divinos del Ser Universal, en estado potencial. Esto quiere decir que posee, exactamente, todas las facultades que les son inherentes a Él, pero, en estado potencial, que, eternamente habrá que desarrollar. En este desarrollo eterno, irá percibiendo, gradualmente, en la medida en que se purifica, y desarrolla sus atributos divinos, todo el conocimiento del cual perciba su ignorancia, en un momento dado. Es decir, la conciencia de lo que ignora, le irá creando el molde que expresará el respectivo conocimiento que precisa en ese estado evolutivo.

EL ENCUENTRO EN LA VICTORIA



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UN ENCUENTRO EN LA VICTORIA

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

Del libro: La Victoria

Capítulo I

Me encontraba un día, en una fuente de aguas tranquilas, cristalinas, cuando se me acercó un Venerable hombre, vestido a la antigua usanza, con bata blanca, larga, pelo y barba que alguna vez fueron de color pelirrojo y un báculo en la mano derecha.

Concentró sus ojos en los míos; su mirada era profunda, serena y apacible.

Con voz suave y afectiva, me dijo:

-“Hola, hijo, como estás”-.

–Bien, -le contesté-; y, ¿usted?

–Por aquí andamos; -fue su respuesta-, mientras me sonreía.

-¿Dónde estamos?, -le pregunté al Venerable hombre-.

-Este sitio es conocido como La Victoria; -me contestó-. –¿Qué haces por estos lados?

-Salí esta mañana, temprano, con el coche, a dar un paseo; luego, al llegar a esta zona, me paré a contemplar la belleza de los araguaneyes y decidí caminar un poco y la verdad que, absorto en mis reflexiones, caminé por lo menos durante dos horas, hasta llegar aquí. Desconocía este hermoso lugar. Y, usted, -¿vive por aquí cerca? -le pregunté-.

Un poco más arriba, en esa colina boscosa. Hace algunos años, -relata el Venerable hombre- decidí retirarme de la agitada vida ejecutiva en que me desenvolvía profesionalmente, como abogado, en la ciudad de Quebec, Canadá, aunque he viajado por diversos países asesorando a incontables líderes. Construí la casa, en esta zona tropical, con la idea de pasar aquí los meses de invierno. Me dedico al estudio de la vida, a la meditación y a cultivar mi jardín y de vez en cuando, a escribir mis reflexiones, las cuales, algún día, habrán de ser publicadas para esparcir un poco la luz que he podido vislumbrar en mis estudios metafísicos-espirituales.

-¿Quieres tomar un café? –Me preguntó el Venerable hombre-. Lo he traído de Caripe El Guácharo; es de los más exquisitos que he probado.

-Sí, con gusto se lo acepto; -le contesté-.

Nos fuimos caminando por un sendero rodeado de árboles cargados de mangos, aguacates, naranjas y una hilera de cayenas de diversos colores. A lo lejos, el ruido de la brisa se oía apaciblemente. Todo era quietud, armonía y paz. Pero, sobre todo, lo que más me impresionaba era la apacibilidad y el sosiego del Venerable hombre de La Victoria. Emanaba de él un flujo de fuerza que, en su presencia, me sentía con un poder y una seguridad nunca antes experimentados. Fuerzas bienhechoras se iban apoderando de mí y aquella paz y relax que buscaba en la mañana, al salir a dar un paseo, sin percatarme de ello, las estaba experimentando ya.

Después de unos quince minutos de caminar, llegamos a la casa del Venerable hombre. Su aspecto exterior humilde estaba lejos de dejar entrever lo que segundos después habría de asombrarme con lo que encontré en el interior.

Al entrar, en la casa, una joven de unos veinte años saludó al Venerable hombre.

-¡Hola, abuelo!, ¿cómo estás?

–Bien, hija, -contestó el Venerable hombre-. -Prepara un poco de café, Lucía, mientras conversamos un poco, adentro.

-Por cierto, te presento a Santiago, quien ha llegado paseando hasta La Victoria.

Después de la presentación, entramos en la biblioteca del Venerable hombre. Un salón grande, lleno de estantes de libros por todas partes, lo cual hacía inimaginable dicho cuadro desde el exterior. Algunos cuadros al óleo de morichales y de personajes históricos, presentaban un ambiente acogedor. En un rincón se encontraban diversos retratos de Tagore, Gandhi, Cicerón, Séneca, Ibn Arabi y un dibujo de Don Quijote y Sancho Panza. En un pequeño cuadro, podía leerse: -“Lo que Alá quiera. Nada se le asemeja”-.

-Le felicito por este inmenso tesoro que usted tiene aquí, -le dije al Venerable hombre-. -¿Cuáles son los temas de su interés?

A lo cual, me contestó: -Como usted puede ver, Santiago, -y me invitó a recorrer los estantes- aquí hay libros de variados temas: clásicos de todos los países y épocas, desde los Vedas, los Upanishads, el Mahabaratha, los libros de Confucio, El Tao te King, de Lao Tse, el Poema de Gilgamesh, el Código de Amurabí, autores griegos, como Homero y Hesiodo. Se encuentran las obras completas de Euclides, Platón, Aristóteles, Teofrasto, Demetrio de Falereo, de los Presocráticos, Epicteto, Plutarco, etcétera; de los latinos, autores como Séneca, Cicerón, -que son mis preferidos-, Julio César, Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso, Marco Aurelio, así como libros de Psicología, Gerencia, Sufismo, Yoga, ensayos, filosofía, parapsicología, hermetismo, El Quijote, libros de economía, filosofía, etcétera, en fin, un poco de todo lo que es preciso conocer para poder entender el significado de la vida: de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacía dónde vamos, sin lo cual, la vida no tendría sentido, sobre todo por el gran afán a que está sometido el ser humano en la agitada vida moderna.

Nos sentamos en sendas butacas y nos entretuvimos conversando de temas diversos. Al poco rato, entró Lucía con dos tazas de oloroso café y unos biscochos, que degustamos con agrado en una amena e interesante conversación. Al fondo, podía oírse una suave música de Beethoven.

Pasamos cerca de una hora conversando de sobre la Atlántida, Egipto, los griegos, de Homero, de los sufíes, del budismo zen, los poderes del espíritu, meditación, etcétera, después de lo cual, le hice una pregunta directa.

-Seguramente, usted ha desarrollado alguna técnica de meditación y algún método de resolución de situaciones, en la vida, que me quisiera explicar, ya que, según observo, para tener usted una serenidad tan acentuada y una fortaleza física a la edad que imagino que usted debe tener, -cerca de noventa años- es porque ha encontrado en su larga experiencia algún secreto que quizás quisiera compartir conmigo.

Santiago, -me dijo el Venerable hombre, si vuelves a visitarme otro día, quizá te cuente algo que te pueda servir. Empero, antes de que te vayas, te haré entrega de unos apuntes que hace ya muchos años, en una época en que yo andaba a la búsqueda de sosiego y tratando de encontrarle sentido a la vida, un Venerable hombre que, en una edad similar a la mía, a su vez me entregara y cuya práctica asidua me permitió domar la mente, encarrilar mi vida y poner bajo control los hilos del destino. Son veintidós manuscritos, y una meditación diaria, –continuó diciendo el Venerable hombre, que si bien son ya un poco antiguos, podrás copiarlos de nuevo y si pones en práctica las técnicas que contienen, darás a tu vida un esplendor que habrá de sorprenderte agradablemente.

-Una vez que los hayas probado con total y absoluta satisfacción de tu parte, -me dijo, ponlos en limpio, en forma de libro y publícalo para que su mensaje llegue a mayor número de personas. Hacía tiempo que esperaba a alguien a quien confiarle este legado y creo que hoy, al llegar aquí, en la forma en que lo has hecho, tus pasos han sido dirigidos por Aquel que todo lo sabe y puede, por la Ley Cósmica, y en cuyos planes universales, todos somos sus instrumentos.

Me despedí del Venerable hombre y de su adorable nieta, sintiendo dentro de mí fuerzas desconocidas hasta entonces que preanunciaban grandes cambios en mi vida.

En los días siguientes, aparté una hora diaria, antes de dormirme, y leí y releí, todos los manuscritos, de la siguiente manera: En primer lugar copié la Meditación diaria en un cuaderno, el cual leí durante veintidós noches y mañanas seguidas, tal como lo indicaban las instrucciones de la misma.

Una nota al pie de página mencionaba que si yo la transcribía en un cuaderno, el hecho de hacerlo, grabaría en mi ordenador mental las instrucciones y me sería más fácil desarrollar, en mi personalidad, las cualidades y condiciones que formaban parte de los objetivos implícitos en la misma.

De los veintidós manuscritos, cada lunes, a las once en punto de la noche, copiaba uno en el cuaderno, y durante el resto de la semana, a la misma hora, lo leía y meditaba, siguiendo las fáciles y efectivas técnicas e indicaciones al inicio del mismo.

Cuatro semanas después de leer durante veintidós días seguidos, en la noche y en la mañana, la meditación diaria, comenzaron a manifestarse en mi vida una serie de cambios positivos que me dejaban asombrado a mi mismo, pero, también, los miembros de mi familia y a mis amistades; sobre todo mi semblante comenzó a ser más apacible; volví a sonreír desde el interior; mi estado anímico era de contento; me sentía más seguro de mi mismo; comencé a confiar más en la gente, en la vida y a vislumbrar el sentido de mi misión en la vida –percibía cosas que antes me pasaban desapercibidas, a pesar de haber estado siempre allí. Sentía fluir en mí una nueva corriente vivificadora de prosperidad, de felicidad, de alegría de vivir. Mi entusiasmo y amor por la vida y por mi familia, por mi trabajo y por las personas, crecía día a día. En aproximadamente dos meses había logrado muchas de las cosas en las cuales había soñado desde hacía años. Había dado un paso sorprendente en el camino de la autorrealización.

Efectivamente, pude comprobar que me fue relativamente muy fácil desarrollar las aptitudes y actitudes a nivel físico, mental, emocional, espiritual y en diversos aspectos de mi vida, como el financiero, que comenzó a mejorar casi inmediatamente, así como, surgieron nuevas oportunidades que comencé a aprovechar, casi sin esfuerzo de mi parte.

Transcurría el año de 1967 y mi vida había encontrado un sendero que habría de conducirme a cooperar en forma más efectiva en el plan divino que el Supremo Hacedor, en algún momento, había diseñado para mí.

Tres meses después volví a aquel lugar donde había encontrado al Venerable hombre de La Victoria y allí estaba la fuente que él dijo llamarse La Victoria; empero, cuando traté de encontrar el camino para llegar a la casa donde amablemente me ofreció un delicioso café, preparado por su nieta Lucía, no logré encontrarlo, pese a haber recorrido durante un par de horas por los alrededores. Pregunté a varias personas para ver si podían indicarme como llegar a la casa del Venerable hombre y cual fue mi sorpresa, nadie lo conocía.

Empero, después de tanto buscar, volví a encontrar la casa donde vivía el Venerable hombre de La Victoria, pero se encontraba abandonada. Su aspecto indicaba que debía encontrarse en ese estado un lapso mayor del que mediaba con el encuentro de aquel ser extraordinario. Es sorprendente como los inmuebles solos acusan el paso del tiempo en mayor grado que los que son habitados. Si no fuera por los manuscritos pensaría que el encuentro no fue más que un simple sueño. -¿O se trata, acaso de un sueño combinado con un fenómeno de aporte? Personalmente, no lo creo. El encuentro fue muy vívido y real. El aromático café servido por Lucía estaba exquisito. Durante varios años volví al lugar varias veces, la casa seguía sola. La última vez que volví, no la pude ubicar y sin tener tiempo suficiente para seguir buscándola, me fui. Ahora, vivo muy lejos de aquella zona, en otro continente; han transcurrido muchos años y después de tanto tiempo es poco probable que vuelva allí; pero, los manuscritos y la meditación diaria obran en mi poder, me han transformado y han enriquecido mi vida.

Durante más de treinta y cinco años he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen los manuscritos y la meditación diaria y cada vez que los pongo en práctica, experimentos los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para mí.

Su contenido es eminentemente práctico; no hay teorías superfluas. Si lleva a cabo los ejercicios que contienen, es probable que, gradualmente, se vaya efectuando la transmutación alquímica de su ser sintonizándose con los elevados resultados existenciales, los cuales, por añadidura, al ser creados a nivel mental, se van manifestando en su propia vida, oportunamente.

Sobre todo, con estos ejercicios, me percaté, cuando el Venerable hombre me entregó los manuscritos, de que se dispone de un método para domar la mente y ejercer un pleno dominio sobre la vida en general y, por ende, sobre el destino y controlar, cuando eventualmente se presenten, todas las situaciones, manteniendo un perfecto equilibrio físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

El Venerable hombre de La Victoria me comentaba que todo se puede lograr en la vida si se siembra la respectiva semilla por medio de correctas decisiones acordes con la propia y elevada auto-estima y dignidad personal, desarrollando el convencimiento de que sí se puede hacer, por medio de las afirmaciones, las visualizaciones y meditaciones, la experimentación de un estado emocional acorde al momento de ser logrados los respectivos resultados y la practica del desapego, es decir, dejar encargada a la mente psiconsciente del logro, y además, se espera el tiempo necesario haciendo, mientras tanto, todo lo que se requiere, según el caso o los objetivos por alcanzar.

Estas técnicas funcionan, me decía una y otra vez el Venerable hombre de La Victoria; luego, agregaba: -las he probado por más de cincuenta años y quien, a su vez me las entregó, habría hecho otro tanto, aseverando que eran efectivas, si yo seguía fielmente las instrucciones y las ponía en práctica con expectativas positivas.

Desde que en 1967, el Venerable hombre me hiciera entrega de los manuscritos, han transcurrido un poco más de de treinta y cinco años, durante los cuales yo también he puesto en práctica las diversas variantes de los ejercicios, afirmaciones y meditaciones que contienen, y cada vez que me ejercito con ellos, experimento los mismos beneficios. Ahora, ellos se encuentran en el libro que usted tiene en sus manos; espero que les sean tan útiles como los han sido para todos los que hemos aplicado las enseñanzas del Venerable hombre de La Victoria.

Él me repetía constantemente: -“¡Tú puedes si crees que puedes hacerlo! ¡Hazlo y tendrás el poder!

Recuerdo que ese día el Venerable hombre me dijo: -ejercer el poder con que la naturaleza de las cosas ha dotado a cada ser, cultivando los dones inherentes y aprendiendo todo lo que se pueda de sí y del vasto universo del que se forma parte, es una manera efectiva de ser cada día más feliz. Luego, cuando me despedí de él, expresó: -“¡Que cada día brille más y mejor tu luz interior!”.- Adelante.

Capítulo 2

Meditación diaria

Es lunes en la noche, son las once en punto.

Me dispongo a copiar textualmente, en el cuaderno que he dispuesto para ello, el manuscrito identificado con el título:

Meditación diaria

Dice así:

Afirme, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desee, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubra cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en su vida:

MEDITACIÓN DIARIA

Afirma, en la mañana y en la noche, antes de dormir, durante veintidós días; luego, cada vez que lo desees, esta poderosa fórmula de programación mental positiva y descubre cómo, con facilidad, van ocurriendo cosas maravillosas en tu vida. Al encender la luz en la mente se ilumina la propia existencia y todo en derredor vibra al unísono y con el mismo sentimiento de felicidad y bienestar, interrelacionándose por la ley de afinidad.

1. -Entro en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, contando de tres a uno: Tres, dos, uno.

Ø Ahora, estoy ya en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre.

Ø Voy a permanecer en el nivel de mi mente psiconsciente, en el centro de control de mi piloto mental automático, donde todo va bien, siempre, durante quince minutos y voy a programar los siguientes efectos positivos, los cuales perduran, cada vez mejor, hasta que vuelva a realizar este acceso y programación mental:

Ø Todo va bien, siempre, en todos los aspectos de mi vida, cada día mejor. (Tres veces). –Imagínalo-.

Ø Todo va bien en mi trabajo; cada día logro mejores niveles de efectividad, prosperidad, riqueza, abundancia y bienestar. (Imagínalo).

2. Formo una unidad cósmica perfecta con el Creador Universal, -ELOÍ. (Diez veces, con los ojos cerrados). Hoy se expresa en mí la Perfección universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión en todos los aspectos de mi vida.

3. -Cada día, en todas formas y condiciones, mi cuerpo y mi mente funcionan mejor y mejor. La consciencia de mi conexión permanente e indisoluble con el Creador Universal, -ELOÍ-, restablece y mantiene en mí, diariamente, durante las veinticuatro horas del día, un perfecto estado de salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Creador Universal, por darme un cuerpo perfecto, saludable, lleno de energía. Aquí y ahora, me siento en perfecto equilibrio de salud, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

4. Afronto y resuelvo bien toda situación que me compete, siempre.

5. Todo tiene solución, en todas las situaciones de mi vida.

6. El Creador Universal, -ELOÍ-, es en mí, cada día mejor, en todos los aspectos de mi vida, fuente de amor, luz, sabiduría, éxito, riqueza, prosperidad, abundancia y armonía.

7. Permito que las leyes universales de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión actúen bien en el plan de mi vida.

8. Tengo prosperidad y poder. Cada día enriquezco mejor mi vida a través del servicio efectivo, del amor y de la práctica de todas las virtudes.

9. Mi dignidad personal me lleva a realizar las cosas que me competen con la máxima perfección posible.

10. Cada día, en todas formas y condiciones, en todos los aspectos de mi vida, estoy mejor y mejor a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero.

11. Actúo con templanza, serenidad, autodominio y perfecto equilibrio en todo. Conservo plena autonomía y control sobre todas mis facultades físicas, mentales, emocionales, intelectuales y espirituales. Hecho está. (Visualizar un escudo protector de luz que te envuelve y protege; -una pirámide-).

12. Tengo fortaleza, valor, confianza y fe suficiente para triunfar y alcanzar todas mis metas, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y en armonía con sus planes cósmicos. Soy inmune e invulnerable a las influencias y sugestiones del medio ambiente y de cualquier persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual, en las dimensiones objetivas y subjetivas y en cualesquiera otras en que sea requerido.

13. El orden universal de la Vida, del amor, de la luz, de la sabiduría, del perdón, de la percepción de la verdad, de la aceptación de la realidad, de la justicia, de la igualdad, de la compensación, de la fortaleza, de la templanza, de la belleza, del equilibrio, de la armonía, de la salud, de la prosperidad, de la riqueza, de la abundancia, del servicio y de la provisión se establece en mi vida, en todos mis asuntos y en las personas interrelacionadas, aquí y ahora. Hecho está.

14. Asumo la responsabilidad de mis actos y cumplo bien todos mis compromisos, siempre oportunamente, de acuerdo con el orden cósmico.

15. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos da abundancia y armonía en el eterno presente. Vivo en abundancia y en armonía perfectas, aquí, ahora y siempre.

16. El Creador Universal, -ELOÍ-, se está ocupando de todo, en todos los aspectos de mi vida, y se expresa en mí conciencia intuitiva por medio de los sentimientos en correspondencia con los valores universales.

17. Gracias, Creador Universal, -ELOÍ-, por esta vida maravillosa. Que Tu Inteligencia Infinita, Amor, Sabiduría, Justicia, Luz, y Poder Creador guíen, adecuadamente, todas mis decisiones y acciones, ahora y siempre. Gracias, Eloí, por este día maravilloso.

18. El Creador Universal, -ELOÍ-, nos proteja, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. (Tres veces).

19. Siempre espero lo mejor, de acuerdo con la voluntad del Creador Universal, -ELOÍ-, y la Ley Cósmica, en armonía con todos.

20. Gracias, Creador Universal; todo va bien en todos los aspectos de mi vida, a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Gracias, Eloí, todo va bien en mis practicas espirituales y en mi relación Contigo; Tú y yo formamos una unidad perfecta, armónica, aquí y ahora, en el eterno presente. Yo soy Tú, Tú eres yo. Te amo.

21. Voy a realizar –obtener o resolver- (mencionar), antes del: (fecha), de acuerdo al orden divino y en armonía con todos. (Si se trata de varios objetivos, anótelos y haga la afirmación y visualización con cada uno de ellos. Imagínelo concluido satisfactoriamente sin imponer canal alguno de manifestación.)

22. Tengo serenidad y calma imperturbable. Soy impasible frente a todo y a todos. No tengo temor a nada, a nadie ni de nadie en ningún nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Dentro de mí vibra la seguridad total. Tengo completa confianza en la vida y en mi propia capacidad de resolver situaciones y alcanzar los resultados satisfactorios que preciso, en cada caso, siempre.

A continuación anoté la fecha: Lunes 12 de agosto de 1967. Luego, tal como me lo indicó el Venerable hombre, anoté la fecha que correspondía veintidós días después: 03 de septiembre de 1967.

Acto seguido, me senté cómodamente, tomé tres respiraciones profundas y realicé la meditación.

Luego, cada noche, durante veintidós días, a las once en punto, me iba a mi cuarto, daba indicaciones de no ser interrumpido durante veinte minutos y realizaba la meditación del día, la cual, siempre complementaba con la lectura breve de uno de los libros de cabecera que siempre suelo tener en mi mesa de noche.

Iba notando, día a día como emergía de mi interior una nueva y desconocida fortaleza, seguridad, estado de ánimo contento, actitud más decidida, optimismo frente a la vida y a las situaciones; comencé a llevarme mejor en las relaciones con las demás personas, a ser más comedido en todo y sobre todo comenzaba a tener conciencia de cosas que antes me solían pasar desapercibidas.

Cabe destacar que, en el punto número veintiuno de la meditación, había anotado siete objetivos que desde hacía tiempo quería realizar y para mi sorpresa, treinta días después de haber terminado de efectuar la meditación del manuscrito número veintidós comencé a observar como, en forma aparentemente casual se iban manifestando la resultados de cada uno de ellos hasta que, algunos meses después, antes de la fechas previstas, los había realizado todos, menos dos, por lo cual, me senté y volví a anotar, en una hoja de mi cuaderno, otros diez objetivos, encabezados por los dos pendientes de la lista anterior, les puse la fecha tope a cada uno, antes de la cual debían ser logrados, para seguir visualizando, su logro, periódicamente.

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viernes, 11 de noviembre de 2016

COMENTARIOS EXEGÉTICOS Nº 19 Y 20 DE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DÍA A DÍA


COMENTARIOS EXEGÉTICOS Nº 19 Y 20
DE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DÍA A DÍA

©Giuseppe Isgró C.

19.          Puede, el ser humano, penetrar algún secreto de la naturaleza por las investigaciones de la ciencia?
–“La ciencia le ha sido dada para que progresase en todas las cosas; pero él no puede sobrepasar los límites establecidos por Dios”-.
Cuanto más el ser humano logra penetrar dentro de estos misterios, tanto más debe ser grande su admiración por la potencia y la sabiduría del Creador. Empero, sea por orgullo, o por ausencia de fortaleza, su misma inteligencia le convierte en presa de la ilusión: él acumula sistemas, y en algún momento le será evidente cuantos errores ha cambiado por verdades y cuantas verdades ha repudiado como errores. Constituyen otras tantas desilusiones para su orgullo.

20.     Fuera de las investigaciones de la ciencia, le es permitido al ser humano recibir comunicaciones de orden más elevado en torno a aquello que escapa al examen de sus sentidos?
–“Sí. Dios, cuando lo estima útil, le revela al ser humano lo que la ciencia no puede enseñar”-.
Precisamente por estas comunicaciones el ser humano alcanza, dentro de ciertos límites, el conocimiento de su pasado y de sus futuros destinos-.
Allan Kardec


19

El ser humano ha ido penetrando en los secretos de la naturaleza, gradualmente, sin tomar en cuenta de que nosotros desconocemos la clase de conocimiento que puedan poseer los seres en los demás reinos: animal, vegetal y mineral, que, aún, el ser humano desconozca, por la razón que fuere. Pero, evidentemente, en cada etapa evolutiva, existe un límite que, gradualmente, habrá que ir trascendiendo. Por ejemplo, el método científico utiliza la lógica inductiva y deductiva en su búsqueda del conocimiento. Pero, la percepción por los cinco sentidos físicos y la capacidad de razonamiento tienen sus respectivos límites los cuales son trascendidos por la intuición y la inspiración. Es decir, que la mente humana es capaz de obtener informaciones utilizando facultades espirituales, cuyos límites los constituyen el estado de desarrollo de las mismas, y la pureza de conciencia, que se traduce en la intención de la persona, en determinado grado evolutivo. El ser humano, como lo ha ido demostrando en la historia, ha ido superando todas las barreras que ha encontrado en su búsqueda del conocimiento, y así lo seguirá haciendo en el eterno presente, en forma gradual, sin límites de ninguna naturaleza. No se deben, ni pueden aceptarse, por lo tanto, límites algunos, en el desarrollo de la propia misión existencial, por cuanto nadie conoce los alcances ilimitados de su capacidad. Por cada límite que encuentre en su camino, el ser se preguntará: Qué hay más allá? Cómo puedo llegar allí? Siempre encontrará la manera de hacerlo. Pero, primeramente, en cada caso, debe llegar a ese límite “temporal”, en su eterno camino, no pararse allí y, luego, seguir siempre adelante.

20

La respuesta a esta pregunta ratifica la percepción de los anteriores comentarios exegéticos. Recordemos: Las enseñanzas védicas, las de las leyes de Manú, las del Mahabharata, y otras de esa remota antigüedad, cuya profundidad de sabiduría asombran a la humanidad del siglo XXI, y continuarán haciéndolo en el futuro, tomando en cuenta de que fueron elaboradas en una época histórica en la que se supone que vivía una humanidad primitiva, eran conocidas como “las enseñanzas de los oidores a los pies del maestro”. Qué significa esto? Es muy sencillo: fueron enseñanzas impartidas por Espíritus superiores, de otros mundos más avanzados, por medio de un “sensitivo” debidamente facultado a tales efectos, que transmitían un conocimiento que no era originario del planeta tierra. Antes de ese momento, nadie había hablado de determinados temas, en esa forma específica, como la reencarnación, la ley del karma y otros temas inherentes a cada una de las obras en cuestión. De manera que, la misma vida, en forma gradual, y oportunamente, determina que se vayan trascendiendo los límites establecidos para cada etapa evolutiva.



jueves, 10 de noviembre de 2016

INVOCACIÓN


CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, -SELF MASTERY-.

INVOCACIÓN

©Giuseppe Isgró C.


Oh Musa, inspírame, para que pueda, en la mejor forma, transmitir la inspiración sublime de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, a todas aquéllas personas cuyo contacto establezcan con este libro!

Háblame de los principios superiores de la sabiduría, de los valores universales y de las leyes de la vida; del poder creador que fortalece, guía y estimula, permitiendo la realización de todas las cosas que deben ser efectuadas con visión cósmica!

Revélame el sentido universal de la vida, los objetivos cósmicos, la planeación estratégica y táctica con la que los maestros espirituales dirigen la evolución y la consecución de las diferentes metas, según las edades, en la espiral evolutiva de la Rueda de la Vida!

Ábreme el panorama cósmico para ver hacia dónde vamos y dar verdadero sentido direccional a la existencia, optimizando el uso del tiempo en acciones acordes al quehacer universal!

Enséñame, que, atentamente, escucho los dictados  de tu sabiduría. Sea yo merecedor de tan insigne privilegio!

-Oh, adepto, haz lo que debes usando la llave cósmica correcta y tendrás el poder para hacerlo!

En certeras visiones basa tus objetivos. Tu destino cósmico, en el eterno presente, -aquí y ahora-, con realismo mira. Da cada paso únicamente en pos de tu meta.

Despierta al influjo del poder cósmico, de la armonía suprema; percibe la visión existencial y, desarrolla tu misión, realizando la obra a ti encomendada.

Las claves de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA están a tu alcance aquí y ahora. Alégrate, todo está bien. Vive feliz, con el contento divino. Trabaja en tu tarea. Avanza, estudiando siempre; ama con bondad, comprensión y humildad.

El poder está en ti, úsalo con prudencia, determinación, tolerancia, generosidad, disciplina, constancia, firmeza, voluntad, confianza, paz interior, deseo de servir útilmente. Acepta las funciones y objetivos que, en cada etapa, se te encargan, por inspiración y conciencia intuitiva, de acuerdo al esquema cósmico, para su realización. El poder potencialmente infinito te fue entregado. Haz tu obra. La compensación evolutiva, en la Rueda de la Vida, equilibra los resultados.

Permanece en la tarea apasionante de la vida y del poder-, que hará de ti, cada vez más, un mejor dirigente y cooperador cósmico.

Ten presente que el ser humano, en la vida, se desarrolla, gradualmente, siguiendo el cumplimiento de leyes cósmicas inmutables.

El progreso se lleva a cabo sin dar grandes saltos, sino de una manera pausada, -rítmica-, constante, paso a paso, en correspondencia  con los objetivos trazados por el Gran Arquitecto del Universo, en el Plan de la Creación, cuyos signos se conocen por las inquietudes de los tiempos, que, cada persona, percibe como visión interior o conciencia intuitiva de las cosas que deben ser realizadas para resolver situaciones que, afrontándolas, en la vida diaria, presentan la oportunidad, que es preciso vislumbrar al igual que la nuez dentro de la cáscara-, de crecimiento evolutivo en el eterno presente.

Este actuar constante, en la realización de la Gran Obra, tiene, como característica fundamental, la tranquilidad interior de la persona que avanza en el sentido correcto, ejerciendo el dominio sobre las circunstancias de la propia vida y, en determinado grado, sobre el medio ambiente, recorriendo el camino del progreso con auto-maestría en continuo perfeccionamiento.

Las obras que, como misión de vida, se aportan a la sociedad, por la ley de reciprocidad, reciben, siempre, el respectivo salario cósmico.

La perseverancia en la realización de los objetivos y la firme decisión de asumir, cada vez, desafíos de mayor envergadura, proporcionan el aliciente para escalar niveles más elevados de evolución y progreso en todos los ámbitos  de la vida universal.

Ejercitar, con dignidad, la práctica de todas las virtudes, -ética universal-, refleja la visión penetrante y profunda  de los valores universales, guía certera en todas y cada una de las acciones, con lo cual se vive en paz y perfecta armonía, y se coloca, cada persona, bajo la égida del Ser Universal, percibiendo la  unidad indisoluble existente con y en- Él.

La serenidad es el emblema de la persona justa, consolidada por su autoridad moral y representa la potencia catalizadora del espíritu en la realización de la Gran Obra.

El camino del medio es la vía de la sabiduría y de la maestría del ser, en el que es preciso mantenerse, firme y tenaz, para perpetuar la fuerza de inercia del movimiento hacia el éxito.

La presente obra, sintetiza, de múltiples formas, ese camino del medio que conduce a la fuente interior del poder y a la maestría del ser, proporcionando la guía más efectiva para tomar las riendas de la vida en las propias manos y conducirla con certeza y efectividad- al cumplimiento de la misión cósmica, guiados por la visión de los valores universales, en cada ciclo existencial, en el aquí y ahora.

Afrontar la vida, cara a cara, con ánimo sosegado, confianza y determinación de vencer, abre el paso hacia la victoria  y el éxito, en todo cuanto se haga, o emprende, siempre.

La enseñanza de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA es efectiva en la consecución de una vida más plena, prospera y feliz, con un elevado sentido de autorrealización, en la búsqueda y logros de los más íntimos anhelos del ser; llega, oportunamente, aquí y ahora, a quien corresponde y su cometido cumple, cada día más y mejor, cual Bálsamo que reconforta el ánimo, eleva el espíritu, da luz a la inteligencia y transmuta la visión de los horizontes existenciales a los niveles acordes con los valores universales y a las grandes oportunidades y realizaciones  de la vida.

CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, señala el camino ya conocido en la sabiduría antigua. Recuerda, el camino no está fuera; se encuentra dentro. Tú eres el caminante y el camino en el Eterno Retorno, en la espiral evolutiva de la Rueda de la Vida, o el Círculo y el Signo más. Es preciso abstraerse del exterior y del ego y centrarse en el yo interno, y desde la propia fuente interior del poder conectarse con el Ser Universal, en una unión permanente e indisoluble, meditando en la esencia de su naturaleza y atributos divinos.

Es preciso destacar que, en realidad, siempre se ha formado una unidad con el Ser Universal, sólo que ahora se tiene la percepción de tal hecho y se ha adquirido la conciencia de la conexión permanente con Él y sus efectos benéficos en la manifestación del  poder, de la luz, del amor  y de la  sabiduría.

La luz, la sabiduría y el amor y la conciencia de los demás valores universales o atributos- que resplandecen en la fuente interior del poder mediante la conexión con la Inteligencia Infinita, en la Rueda de la Vida, -el Círculo y el Signo más- ilumina, en cada etapa, en grado suficiente,  el ascenso en la espiral evolutiva, en el eterno presente.

Da las gracias por lo que, en el Círculo y el Signo más, recibes y por lo que, aún queriéndolo, deja de llegarte; muchas veces es mayor la bendición que la Inteligencia Infinita dispensa al evitar las cargas innecesarias a la propia misión; tantas de aquellas cosas por las cuales los seres humanos se afanan, después de conseguirlas, pronto anhelan librarse de ellas y a veces, por tardar en escapar de las consecuencias, piden a la Providencia que les libere de aquello por lo que antes clamaron.

En todo cuanto hagas o recibas, paga el respectivo precio o abstente con firmeza; conserva tu libertad y autonomía a nivel físico, mental, emocional, espiritual y financiero. Libre y de correctas costumbres constituyen los caracteres distintivos de quienes representan la Luz que nace en el Oriente Cósmico.

Sigue el camino de tu vida bajo la guía de los valores universales señalados en el libro CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, recibiendo y dando Luz, con amor y gratitud, hasta donde tus fuerzas alcancen; y éstas serán suficiente, siempre, si la conciencia de la unidad activa mantiene con el Ser Universal, en el eterno ahora.

Todo lo que requieres está dentro de ti. Entra en la fuente interior del poder, aquí y ahora; céntrate y conéctate, consciente e instantáneamente, con Aquél que lo sabe y puede todo, por la Ley Cósmica. Sé un canal de la Providencia Universal. Lo demás viene oportunamente, -si debe hacerlo- y persiste en el camino con expectativas positivas, confianza en la guía suprema y despierta tu capacidad de ver más allá de las apariencias.

Cada vez que recurres al estudio de CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, siente dentro de ti el poder vibrante de tu espíritu en sintonía activa con el Ser Universal; percibe tu unión indisoluble con Él y canaliza el poder de los atributos o valores universales, dándote cuenta,  -con conciencia clara y perfecta percepción intuitiva-, de lo que debes realizar con sentido prioritario, en cada etapa existencial, en el eterno presente.

Aquí y ahora, hay: vida en conexión perfecta con el Ser Universal; orden y armonía, en todo y con todos, de acuerdo con la Inteligencia Infinita y la voluntad cósmica; visión clara, sabiduría y prudencia, justicia y equidad, igualdad y compensación entre los deberes y derechos, libertad y sentido de responsabilidad, paz, tranquilidad, poder, fortaleza, energía, vitalidad, determinación, constancia, concentración, pensamiento positivo, ánimo contento, felicidad, sinceridad interior, entusiasmo, templanza, autodominio, serenidad, calma imperturbable, impasibilidad, trabajo asiduo, estudio constante, descanso y equilibrio, perfección y belleza, progreso y riqueza integral con abundancia de dones. Hecho está. Adelante.







COMENTARIOS EXEGÉTICOS 17 Y 18
SOBRE EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS

©Giuseppe Isgró C.

CONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DE LAS COSAS                                                                                                  
17.     Puede, el ser humano, conocer el principio de las cosas?
–“No. Dios no permite que se le descubra todo aquí abajo”-.
18.    Penetrará el ser humano, un día, el misterio de las cosas, que ahora le están ocultas?
–“Los ojos se le abren al mismo tiempo que él se purifica; pero, para comprender algunas cosas, necesita facultades que todavía no posee”-.
Allan Kardec


17

Evidentemente, los seres de los cuatro reinos naturales, jamás podrán agotar la totalidad de la fuente universal que constituye tanto el universo, en sí, como el Supremo Hacedor, como causa primera de todo lo existente.
Es decir, ni aquí abajo, entendido como la dimensión física de la vida, ni en la dimensión espiritual, podrá ninguno de los seres absorber el Todo, relativo al Principio de las cosas.
El Principio de las cosas, lo hemos delineado en sus aspectos generales. Ciertamente, la percepción de que cada Espíritu de los cuatro reinos naturales es una emanación a la conciencia individual, permite descifrar gran número de enigmas en el universo.
Empero, para llegar a absorber la totalidad de lo que, como atributos divinos, valores universales y ley cósmica, posee desarrollados en todas las vertientes y variantes, el Ser Universal, transcurrirá toda la eternidad y jamás la agotará, ya que, siempre encontrará un más allá.
Pero, esa es la función de cada ser en los cuatro reinos naturales: Cooperar en la expansión de la Creación. En la medida que más avanza en la espiral evolutiva, percibe en mayor grado, y en nuevos niveles, conocimientos de cómo realizar facetas más avanzadas de la Gran Obra.
De qué sirve tratar de abarcar el Todo cuando nuestra misión es comprender lo inmediato, para resolver los enigmas que nos ocupan en todos los ámbitos de las ciencias, de las filosofías y de las artes y la práctica de todas las virtudes en el inherente grado de conciencia?
Sin embargo, en nuestra realidad inmediata, el conocimiento de nuestra naturaleza humana, y el de los demás seres de los restantes reinos naturales, permite regirnos adecuadamente para resolver, positivamente, lo que es sometido a nuestro análisis.
El conocimiento de nuestros atributos divinos, -valores universales-, contribuye a compenetrarnos con los parámetros dentro de los cuales precisamos mantener nuestra conducta.
Iniciando nuestra labor por la senda justa del progreso universal, nos propondremos, en cada etapa, nuevos objetivos de realización espiritual, en un proceso que se denomina: La eterna polarización.
Si el ser humano, o cualquier ser de los cuatro reinos naturales, se planteara, o percibiera un objetivo de conocimiento en grado infinito, por su capacidad potencialmente infinita de conocer, y de realizar, sería capaz de obtenerlo, aunque en su búsqueda tuviese que trabajar toda la eternidad para lograrlo.
Empero, como el poder potencial que posee es de la misma índole que el del Ser Universal, sería capaz de satisfacer su necesidad en tiempo oportuno, de acuerdo con la ley de causa y efecto.
En teoría, esa capacidad de autosatisfacción de conocimiento sería en forma instantánea a nivel de conciencia perceptiva. Pero, él ignora que tiene esa capacidad de conocer al instante, ya que, en su esencia, posee todo el conocimiento del Ser Universal en sí mismo. Empero, aun percibiendo la realidad, por grados, le faltaría, todavía, la experiencia práctica de ese conocimiento.
El ser humano jamás podrá expresar un conocimiento, o el poder para realizar cualquier objetivo concebido, o la solución o satisfacción de toda necesidad que experimente, si no tiene, antes, la conciencia de esa necesidad. Es lo que se conoce como Docta Ignorancia y/o el Poder de la Ignorancia.
Tan pronto adquiera conciencia de cualquier necesidad, instantáneamente manifiesta tanto el conocimiento del qué, del cómo, del cuándo, del dónde, del quién, del cuánto, y del por qué, así como el poder realizador equivalente, y en ese mismo grado de conciencia perceptiva de la necesidad. Esto es, se entiende, a nivel mental, o espiritual. Pero, aún, en la dimensión de la manifestación física, precisará el tiempo suficiente para expresar el resultado práctico, efectivo, como experiencia de vida, para que ese conocimiento, o realización, tenga autenticidad y valor, y desarrolle la aptitud inherente, y equivalente, en cada ser, según se trate.
Dada la poco probable posibilidad de que el ser humano, en su estado de potencialidad, adquiera conciencia, en forma instantánea de la totalidad de lo que ignora, en un momento dado, en todos los grados que ignora que desconoce, dejará de expresar tanto el conocimiento como el poder realizador.
En la medida en que, por grados, en la eterna polarización, vaya adquiriendo conciencia de determinadas necesidades y/o ignorancias, expresará, simultáneamente, el respectivo conocimiento y grado de poder realizador.
18

El Espíritu está dotado de un poder potencialmente infinito, expresado en dos vertientes: la primera, de percepción del conocimiento; la segunda, de acción creadora. Cuando en la primera parte de la respuesta se indica: –“Los ojos se le abren al mismo tiempo que él se purifica”, el estado de purificación de la persona, implicaría una depuración de su Espíritu en los asuntos “materiales” de la vida, sensibilizando su ser en las cosas elevadas de la vida, por lo que, centrando su atención en las preguntas que inquietan su conciencia, se les abren los ojos de la comprensión intuitiva, o inspirativa, que le permiten percibir la información que precisa, sabiendo lo que quiere conocer. Esto implica descentrar la atención del ego, de los sentidos físicos, de la lógica inductiva y deductiva, emancipándose de la conciencia objetiva para acceder a la visión espiritual, a un nivel de conciencia trascendental. La segunda parte de la respuesta, expresa: “pero, para comprender algunas cosas, necesita facultades que todavía no posee”- Preguntamos: “Facultades que todavía no posee”, o, que no posee, todavía, desarrolladas? Recordemos que el Espíritu se encuentra dotado de los mismos atributos divinos del Ser Universal, en estado potencial. Esto quiere decir que posee, exactamente, todas las facultades que les son inherentes a Él, pero, en estado potencial, que, eternamente habrá que desarrollar. En este desarrollo eterno, irá percibiendo, gradualmente, en la medida en que se purifica, y desarrolla sus atributos divinos, todo el conocimiento del cual perciba su ignorancia, en un momento dado. Es decir, la conciencia de lo que ignora, le irá creando el molde que expresará el respectivo conocimiento que precisa en ese estado evolutivo.